"Detrás de la esclavitud están las mafias", dijo el Papa

Francisco rezó para que los mafiosos se arrepientan. Visitó una parroquia de los suburbios

27 Mayo 2013
El Papa Francisco criticó a las organizaciones que explotan y esclavizan a seres humanos y rezó para que los mafiosos se arrepientan. Pronunció estas palabras ayer tras la bendición semanal del Angelus en la plaza de San Pedro. Es la primera vez que se refirió a la mafia desde que se convirtió en pontífice, hace dos meses.

Los asesinatos de alto perfil perpetrados por la mafia italiana han disminuido desde la década del 90, pero por medio de actividades como la prostitución, la extorsión y el tráfico de drogas aún sigue manteniendo una poderosa influencia sobre el país y su economía.

Los principales grupos criminales italianos (la Cosa Nostra siciliana, la Ndrangheta calabresa y la Camorra napolitana) tienen ingresos anuales en conjunto de 116.000 millones de euros (150.000 millones de dólares), según las Naciones Unidas.

Francisco recordó el ejemplo del sacerdote antimafia siciliano Giuseppe Puglisi, que murió a manos de hombres armados en 1993 en la puerta de su casa en Palermo, y fue beatificado el sábado. "Mis pensamientos están con el sufrimiento de mujeres, hombres y también niños que son explotados por muchas mafias que los convierten en esclavos a través de la prostitución, a través de muchas presiones sociales. Detrás de estas explotaciones, de esta esclavitud, están las mafias", dijo, según reprodujo la agencia Reuters. "No pueden hacer esto, no pueden hacer esclavos a nuestros hermanos, debemos rezar al Señor para que estos mafiosos se conviertan a Dios", agregó el pontífice.

Como arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio había hecho de la predicación en contra de la trata de personas y del trabajo esclavo una de sus banderas pastorales.

En los suburbios

Por otra parte, el pontífice argentino visitó ayer la parroquia de los Santos Zaccaria e Isabel en Prima Porta, un barrio de la periferia romana, informó Télam. Durante la visita afirmó: "la realidad se comprende mejor en los suburbios".

Allí leyó el Evangelio que relata la visita de la Virgen a Isabel, lo comentó y luego explicó a los presentes el misterio de la Trinidad según la fe cristiana. "La Virgen -indicó el Papa- va de prisa porque tiene dentro el deseo de ayudar y no de sacar provecho diciendo 'yo soy la mamá de Dios', va para ayudar a Isabel; es nuestra mamá que viene siempre de prisa cuando la necesitamos. Esto da la seguridad de tener una mamá al lado. Y la Virgen que siempre va de prisa es la que nos hace comprender a Dios", dijo.

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