Un delincuente murió baleado por un policía tras asaltar un camión repartidor de cervezas

"Martincito", de 32 años, integraba "La banda de la Gruta"; falleció ayer en el que fue su último atraco, en Bolívar y Amador Lucero. El camión distribuidor llevaba $ 17.000 en la caja de seguridad. Cuando los ladrones estaban por sacar el dinero aparecieron dos policías y estalló el tiroteo

 LEJOS DEL CASCO. El cuerpo de Martín Jerez quedó en la vereda, boca arriba, y con los brazos extendidos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LEJOS DEL CASCO. El cuerpo de Martín Jerez quedó en la vereda, boca arriba, y con los brazos extendidos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
18 Mayo 2013
Dos mujeres llegaron dominadas por una crisis de nervios a la esquina de Bolívar y Amador Lucero, ayer a la siesta. Los policías que trabajaban en el lugar intercedieron para que no se acercaran al cadáver que había sobre la vereda. Ellas, las mujeres que lloraban y daban gritos de desesperación, eras las hermanas del asaltante que momentos antes había caído muerto tras tirotearse con la Policía.

Todo comenzó a las 14, cuando un camión repartidor de cervezas se estacionó en la puerta del bar "Potente", en Bolívar al 2000, en diagonal a la cancha de San Martín. El vehículo era conducido por Sebastián Álvarez, de 30 años. Sólo él se quedó arriba del camión cuando sus dos compañeros, Guillermo Exequiel Valdez y Pablo Daniel Moya, bajaron para levantar el pedido en el bar. En ese instante, dos delincuentes se acercaron en una moto Honda Twister blanca. Los individuos dejaron el rodado adelante del camión y abordaron al chofer.

Una fuente de la empresa distribuidora de bebidas contó a LA GACETA que Álvarez fue apuntado con un arma de fuego, mientras le sacaban la caja de seguridad con una "barreta". Dentro de esa caja estaba guardada la recaudación del día, estimada en $ 17.000.

Uno de los acompañantes del camionero advirtió la situación e intentó llamar a la Policía. Lo que no sabía era que dos de los parroquianos que estaban almorzando en el mismo bar eran policías de civil que pertenecen al Comando Radioeléctrico y al Grupo CERO. Salieron a la calle y con un "alto, policía" intentaron detener el asalto. Pero los delincuentes respondieron con balazos.

Varios disparos

Perseguidos por los agentes, los asaltantes presionaban el gatillo sin parar, mientras corrían hacía Amador Lucero. En cuanto doblaron la esquina, uno de ellos recibió un balazo en el abdomen y cayó al piso. Su cómplice, en tanto, continuó disparando y algunos metros más adelante le hizo señas a un taxi y desapareció en el horizonte, según relataron los testigos.

El delincuente herido murió minutos después. En la esquina del enfrentamiento podía verse al camión estacionado frente al bar, la moto tirada en el piso, varias vainas servidas en la vereda y en la calle, dos cascos que habían rodado sobre la acera de enfrente y el cuerpo tapado con un plástico.

Los vecinos que se habían amontonado detrás de las cintas de seguridad comentaban que al menos cinco disparos le habían interrumpido la siesta al vecindario.

La gente estaba conmocionada. Una mujer preguntaba si el delincuente muerto tenía un tatuaje en la mano, pues esa marca llevaba el hombre que la había asaltado un par de horas antes en una agencia de quiniela de la zona. Otra mujer estaba al borde de las lágrimas, ya que la escena le recordaba una experiencia vivida el día anterior. Según contó, dos asaltantes los apuntaron con armas a ella y a su marido cuando caminaban hacia la parada del colectivo, a la vuelta de donde se acababa de producir el tiroteo.

Las mujeres no se atrevieron a dar sus nombres, temerosas de que los agresores pudieran tomar venganza.

Antecedentes

La Policía identificó al fallecido como Martín Jerez, alias "Martincito". Según pudieron conocer los uniformados, el hombre de 32 años era uno de los integrantes de la peligrosa agrupación delictiva conocida como "La Banda de la Gruta". El jefe de Policía, comisario Jorge Racedo, señaló que el individuo habría sido uno de los participantes del asalto a un empresario, en julio de 2009, en el aeropuerto Benjamín Matienzo. En esa ocasión, la víctima había sido despojada de una mochila con $ 50.000 en medio de una lluvia de balas.

Asimismo, Racedo informó que la Honda Twister en la que se movilizaban ayer los delincuentes era robada. Según se le informó, el vehículo había sido el botín de un robo agravado ocurrido en noviembre de 2012.

Respecto del delincuente que alcanzó a huir, varias patrullas estaban abocadas ayer a su búsqueda.

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