Por Nicolás Iriarte
10 Junio 2013
CINCO CONTRA CINCO. Marrone se barre ante Ballini y parece ser falta pero el que pone cara de sufrimiento es el de Brown.
Como sucede con cada uno de nosotros, llegar a los 50 no significa alcanzar la madurez automáticamente. Ya sean años o puntos, el estado de gracia de un ser humano o de un equipo, no llega únicamente por que lo diga un DNI o una tabla de posiciones. Ya nadie podrá negar que con la victoria de Atlético ayer ante Almirante Brown por 4 a 2, cumplió su objetivo de alcanzar la media centena de unidades en la temporada (tiene 51) y dentro del mismo partido mostró las razones por las cuales alguna vez soñó con el ascenso y por las que no pudo aspirar a más que a dejar un colchón de puntos para la temporada que viene.
Luis Rodríguez tuvo una de esas actuaciones que lo llevaron justamente a ser despedido como cuando se fue reemplazado: con una ovación de pie. Su tiro libre, una fiel imitación de uno que había hecho segundos atrás pero que no había sido convalidado por no tener la orden del árbitro, fue el inicio de su gran tarde. Una asistencia a Matías Ballini en el segundo gol y otra definición exquisita en el tercero, la completaron.
Agustín Peña nos obligó a preguntarnos porque estuvo en el banco todo este tiempo: el lateral tuvo la marca de la que careció en partidos anteriores y que hasta ahora se erige como la única respuesta a esa consulta. Además, generó situaciones y cerró su tarde con una asistencia de rabona a Alberto Argañaraz que convirtió su primer gol en Primera.
Pero si el tercer equipo más goleador del torneo no pudo pelear arriba fue por momentos como los que vivió en el segundo tiempo. Un 3-0 puede sonar a partido liquidado para cualquiera menos para Atlético que se relajó y falló defensivamente, como contra Nueva Chicago y varios partidos más. Tres goles en contra durante el complemento, lo atestiguan.
Sin embargo, lo que cuenta ahora, faltando solo una fecha y cuando parecía que el equipo se estancaría detrás de la línea de los 50, es que la superó y tiene la chance de alejarse aún más de ella. Pero ojo, la madurez todavía no ha llegado.
Claves
1- El partido de ayer fue un buen resumen de la campaña de Atlético. Primero por los dos goles de Luis Rodríguez, la principal y casi la única fuente ofensiva que tuvo el equipo. ¿Habrá sido su último partido en el Monumental?
2- La debilidad defensiva acompañó al equipo a lo largo de estas 37 fechas que se llevan jugadas de la temporada. Atlético pudo haberlo ganado 4-0 pero en lugar de ello, terminó pidiendo la hora por algunas distracciones.
3- Ya sea por errores o virtudes, el partido fue entretenido pese a que lo jugaron dos equipos sin pretensiones. Y en un fútbol donde abundan los 0-0, ambos conjuntos se brindaron al máximo y se vio un buen espectáculo.
4- Los que entraron, cumplieron: tanto Peña, More y Calgaro, que estuvieron en el banco en el partido anterior, mostraron un buen nivel. Los cambios que intentó el técnico le dieron resultado, sobre todo con el lateral derecho.
Pero si el tercer equipo más goleador del torneo no pudo pelear arriba fue por momentos como los que vivió en el segundo tiempo. Un 3-0 puede sonar a partido liquidado para cualquiera menos para Atlético que se relajó y falló defensivamente, como contra Nueva Chicago y varios partidos más. Tres goles en contra durante el complemento, lo atestiguan.
Sin embargo, lo que cuenta ahora, faltando solo una fecha y cuando parecía que el equipo se estancaría detrás de la línea de los 50, es que la superó y tiene la chance de alejarse aún más de ella. Pero ojo, la madurez todavía no ha llegado.
Claves
1- El partido de ayer fue un buen resumen de la campaña de Atlético. Primero por los dos goles de Luis Rodríguez, la principal y casi la única fuente ofensiva que tuvo el equipo. ¿Habrá sido su último partido en el Monumental?
2- La debilidad defensiva acompañó al equipo a lo largo de estas 37 fechas que se llevan jugadas de la temporada. Atlético pudo haberlo ganado 4-0 pero en lugar de ello, terminó pidiendo la hora por algunas distracciones.
3- Ya sea por errores o virtudes, el partido fue entretenido pese a que lo jugaron dos equipos sin pretensiones. Y en un fútbol donde abundan los 0-0, ambos conjuntos se brindaron al máximo y se vio un buen espectáculo.
4- Los que entraron, cumplieron: tanto Peña, More y Calgaro, que estuvieron en el banco en el partido anterior, mostraron un buen nivel. Los cambios que intentó el técnico le dieron resultado, sobre todo con el lateral derecho.