Ataque y masiva fuga de presos de Abu Ghraib

Miembros de Al Qaeda se escaparon de la cárcel, famosa por los abusos a sus prisioneros.

23 Julio 2013
BAGDAD/MOSUL.- Cientos de presos, incluidos altos miembros de Al Qaeda, se escaparon de la cárcel iraquí de Abu Ghraib mientras sus camaradas lanzaban un asalto de estilo militar para liberarlos. El asalto letal contra la prisión de alta seguridad tuvo lugar mientras los extremistas suníes están recuperando fuerza en su insurgencia contra el Gobierno liderado por los chiíes, que llegaron al poder tras la invasión de Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein.

Atacantes suicidas condujeron coches cargados con explosivos hasta las puertas de la prisión en las afueras de Bagdad el domingo por la noche e hicieron estallar la carga mientras se dirigían hacia el complejo, al tiempo que hombres armados atacaron a los guardias con morteros y lanzagranadas.

Otros extremistas tomaron posiciones cerca de la carretera principal combatiendo a los refuerzos de seguridad enviados desde Bagdad y varios extremistas con chalecos explosivos entraban en la prisión para ayudar a liberar a los presos.

Diez policías y cuatro extremistas murieron en los enfrentamientos posteriores, que continuaron ayer por la mañana, cuando llegaron helicópteros para ayudar a recuperar el control.

Pero para entonces, cientos de presos habían conseguido fugarse de Abu Ghraib, la prisión que se hizo famosa hace una década por las fotografías que mostraban abusos a prisioneros por parte de soldados estadounidenses.

"El número de presos fugados ha alcanzado los 500, la mayoría de ellos eran altos miembros de Al Qaeda y tenían sentencias de muerte", dijo Hakim Al-Zamili, un integrante del comité de seguridad y defensa en el Parlamento.

"Obviamente es un ataque terrorista llevado a cabo por Al Qaeda para liberar a presos terroristas de Al Qaeda", aseguró un funcionario.

Otro ataque simultáneo en otra prisión, en Taji, a unos 20 kilómetros al norte de Bagdad, siguió un patrón similar, pero los guardias lograron evitar que hubiera fugas. Murieron 16 soldados y seis activistas. Insurgentes suníes, entre ellos el Estado Islámico de Irak afiliado a Al Qaeda, han tomado impulso en los últimos meses y atacan casi a diario a los chiíes y las fuerzas de seguridad. Los ataques de suicidas con bomba son la marca de Al Qaeda, que se ha reagrupado en Mosul, la tercera ciudad iraquí. (Reuters)

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