16 Mayo 2013
LISTOS. Soldados rebeldes montan guardia en la zona de Raqqa. REUTERS
NUEVA YORK.- La Asamblea General de la ONU exigió el fin inmediato de la violencia en Siria y demandó al gobierno en Damasco que implemente reformas políticas. La resolución afirma que las dos partes involucradas en el conflicto sirio, que ya causó al menos 70.000 muertes, deberían poner fin a los actos de violencia de inmediato y cumplir con las leyes de derechos humanos internacionales para proteger a civiles, especialmente mujeres y niños.
La resolución llama al gobierno sirio a facilitar el diálogo político e iniciar la transición a una sociedad democrática y pide la liberación de las personas detenidas ilegalmente. También pide poner fin a los ataques contra civiles y refugiados sirios en países vecinos así como permitir acceso irrestricto a investigadores internacionales y de la ONU.
De los 178 países presentes, 107 votaron ayer en Nueva York a favor de la resolución elaborada sobre todo por los países árabes. Hubo 59 abstenciones y 12 votos en contra, entre otros los de Rusia, China, Cuba y Bielorrusia. Se trata de la tercera resolución contra la violencia en Siria, aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes.
En tanto, los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia expresaron su confianza y optimismo de que pueda celebrarse en semanas una conferencia internacional para tratar de poner fin a la guerra en ese país. La semana pasada, los gobiernos de Rusia y de Estados Unidos acordaron celebrar una conferencia con representantes del régimen y de la oposición siria a fin de lograr avances que acaben con el conflicto sobre la base del informe de Ginebra, firmado por Moscú y Washington en 2012.
Ese documento establece como salida al conflicto la formación de un ejecutivo de transición con representación tanto del gobierno del presidente Bashar Al Assad como de la oposición que busca derrocarlo desde hace más de dos años.
Siria dio inicialmente la bienvenida a la iniciativa, aunque luego matizó que quiere más detalles antes de decidir si participa. La oposición se mostró mucho más reacia a asistir y reiteró su exigencia de que Al Assad debe renunciar como condición para empezar a hablar. Sin embargo, analistas dicen que está bajo creciente presión para participar, sobre todo de parte de Estados Unidos, que es uno de sus principales apoyos diplomáticos. "Ambos estamos confiados por la dirección en la que nos estamos moviendo", dijo el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en conferencia de prensa conjunta con el canciller ruso, Serguei Lavrov, en Kiruna, Suecia. "Tenemos esperanzas de que en un corto tiempo las piezas encajarán por completo y el mundo tendrá una alternativa a la violencia y la destrucción en Siria", agregó. (DPA-Télam)
La resolución llama al gobierno sirio a facilitar el diálogo político e iniciar la transición a una sociedad democrática y pide la liberación de las personas detenidas ilegalmente. También pide poner fin a los ataques contra civiles y refugiados sirios en países vecinos así como permitir acceso irrestricto a investigadores internacionales y de la ONU.
De los 178 países presentes, 107 votaron ayer en Nueva York a favor de la resolución elaborada sobre todo por los países árabes. Hubo 59 abstenciones y 12 votos en contra, entre otros los de Rusia, China, Cuba y Bielorrusia. Se trata de la tercera resolución contra la violencia en Siria, aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes.
En tanto, los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia expresaron su confianza y optimismo de que pueda celebrarse en semanas una conferencia internacional para tratar de poner fin a la guerra en ese país. La semana pasada, los gobiernos de Rusia y de Estados Unidos acordaron celebrar una conferencia con representantes del régimen y de la oposición siria a fin de lograr avances que acaben con el conflicto sobre la base del informe de Ginebra, firmado por Moscú y Washington en 2012.
Ese documento establece como salida al conflicto la formación de un ejecutivo de transición con representación tanto del gobierno del presidente Bashar Al Assad como de la oposición que busca derrocarlo desde hace más de dos años.
Siria dio inicialmente la bienvenida a la iniciativa, aunque luego matizó que quiere más detalles antes de decidir si participa. La oposición se mostró mucho más reacia a asistir y reiteró su exigencia de que Al Assad debe renunciar como condición para empezar a hablar. Sin embargo, analistas dicen que está bajo creciente presión para participar, sobre todo de parte de Estados Unidos, que es uno de sus principales apoyos diplomáticos. "Ambos estamos confiados por la dirección en la que nos estamos moviendo", dijo el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en conferencia de prensa conjunta con el canciller ruso, Serguei Lavrov, en Kiruna, Suecia. "Tenemos esperanzas de que en un corto tiempo las piezas encajarán por completo y el mundo tendrá una alternativa a la violencia y la destrucción en Siria", agregó. (DPA-Télam)