04 Junio 2013
ENFOCADO. Rodríguez observa e intenta interceptar el cabezazo de Collavini en el ensayo formal de ayer, en el Monumental, donde hizo dos goles; el delantero buscará convertir su primer gol en Mendoza.
La fertilidad mendocina está probada en su carta de presentación: "la tierra del sol y el buen vino". Sin embargo, Luis Rodríguez, máximo artillero del torneo, todavía no pudo dejar su semilla goleadora allí: con la camiseta de Atlético nunca marcó un gol en esa provincia y, hasta la semana pasada, parecía que la racha continuaría. Sin embargo, el delantero se recuperó de una lesión, viajará a Mendoza e intentará cortar la racha.
"Creo que no hice ninguno ahí, así que espero poder hacerlo ahora", confiesa dubitativo el delantero . Silvio Nava, estadista del club, lo confirma: ninguno de sus 59 goles en el club fueron convertidos en Mendoza. El delantero, que no figuraba en la lista de concentrados cuando todo estaba dado para que el duelo contra Independiente Rivadavia se juegue el domingo pasado, dirá presente. Una contractura en el cuádriceps derecho hizo que abandonara la práctica del viernes.
Esa misma tarde, los barras de la "lepra" agredieron a los jugadores, en lo que fue un hecho repudiable, y lejos de celebrar porque ese suceso le permitirá jugar, "Pulguita" reflexionó sobre lo sucedido. "La gente tiene que entender que esto es un juego y no pueden ganar todos. Son jugadores y tienen familias detrás. Ni ellos ni los de Crucero, se merecen eso", dijo, además de argumentar como el resto del plantel que, ante un hecho así, la fecha completa merecía apagarse.
Lo cierto es que pese a llegar luego de un acontecimiento triste, Rodríguez será el único delantero de Atlético en Mendoza, donde ni siquiera en su paso por Newell's pudo anotar en esas latitudes, habiendo jugado un partido ante Godoy Cruz. Con la camiseta del "decano" viajó hacia allí para jugar contra el mismo "tomba", Gimnasia y Esgrima, Luján de Cuyo y el rival de mañana, la "lepra". En ningún viaje, pudo cargar un gol en la valija, aunque si se tratara de la región, "Pulguita" está atento. "En San Juan sí hice", dice sobre su tanto en 2011 ante Desamparados, aunque ese no fue su mejor día: se lesionaría la rodilla y debía operarse los ligamentos.
Si el problema son los hinchas, esta vez no tendrá ese obstáculo. Una de las medidas tomadas tras el violento ataque fue jugar el partido a puertas cerradas. "Es difícil concentrarse, uno está acostumbrado a otra cosa. Acá nadie te alienta y nadie te insulta. Pero la decisión está bien tomada", asegura.
Habiendo entrado por la ventana después de curarse, esta parece ser chance de Miguel de cortar la racha.
"Creo que no hice ninguno ahí, así que espero poder hacerlo ahora", confiesa dubitativo el delantero . Silvio Nava, estadista del club, lo confirma: ninguno de sus 59 goles en el club fueron convertidos en Mendoza. El delantero, que no figuraba en la lista de concentrados cuando todo estaba dado para que el duelo contra Independiente Rivadavia se juegue el domingo pasado, dirá presente. Una contractura en el cuádriceps derecho hizo que abandonara la práctica del viernes.
Esa misma tarde, los barras de la "lepra" agredieron a los jugadores, en lo que fue un hecho repudiable, y lejos de celebrar porque ese suceso le permitirá jugar, "Pulguita" reflexionó sobre lo sucedido. "La gente tiene que entender que esto es un juego y no pueden ganar todos. Son jugadores y tienen familias detrás. Ni ellos ni los de Crucero, se merecen eso", dijo, además de argumentar como el resto del plantel que, ante un hecho así, la fecha completa merecía apagarse.
Lo cierto es que pese a llegar luego de un acontecimiento triste, Rodríguez será el único delantero de Atlético en Mendoza, donde ni siquiera en su paso por Newell's pudo anotar en esas latitudes, habiendo jugado un partido ante Godoy Cruz. Con la camiseta del "decano" viajó hacia allí para jugar contra el mismo "tomba", Gimnasia y Esgrima, Luján de Cuyo y el rival de mañana, la "lepra". En ningún viaje, pudo cargar un gol en la valija, aunque si se tratara de la región, "Pulguita" está atento. "En San Juan sí hice", dice sobre su tanto en 2011 ante Desamparados, aunque ese no fue su mejor día: se lesionaría la rodilla y debía operarse los ligamentos.
Si el problema son los hinchas, esta vez no tendrá ese obstáculo. Una de las medidas tomadas tras el violento ataque fue jugar el partido a puertas cerradas. "Es difícil concentrarse, uno está acostumbrado a otra cosa. Acá nadie te alienta y nadie te insulta. Pero la decisión está bien tomada", asegura.
Habiendo entrado por la ventana después de curarse, esta parece ser chance de Miguel de cortar la racha.