"Conmigo no van a poder", dijo Cristina

El Gobierno nacional festejó los 10 años de gestión, entre los mandatos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, con un acto multitudinario. La agencia oficial Telam calculó en 700.000 los asistentes a la Plaza de Mayo. La Presidenta se pronunció en contra de los agravios, mientras que la dirigencia opositora cuestionó la gestión kirchnerista

POR LA PATRIA Y LOS 10 AÑOS DE KIRCHNERISMO. La Presidenta reclamó a los que no piensan como ella que sepan disentir sin ofensas ni injurias. DYN POR LA PATRIA Y LOS 10 AÑOS DE KIRCHNERISMO. La Presidenta reclamó a los que no piensan como ella que sepan disentir sin ofensas ni injurias. DYN
26 Mayo 2013
BUENOS AIRES.- La presidenta, CristinaFernández, convocó ayer a que "a esta década ganada, le siga otra década más, en la que los argentinos sigan ganando también", y rechazó que "el cambio de un Gobierno a otro" sea un "fin de ciclo". "Yo no soy eterna, lo he dicho muchas veces, tampoco lo quiero ser", aclaró la mandataria al hablar en el acto central por el 25 de Mayo y los 10 años de gobierno kirchnerista en un discurso que se transmitió por cadena nacional y que reunió a todo su gabinete, gobernadores, intendentes, legisladores y a su hijo, Máximo Kirchner.

La Presidenta, quien por la mañana participó del tradicional Tedeum en la Basílica de Luján, hizo un llamado a "empoderar al pueblo de estas reformas y estas conquistas, para que nadie más pueda arrebatárselas". Con numerosas menciones a su esposo y antecesor Néstor Kirchner, la mandataria evaluó que "tal vez después de Perón y Evita, (fuimos) las dos personas más difamadas, ultrajadas y descalificadas de nuestra historia", pero advirtió: "no me quejo".

En ese contexto, denunció que "quieren instaurar climas de división, de insulto, de agravio y de odio permanente", pero enfatizó que "conmigo no van a poder, no van a escuchar una sola palabra de ofensa" y les recordó que "les seguiremos contestando con gestión, acción, trabajo, sacrificio esfuerzo y militancia porque no van a lograr lo que quieren".

"Que quede claro, este no es un modelo económico. Es un proyecto político con objetivos económicos, sociales y culturales", destacó la Presidenta, quien se mostró acompañada por su vicepresidente, Amado Boudou, gobernadores y legisladores.

Además, se refirió a quienes "sin pensar como nosotros, son respetuosos, tienen derecho a tener otras idea" y les pidió "no en nombre mío, sino en nombre de los que se fueron, en nombre de sus hijos, que sepamos disentir sin ofensas, sin injurias". Pasadas las 18, Cristina Fernández apareció enfundada en un vestido negro -con un cinturón con una gran hebilla brillante sobre la cintura- para abrir la cadena nacional con el Himno Nacional, interpretado por el Chango Spasiuk y la Bomba de Tiempo.

La mandataria comenzó allí a trazar un recorrido simultáneo entre los 203 años que se cumplieron de la Revolución de Mayo, y los 10 años de poder kirchnerista y reiteró en varias oportunidades la consigna "La Patria es el otro", que comenzó a utilizar para fomentar la solidaridad tras la inundación que afectó la ciudad de La Plata.

Sobre el final, recordó una anécdota sobre los hechos sucedidos en La Plata en la que marcó como "un ejemplo cómo se volcó el pueblo solidario" y confesó que le "llenó el corazón ver trabajar a miles y miles de jóvenes de la política, de las iglesias, junto a las Fuerzas Armadas. Según confió, "estoy segura de que quienes pergeñaron ese golpe terrible del 24 de marzo de 1976, quisieron tener un río de sangre que separara al pueblo de las Fuerzas Armadas" y, por eso, insistió en que "tenemos que cerrar ese río con memoria, verdad, justicia, trabajo y convicciones, tenemos que unirnos".

Y aseguró que "todavía no fue saldada la inmensa deuda del conjunto de la sociedad y de los gobiernos" con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo porque "sus hijos y sus nietos aún no fueron encontrados". "Si bien nuestro gobierno en materia de derechos humanos castigó con la ley y la Constitución y los jueces a los genocidas; pese a eso, yo, como argentina siento todavía una inmensa deuda con estas mujeres", acotó ante casi 700.000 personas.

A dos años de finalizar su mandato, la Presidenta ratificó sus intenciones de no ser eterna, pero al mismo tiempo se preguntó si "el cambio de un Gobierno a otro es fin de ciclo o, en realidad, se están refiriendo a que cuando yo me vaya se va a acabar todo lo que hemos conquistado". "Me parece que se refieren a eso cuando hablan de la Asignación Universal por Hijo con desprecio, o cuando hablan contra del desendeudamiento que permitió generar un ciclo virtuoso de la economía", señaló, y realizó un repaso de las principales medidas de la última década.

Ratificó su defensa a la reforma judicial y se cuestionó "a quién puede molestarle, cómo puede negarse el derecho a 40 millones de argentinos a elegir a quiénes van a representarlos en el Consejo de la Magistratura, que es el que elige y designa a los jueces". En medio de una lluvia de papelitos, Cristina finalizó su discurso. (DyN-Télam)

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