27 Junio 2013
MIEDO. Víctor Quiroga relató que forzaron la puerta, lo arrastraron hacia adentro y que a su hijo le apuntaron con un revólver en la cabeza. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ
Es uno de los artistas más prestigiosos de Tucumán, pero eso no lo salvó de ser asaltado y pateado en el piso por tres delincuentes que se metieron por la fuerza a su casa. Según sostuvo el propio Víctor Quiroga, los ladrones gozan de la protección policial.
El hecho ocurrió hace 12 días (el sábado 15 de junio) y hasta el martes pasado no había llegado ninguna notificación de la Policía al despacho de la fiscala Marta Mariana Rivadeneira, aseguró el artista plástico.
Un empujón
Cuando aquella mañana sonó el timbre en la casa de Quiroga, ubicada en el barrio Gráfico II, el pintor pensó que era su empleada doméstica y abrió la puerta sin preguntar. Pero del otro recibió el empujón de un encapuchado y sus dos cómplices. Entonces el artista corrió hacia la siguiente puerta para impedir que los delincuentes ingresaran. "Me tiré sobre la puerta y no dejaba que entraran, pero me arrastraron hasta adentro. Ahí vi que uno tenía un revólver", recordó. Al llegar al comedor, lo ataron de pies y manos con un cable, para luego propinarle varias patadas en el suelo. "Cuando mi hijo escuchó que me estaban golpeando salió a defenderme, pero le pusieron un arma en la cabeza y también lo ataron", relató el artista.
Los ladrones buscaban desesperados una caja fuerte que Quiroga aseguró que no existe. El pintor trataba de convencerlos de que no tenía dinero, cuando uno de los delincuentes le advirtió: "callate Víctor, te vamos a hacer re cagar". Esas palabras le bastaron al artista para reconocer al agresor, a quien luego denunció en la Dirección General de Investigaciones. Después de golpearlo durante 10 minutos, los asaltantes se fueron con dos computadoras, dos celulares y dos cámaras fotográficas, además de algunos billetes que tenía guardados el artista. "Acababa de vender un cuadro, pero no era mucha plata y ya había pagado varias deudas", explicó Quiroga, convencido de que alguien lo entregó.
El pintor denunció con nombre y apellido al asaltante y a la mujer que -según él- lo entregó. Pero hasta ayer no hubo allanamientos ordenados por la fiscala Rivadeneira. "Quiero denunciar que gente de la Brigada de Investigaciones le está dando dando protección e información a los delincuentes. La gente a la que denuncié se enteró de todo lo que está pasando con los movimientos en la Justicia", aseguró.
El hecho ocurrió hace 12 días (el sábado 15 de junio) y hasta el martes pasado no había llegado ninguna notificación de la Policía al despacho de la fiscala Marta Mariana Rivadeneira, aseguró el artista plástico.
Un empujón
Cuando aquella mañana sonó el timbre en la casa de Quiroga, ubicada en el barrio Gráfico II, el pintor pensó que era su empleada doméstica y abrió la puerta sin preguntar. Pero del otro recibió el empujón de un encapuchado y sus dos cómplices. Entonces el artista corrió hacia la siguiente puerta para impedir que los delincuentes ingresaran. "Me tiré sobre la puerta y no dejaba que entraran, pero me arrastraron hasta adentro. Ahí vi que uno tenía un revólver", recordó. Al llegar al comedor, lo ataron de pies y manos con un cable, para luego propinarle varias patadas en el suelo. "Cuando mi hijo escuchó que me estaban golpeando salió a defenderme, pero le pusieron un arma en la cabeza y también lo ataron", relató el artista.
Los ladrones buscaban desesperados una caja fuerte que Quiroga aseguró que no existe. El pintor trataba de convencerlos de que no tenía dinero, cuando uno de los delincuentes le advirtió: "callate Víctor, te vamos a hacer re cagar". Esas palabras le bastaron al artista para reconocer al agresor, a quien luego denunció en la Dirección General de Investigaciones. Después de golpearlo durante 10 minutos, los asaltantes se fueron con dos computadoras, dos celulares y dos cámaras fotográficas, además de algunos billetes que tenía guardados el artista. "Acababa de vender un cuadro, pero no era mucha plata y ya había pagado varias deudas", explicó Quiroga, convencido de que alguien lo entregó.
El pintor denunció con nombre y apellido al asaltante y a la mujer que -según él- lo entregó. Pero hasta ayer no hubo allanamientos ordenados por la fiscala Rivadeneira. "Quiero denunciar que gente de la Brigada de Investigaciones le está dando dando protección e información a los delincuentes. La gente a la que denuncié se enteró de todo lo que está pasando con los movimientos en la Justicia", aseguró.
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