28 Junio 2013
PRECAUCIÓN. Un sector de las pasarelas fue cerrado al público porque las aguas pasaban por encima. DYN
No todo es malo en las Cataratas. Es verdad que la creciente de los ríos Paraná e Iguazú obligó a cerrar rutas en Misiones y a clausurar sectores del Parque Nacional. Pero de a poco la situación parece empezar a normalizarse. El agua está bajando y es posible que en no muchos días más la furia de las aguas sea solo un mal recuerdo. De todos modos, hay turistas que tenían pensado viajar a esa región en los próximos días y que ahora empezaron a dudarlo. Algunos, incluso, decidieron cambiar de destino.
De acuerdo con registros del comportamiento de los ríos en la zona, el aumento vertiginoso del nivel es el más importante de los últimos 16 años. Sin embargo, el gerente de Operaciones del Parque Nacional, Marcelo Zuliani, dijo que hubo crecidas más importantes y recordó que en 2005 también se produjeron inconvenientes en el paseo Garganta del Diablo. Pese a todo, afirmó que el pico de los ríos Paraná e Iguazú ya pasó y que la situación se está normalizando.
Además, voceros de la empresa Iguazú Argentina explicaron que el cierre del circuito (pero no de todo el resto del parque) se debe a motivos de seguridad. Lo que se hizo fue implementar el protocolo de emergencia que incluye el rebatimiento de las pasarelas que conducen a la Garganta (el principal atractivo) y a la isla San Martín para evitar la destrucción total de la estructura y facilitar la reapertura al día siguiente de que se registre la normalización del caudal del río. Ayer, el Parque abrió sus puertas con normalidad y sólo se mantuvo cerrada esa pasarela. El resto del parque se puede visitar sin problemas y el hecho que haya llovido tanto hasta tiene un lado positivo: "Desde el sábado, los circuitos Inferior y Superior se encuentran en su máximo esplendor", destacó Zuliani.
Si bien las condiciones de los ríos Paraná e Iguazú tienden a estabilizarse, según el pronóstico meteorológico se espera para los próximos días nuevas lluvias en la zona norte de Misiones y en las altas cuencas de Brasil, lo cual podría provocar nuevos incrementos en los caudales.
Los viajeros
Las vacaciones de invierno están cada vez más cerca y es tentadora la posibilidad de admirar es su máximo esplendor estas caídas de agua. Eso les plantea a sus clientes Luis Gamboa, de Junaza Viajes, operador turístico que trabaja habitualmente Cataratas como destino. "Desde ayer hemos recibidos algunas consultas. Nosotros les explicamos que en una semana todo puede cambiar. Algunos pasajeros prefieren esperar; otros han decidido modificar su destino", informó.
Por su parte, Jaime Collado, de la agencia Coltravel, contó que si bien recibieron consultas, la gran mayoría de sus pasajeros decidió tomar las cosas con calma. "Les explicamos que no hay que alarmarse. Por un lado, todos los informes dicen que en una semana la situación climática estará normalizada. Por otra parte, el único lugar del parque al que no se puede acceder es la Garganta del Diablo, del lado argentino. Pero del lado brasileño se la ve perfectamente. Nuestros clientes decidieron esperar", dijo Collado.
Últimos registros
El caudal del río Iguazú tuvo una fuerte disminución, que se estabilizó en 11.300 metros cúbicos por segundo tras alcanzar los 17.600 metros cúbicos el martes cerca de la medianoche.
Según informó el diario Clarín, en Misiones son pocas las familias que tuvieron que ser evacuadas, ya que tanto el río Paraná como el Iguazú corren encajonados entre altas barrancas, lo cual impide su desborde más allá de la excepcional creciente. Andrés Lanfiutti, guardaparque de Iguazú, precisó que lo habitual es que el volumen de agua que llega a las Cataratas sea de 1.500 metros cúbicos de agua por segundo, pero que llegaron a tener 17.000 metros cúbicos por segundo, según publicó La Nación.
