31 Mayo 2013
Se suele pensar en la muerte cuando uno se enferma de gravedad con pronósticos inciertos o cuando se necesita de un órgano sano para seguir viviendo. Para estas situaciones no hay edades; pueden atravesar por ellas un bebé, un niño, un joven, un adulto o un viejo. Es entonces cuando se toma conciencia de que no estamos solos y dependemos de la solidaridad de los otros.
Se recordó ayer el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos. La fecha del 30 de mayo se propuso por el nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante hepático en un hospital público, lo que representa la posibilidad de vivir y dar vida después de un trasplante. Según el Instituto Nacional Central Único de Ablación e Implante (Incucai), el país superó en el último año su récord histórico en donación y trasplante, con una tasa de 15,7 donantes por millón de habitantes, lo que implicó un trasplante cada seis horas. En 2012 se registró un total de 630 donantes reales de órganos que permitieron que 1.458 personas recibieran un trasplante. El riñón es el órgano más demandado y el trasplante más frecuente, por lo que es el que concentra la mayor cantidad de pacientes en lista de espera. La buena noticia incluyó a Tucumán, que pasó a ocupar el noveno lugar en el ránking nacional con 22 donantes en 2012. En los primeros cinco meses del año en curso, ya se registraron nueve donantes, de acuerdo con lo expresado por la titular de la delegación local del Incucai. El avance fue posible merced a haber convertido al Padilla en un hospital donante, en su opinión.
A partir de la publicación en el Boletín Oficial, la voluntad afirmativa o negativa de las personas de ser donantes de órganos constará en el Documento Nacional de Identidad. Por otro lado, el Incucai difundió ayer una encuesta que reveló que el 72,6% de la población se considera donante de órganos y un 42% dijo haber expresado su voluntad sobre el destino de sus órganos. Hasta las 20 de ayer, en la página Web del Incucai se indicaba que había 413 pacientes tucumanos inscriptos en la lista de espera.
El 1 de abril de 2006 entró en vigencia la ley 26.006 que prescribe que toda persona es una potencial donante de órganos, a menos que oficialmente y por escrito deje constancia de su negativa. Entre otras consideraciones, la norma indica que los funcionarios del Registro Civil están obligados a informar a toda persona mayor que concurra por un trámite, que tiene la posibilidad de dar su voluntad positiva o negativa para convertirse en donante. Incluso, se debe promover la posibilidad de que esta consulta pueda hacerse en las mesas electorales cuando se efectúen comicios. Este hecho no ocurrió, sin embargo, en las dos elecciones provinciales posteriores: la de agosto de 2007 y la de agosto de 2011.
Bienvenido sea este avance. Por ejemplo, si hubiese campañas constantes en los establecimientos educativos -especialmente en el secundario y en las universidades- o en la administración pública y la actividad privada, acerca de la importancia de ser un potencial donante de vida, o si se aprovecharan los espectáculos masivos para informar a los asistentes, posiblemente el número se incrementaría en cifras importantes. Sería positivo en algún momentos tomáramos conciencia que una sociedad debería ser una gran familia, donde una mano lava la otra y las dos lavan la cara.
Se recordó ayer el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos. La fecha del 30 de mayo se propuso por el nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante hepático en un hospital público, lo que representa la posibilidad de vivir y dar vida después de un trasplante. Según el Instituto Nacional Central Único de Ablación e Implante (Incucai), el país superó en el último año su récord histórico en donación y trasplante, con una tasa de 15,7 donantes por millón de habitantes, lo que implicó un trasplante cada seis horas. En 2012 se registró un total de 630 donantes reales de órganos que permitieron que 1.458 personas recibieran un trasplante. El riñón es el órgano más demandado y el trasplante más frecuente, por lo que es el que concentra la mayor cantidad de pacientes en lista de espera. La buena noticia incluyó a Tucumán, que pasó a ocupar el noveno lugar en el ránking nacional con 22 donantes en 2012. En los primeros cinco meses del año en curso, ya se registraron nueve donantes, de acuerdo con lo expresado por la titular de la delegación local del Incucai. El avance fue posible merced a haber convertido al Padilla en un hospital donante, en su opinión.
A partir de la publicación en el Boletín Oficial, la voluntad afirmativa o negativa de las personas de ser donantes de órganos constará en el Documento Nacional de Identidad. Por otro lado, el Incucai difundió ayer una encuesta que reveló que el 72,6% de la población se considera donante de órganos y un 42% dijo haber expresado su voluntad sobre el destino de sus órganos. Hasta las 20 de ayer, en la página Web del Incucai se indicaba que había 413 pacientes tucumanos inscriptos en la lista de espera.
El 1 de abril de 2006 entró en vigencia la ley 26.006 que prescribe que toda persona es una potencial donante de órganos, a menos que oficialmente y por escrito deje constancia de su negativa. Entre otras consideraciones, la norma indica que los funcionarios del Registro Civil están obligados a informar a toda persona mayor que concurra por un trámite, que tiene la posibilidad de dar su voluntad positiva o negativa para convertirse en donante. Incluso, se debe promover la posibilidad de que esta consulta pueda hacerse en las mesas electorales cuando se efectúen comicios. Este hecho no ocurrió, sin embargo, en las dos elecciones provinciales posteriores: la de agosto de 2007 y la de agosto de 2011.
Bienvenido sea este avance. Por ejemplo, si hubiese campañas constantes en los establecimientos educativos -especialmente en el secundario y en las universidades- o en la administración pública y la actividad privada, acerca de la importancia de ser un potencial donante de vida, o si se aprovecharan los espectáculos masivos para informar a los asistentes, posiblemente el número se incrementaría en cifras importantes. Sería positivo en algún momentos tomáramos conciencia que una sociedad debería ser una gran familia, donde una mano lava la otra y las dos lavan la cara.