Temen que la droga sea el "bolsón joven"

Como cada domingo, LA GACETA presenta un nuevo debate sobre "el voto a los 16 años". En esta ocasión, chicos de la escuela Docencia Tucumana (Las Talitas)

LA HISTORIA Y LA JUVENTUD. Alumnos de la escuela Docencia Tucumana debatieron en la biblioteca del establecimiento, bajo la seria mirada de próceres. LA HISTORIA Y LA JUVENTUD. Alumnos de la escuela Docencia Tucumana debatieron en la biblioteca del establecimiento, bajo la seria mirada de próceres.
Cuesta encontrar un vicio mayor en la política electoral comarcana que la compra de votos mediante la entrega de bolsones. La denigrante práctica del clientelismo está tan naturalizada que es conocida por todos los ciudadanos, independientemente de la franja etaria a la que pertenezcan. A raíz de ello, no escapó al debate sobre "el voto a los 16 años", que mantuvieron con LA GACETA alumnos de la escuela Docencia Tucumana, de Las Talitas. Los estudiantes, todos de entre 16 y 17 años, están seguros de que algunos dirigentes políticos pretenderán seducirlos con dádivas. Pero advirtieron que no querrán comprarlos con alimentos, sino que buscarán darles dinero, aun cuando esos dirigentes sean conscientes de que con esa plata muchos jóvenes comprarán droga.

La charla se dio en el marco del debate que LA GACETA viene promoviendo con chicos de 16 y de 17 años de distintos colegios y escuelas de la provincia, sobre la reforma del Código Electoral Nacional, mediante la cual los adolescentes de esta franja etaria podrán sufragar en los comicios nacionales del 11 de agosto (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) y del 27 de octubre (generales).

El proyecto se convirtió en ley el 31 de octubre del año pasado. Según el texto, el voto reviste carácter optativo para los jóvenes de 16 y de 17 años. Para que puedan sufragar, debían renovar el Documento Nacional de Identidad (DNI) hasta el 30 de abril. Desde el Ministerio del Interior de la Nación se anunció que unos 750.000 chicos hicieron el trámite, y están habilitados para votar. El secretario electoral nacional de Tucumán, Rogelio Rodríguez del Busto, precisó que 13.400 jóvenes de estas edades figuran en el padrón provisorio de nuestra provincia -el definitivo estará el 12 del mes que viene-. La cifra significa cerca de un 10% de los votos necesarios para consagrar un diputado.

Del debate participaron Carlos Acuña (16 años), Nadia Aguirre (16), Melissa Arias (16), Romina Barrionuevo (16), Jorge Brito (16), Juan Marcos Chávez (16), Florencia Córdoba (17), Carla Gutiérrez (17), Sofía Íñigo (16), Florencia López (16), Exequiel Eduardo Pacheco (16) y Matías Soria (17). En general se mostraron a favor de la posibilidad de votar, aunque no todos lo harán. Algunos, porque no renovaron el DNI. Este no es, sin embargo, el caso de Florencia López.

"Cabeza de ganado"

Según explicó, no cuenta con suficiente información sobre los partidos y sobre los candidatos. Pero ese no es su principal motivo. "Están buscando chicos de 16 años como número; te cuentan como cabeza de ganado, para arriarte. Juntan 20 chicos de un barrio, 20 de otro, 20 de otro. Les dan plata y les dicen que voten por tal persona; y yo no quiero ser uno más de esos", afirmó. Aclaró que habla desde la experiencia, porque algo similar ocurrió recientemente en su barrio, para el acto de "La Década Ganada", que se realizó el 25 de Mayo en Buenos Aires. Para ese evento, agrupaciones kirchneristas organizaron viajes a la Capital Federal. "Buscaron chicos de mi barrio para ir a ver a la Presidenta (Cristina Fernández). Les dijeron que el viaje era gratuito y les tiraron plata", contó.

Todos los chicos estuvieron de acuerdo; y también coincidieron en señalar que el problema más grave no pasaba tanto porque le hayan dado el dinero, sino por el destino de esa plata. "Conozco una persona que fue; le dieron $ 100. Con eso se compró un baguyo (bolsa con marihuana) y un vino en caja", dijo uno de los alumnos. Y todos aportaron sobre ese punto. "Para que voten, a los chicos les darán $ 50. ¿Para qué (lo usarán)? Para ir a un transa; para nada más", agregó otro. "Si le dan $ 50 a los chicos que se están drogando, más vale que lo van a votar. Porque con eso se comprarán baguyos. Será muy consciente el que se compre una remera; o lo usarán con un transa, o para tomar", dijo otro.

Incluso, durante el debate afloró que los dirigentes políticos conocen esta situación, y que la aprovechan. "Ellos se enfocarán en chicos de bajos recursos; saben que la mayoría de ellos se droga. Saben que ahí tienen el voto seguro a cambio de algo. No buscarán chicos que tienen capacidad de pensar, que van a un colegio, que tienen buenos promedios", advirtió otra estudiante. El panorama resulta tan claro para los chicos que uno directamente ironizó: "deberían dar el baguyito y no la guita; si es lo mismo: dan para que los chicos se vayan a drogar".

Del debate surgió que los chicos no sólo son conscientes de esta situación. También señalaron que no los engañan los anuncios de beneficios que se dan en época preelectoral. "Cuando se acercan las votaciones salen muchos planes, muchos aumentos, trabajo", dijo Nadia. Ella frunció el ceño respecto del espíritu del "voto a los 16": "dicen que podemos votar; pero lo único que les importa es que le demos el voto; a nadie le importa la opinión de los chicos de 16 años".

También opinaron así Sofía y Exequiel. "Siempre están sacando planes para tener más votos. Compran gente con bolsones; se aprovechan de la necesidad, de la pobreza", dijo la primera. "Aunque no esté Cristina, se seguirá comprando a la gente; con bolsones, con planes, con plata", dijo Exequiel.

Otras voces aportaron optimismo. "Estamos viendo la parte negativa; hay que ver lo positivo. Muchas cosas están mal; pero muchas otras están bien. Estoy de acuerdo con el voto a los 16", dijo Melissa. "No podemos pensar mal de los políticos, que te darán plata a cambio. Si del principio pensamos así vamos mal. Somos jóvenes; tenemos que confiar. Si luego sale mal, bueno; pero no podemos pensar así. No sé si iré a votar; pero vamos mal si pensamos que es a cambio de plata", sintetizó Romina. Y con estas palabras se cerró el debate.

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