El río Iguazú alcanzó ayer una altura de 34 metros -cuando lo normal son 12- en tanto que el acceso a la zona portuaria de esa zona fue clausurado, debido a las intensas lluvias en el sur de Brasil que habrían determinado la apertura de las compuertas de una importante represa hidroeléctrica ubicada a unos 600 kilómetros de Curitiba, en el país vecino.
De acuerdo con registros del comportamiento de los ríos en la zona, el aumento vertiginoso del nivel es el más importante de los últimos 16 años. Sin embargo, el gerente de Operaciones del Parque Nacional, Marcelo Zuliani, dijo que hubo crecidas más importantes y recordó que en 2005 también se produjeron inconvenientes en el paseo Garganta del Diablo. Pese a todo, afirmó que el pico de los ríos Paraná e Iguazú ya pasó y que la situación se está normalizando.
Además, voceros de la empresa Iguazú Argentina explicaron que el cierre del circuito (pero no de todo el resto del parque) se debe a motivos de seguridad. Lo que se hizo fue implementar el protocolo de emergencia que incluye el rebatimiento de las pasarelas que conducen a la Garganta (el principal atractivo) y a la isla San Martín para evitar la destrucción total de la estructura y facilitar la reapertura al día siguiente de que se registre la normalización del caudal del río. Ayer, el Parque abrió sus puertas con normalidad y sólo se mantuvo cerrada esa pasarela. El resto del parque se puede visitar sin problemas y el hecho que haya llovido tanto hasta tiene un lado positivo: "Desde el sábado, los circuitos Inferior y Superior se encuentran en su máximo esplendor", destacó Zuliani.
Si bien las condiciones de los ríos Paraná e Iguazú tienden a estabilizarse, según el pronóstico meteorológico se espera para los próximos días nuevas lluvias en la zona norte de Misiones y en las altas cuencas de Brasil, lo cual podría provocar nuevos incrementos en los caudales.
Los viajeros
Las vacaciones de invierno están cada vez más cerca y es tentadora la posibilidad de admirar es su máximo esplendor estas caídas de agua. Eso les plantea a sus clientes Luis Gamboa, de Junaza Viajes, operador turístico que trabaja habitualmente Cataratas como destino. "Desde ayer hemos recibidos algunas consultas. Nosotros les explicamos que en una semana todo puede cambiar. Algunos pasajeros prefieren esperar; otros han decidido modificar su destino", informó.
Por su parte, Jaime Collado, de la agencia Coltravel, contó que si bien recibieron consultas, la gran mayoría de sus pasajeros decidió tomar las cosas con calma. "Les explicamos que no hay que alarmarse. Por un lado, todos los informes dicen que en una semana la situación climática estará normalizada. Por otra parte, el único lugar del parque al que no se puede acceder es la Garganta del Diablo, del lado argentino. Pero del lado brasileño se la ve perfectamente. Nuestros clientes decidieron esperar", dijo Collado.
Últimos registros
El caudal del río Iguazú tuvo una fuerte disminución, que se estabilizó en 11.300 metros cúbicos por segundo tras alcanzar los 17.600 metros cúbicos el martes cerca de la medianoche.
Según informó el diario Clarín, en Misiones son pocas las familias que tuvieron que ser evacuadas, ya que tanto el río Paraná como el Iguazú corren encajonados entre altas barrancas, lo cual impide su desborde más allá de la excepcional creciente. Andrés Lanfiutti, guardaparque de Iguazú, precisó que lo habitual es que el volumen de agua que llega a las Cataratas sea de 1.500 metros cúbicos de agua por segundo, pero que llegaron a tener 17.000 metros cúbicos por segundo, según publicó La Nación.
El río Iguazú alcanzó ayer una altura de 34 metros -cuando lo normal son 12- en tanto que el acceso a la zona portuaria de esa zona fue clausurado, debido a las intensas lluvias en el sur de Brasil que habrían determinado la apertura de las compuertas de una importante represa hidroeléctrica ubicada a unos 600 kilómetros de Curitiba, en el país vecino.
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