24 Junio 2013
DESAFÍO. El fiscal López Ávila está a cargo de una causa muy compleja. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (ARCHIVO)
Los días inmediatos a un crimen son fundamentales para que los investigadores encuentren a los responsables. La premisa es aceptada en todo el mundo, y lo sabe claramente el fiscal de Instrucción Diego López Ávila, que tiene a su cargo, desde principios de junio, la investigación por el homicidio de Paulina Lebbos.
"Después de siete años, producir la prueba será difícil. El paso del tiempo va en detrimento. Por ejemplo, en el lugar donde se encontró el cuerpo no se podrá hacer ya ninguna pericia", manifestó el fiscal.
A pesar de ese inconveniente, López Ávila confía en que podrá avanzar en la investigación. Para ello, desde hoy habilitará una oficina especial en la que trabajará el equipo de la fiscalía que designó (integrado por la secretaria Constanza Vázquez, el prosecretario Guillermo Taylor y la ayudante fiscal Mariana Stein).
La declaración de Lebbos
Hoy a las 10, el fiscal escuchará al padre de Paulina, Alberto Lebbos, quien le pedirá que investigue a los funcionarios políticos, judiciales y policiales que habrían colaborado para el crimen permanezca impune.
"Voy a pedir que se profundicen todas las líneas de investigación", dijo Lebbos, quien no quiso adelantar si aportará las pruebas que tiene guardadas en una caja fuerte, según afirmó hace 15 días en una conferencia de prensa. "Diré lo que tenga que decir", se limitó a decir el hombre.
Paulina desapareció el 26 de febrero de 2006 y su cuerpo fue hallado a la vera de la ruta 341, a la altura de la localidad de Tapia. El caso fue investigado por los fiscales Alejandro Noguera y Carlos Albaca, hasta principios de junio, cuando Albaca renunció a la pesquisa y el expediente fue girado a López Ávila.
Fuentes tribunalicias manifestaron que la causa tiene más de 12.000 fojas, las cuales fueron remitidas a la nueva fiscalía recién el lunes. Además, aún quedan cajas con distintos secuestros que no fueron aún enviadas por Albaca.
La declaración de Lebbos será la segunda que escuchará el fiscal sobre el caso. El 7 de junio a la noche, López Ávila recibió a un testigo que dijo estar siendo intimidado por los datos que conocía sobre el crimen de Paulina.
El hombre habría escuchado hace un par de meses detalles precisos del lugar en el que habría ocurrido el crimen, quiénes habrían participado y cuál fue la maniobra para deshacerse del cuerpo.
Esa versión es una de las ocho hipótesis que se encuentran en la causa, y que vinculan a los "hijos del poder", como los definió Lebbos.
"Vamos a indagar esa hipótesis, como lo haremos con todas las que lleguen a la fiscalía. Así como apareció este testigo pueden aparecer muchos más, y nuestro deber es investigar a fondo", dijo el fiscal.
La presión social que hay sobre el caso no amedrentará a los investigadores, según dijo el fiscal. "No voy a permitir ninguna injerencia de afuera. Ni del poder político ni de nadie. No toleraré presiones de ningún tipo. Estoy convencido de que la verdad saldrá de la investigación del Ministerio Público. Sé que es difícil, pero es mi deber hacerlo", aseguró López Ávila.
El equipo de investigadores avanzará desde hoy como si estuvieran en el día 0 del crimen, y no se descarta que sean citados a declarar nuevamente Virginia Mercado (la última persona que dijo haberla visto con vida esa noche), César Soto (el ex novio de Paulina que renunció hace una semana a su rol de querellante) y a todas las personas mencionadas en las diversas hipótesis. También volverían a tribunales los hermanos Sergio y Marcelo Goitea, quienes hallaron el cuerpo de la joven.
"Después de siete años, producir la prueba será difícil. El paso del tiempo va en detrimento. Por ejemplo, en el lugar donde se encontró el cuerpo no se podrá hacer ya ninguna pericia", manifestó el fiscal.
A pesar de ese inconveniente, López Ávila confía en que podrá avanzar en la investigación. Para ello, desde hoy habilitará una oficina especial en la que trabajará el equipo de la fiscalía que designó (integrado por la secretaria Constanza Vázquez, el prosecretario Guillermo Taylor y la ayudante fiscal Mariana Stein).
La declaración de Lebbos
Hoy a las 10, el fiscal escuchará al padre de Paulina, Alberto Lebbos, quien le pedirá que investigue a los funcionarios políticos, judiciales y policiales que habrían colaborado para el crimen permanezca impune.
"Voy a pedir que se profundicen todas las líneas de investigación", dijo Lebbos, quien no quiso adelantar si aportará las pruebas que tiene guardadas en una caja fuerte, según afirmó hace 15 días en una conferencia de prensa. "Diré lo que tenga que decir", se limitó a decir el hombre.
Paulina desapareció el 26 de febrero de 2006 y su cuerpo fue hallado a la vera de la ruta 341, a la altura de la localidad de Tapia. El caso fue investigado por los fiscales Alejandro Noguera y Carlos Albaca, hasta principios de junio, cuando Albaca renunció a la pesquisa y el expediente fue girado a López Ávila.
Fuentes tribunalicias manifestaron que la causa tiene más de 12.000 fojas, las cuales fueron remitidas a la nueva fiscalía recién el lunes. Además, aún quedan cajas con distintos secuestros que no fueron aún enviadas por Albaca.
La declaración de Lebbos será la segunda que escuchará el fiscal sobre el caso. El 7 de junio a la noche, López Ávila recibió a un testigo que dijo estar siendo intimidado por los datos que conocía sobre el crimen de Paulina.
El hombre habría escuchado hace un par de meses detalles precisos del lugar en el que habría ocurrido el crimen, quiénes habrían participado y cuál fue la maniobra para deshacerse del cuerpo.
Esa versión es una de las ocho hipótesis que se encuentran en la causa, y que vinculan a los "hijos del poder", como los definió Lebbos.
"Vamos a indagar esa hipótesis, como lo haremos con todas las que lleguen a la fiscalía. Así como apareció este testigo pueden aparecer muchos más, y nuestro deber es investigar a fondo", dijo el fiscal.
La presión social que hay sobre el caso no amedrentará a los investigadores, según dijo el fiscal. "No voy a permitir ninguna injerencia de afuera. Ni del poder político ni de nadie. No toleraré presiones de ningún tipo. Estoy convencido de que la verdad saldrá de la investigación del Ministerio Público. Sé que es difícil, pero es mi deber hacerlo", aseguró López Ávila.
El equipo de investigadores avanzará desde hoy como si estuvieran en el día 0 del crimen, y no se descarta que sean citados a declarar nuevamente Virginia Mercado (la última persona que dijo haberla visto con vida esa noche), César Soto (el ex novio de Paulina que renunció hace una semana a su rol de querellante) y a todas las personas mencionadas en las diversas hipótesis. También volverían a tribunales los hermanos Sergio y Marcelo Goitea, quienes hallaron el cuerpo de la joven.