07 Agosto 2013
Desde hace años, la historia se repite para desdicha de los tucumanos. Las acciones y las respuestas son casi idénticas. Al promediar julio, en plena zafra, comienzan los incendios de cañaverales y de pastizales. Esta práctica deleznable se intensifica en agosto y continúa con menos fervor hasta fines de noviembre.
El último monitoreo reciente de la Estación Experimental del INTA Famaillá señala que en julio se registraron 471 focos ígneos en la provincia, que marcó el nivel más elevado en los últimos nueve años. La quema de caña de azúcar representó el 57% del total, mientras que el 43% restante se detectó en pastizales, potreros, basurales y otras coberturas vegetales. El informe indica que en julio hubo un incremento del 82% respecto del mismo mes de 2009 (169 fuegos) y un 179% por sobre el promedio histórico de 169 focos. La mayor cantidad de incendios se constataron en los departamentos de Leales, Cruz Alta y Burruyacu. El relevamiento destaca que a lo largo de julio se produjeron 11 heladas a nivel de suelo lo cual influyó en una mayor inflamabilidad de la vegetación.
Entre el viernes y domingo pasados, Defensa Civil recibió alrededor de 74 denuncias de focos de incendios a los servicios de emergencia. "No se detectaron casos con riesgos, pero se mantuvo la cantidad de llamadas, a pesar de la advertencia judicial", afirmó el titular de esa repartición. Un técnico del Programa Cultivos Industriales se preguntó: "¿Son los cañeros los 'malos de la película'? Indudablemente hay cañeros que queman sus cañaverales, pero los relevamientos satelitales de 10 años del INTA Famaillá indican que el 50% de los fuegos se producen sobre caña de azúcar, mientras que la otra mitad se da sobre pastizales, montes, rastrojos de otros cultivos, etcétera". Agregó que son miles los tucumanos que queman algo y contaminan el ambiente.
Los productores le echan la culpa a la gente. "La sociedad nos demonizó, pero no son los cañeros los que queman. Al 90% de los productores no les interesa incendiar sus plantaciones porque genera pérdidas. Además, la mayoría utiliza máquinas para pelar la caña", dijo el titular del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán. Tras las declaraciones del primer mandatario que no sabía qué hacer para darle una solución el problema, se anunció que el Gobierno aplicará la ley que entró en vigencia en 2007; sorprendentemente en seis años no se conoce que alguien haya sido sancionado por este delito.
Hace pocos días, publicamos una impactante foto de un tractor incendiándose, ante la impotencia de un productor que había incendiado su plantación y el viento se le había vuelto en su contra. El domingo, en nuestra portada, una imagen mostraba una cosechadora en Juan Bautista Alberdi que esperaba que cediera el incendio del cañaveral para entrar en acción.
Un directivo de Trasnoa dijo que en Jujuy y en Salta, donde hay industrias azucareras, no existe este problema. De acuerdo con el informe del INTA Famaillá, surge hay un 50% de focos ígneos en cañaverales, que tienen identidad, salvo que el Estado no sepa a quiénes pertenecen, lo cual sería muy grave. Si los cañeros no son los que queman, si la responsabilidad tampoco es del Estado, si es la gente la que quema, si es un problema de todos, significa que no es de nadie. Y si no es de nadie, ¿quiere decir que las leyes carecen de sentido en Tucumán?
El último monitoreo reciente de la Estación Experimental del INTA Famaillá señala que en julio se registraron 471 focos ígneos en la provincia, que marcó el nivel más elevado en los últimos nueve años. La quema de caña de azúcar representó el 57% del total, mientras que el 43% restante se detectó en pastizales, potreros, basurales y otras coberturas vegetales. El informe indica que en julio hubo un incremento del 82% respecto del mismo mes de 2009 (169 fuegos) y un 179% por sobre el promedio histórico de 169 focos. La mayor cantidad de incendios se constataron en los departamentos de Leales, Cruz Alta y Burruyacu. El relevamiento destaca que a lo largo de julio se produjeron 11 heladas a nivel de suelo lo cual influyó en una mayor inflamabilidad de la vegetación.
Entre el viernes y domingo pasados, Defensa Civil recibió alrededor de 74 denuncias de focos de incendios a los servicios de emergencia. "No se detectaron casos con riesgos, pero se mantuvo la cantidad de llamadas, a pesar de la advertencia judicial", afirmó el titular de esa repartición. Un técnico del Programa Cultivos Industriales se preguntó: "¿Son los cañeros los 'malos de la película'? Indudablemente hay cañeros que queman sus cañaverales, pero los relevamientos satelitales de 10 años del INTA Famaillá indican que el 50% de los fuegos se producen sobre caña de azúcar, mientras que la otra mitad se da sobre pastizales, montes, rastrojos de otros cultivos, etcétera". Agregó que son miles los tucumanos que queman algo y contaminan el ambiente.
Los productores le echan la culpa a la gente. "La sociedad nos demonizó, pero no son los cañeros los que queman. Al 90% de los productores no les interesa incendiar sus plantaciones porque genera pérdidas. Además, la mayoría utiliza máquinas para pelar la caña", dijo el titular del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán. Tras las declaraciones del primer mandatario que no sabía qué hacer para darle una solución el problema, se anunció que el Gobierno aplicará la ley que entró en vigencia en 2007; sorprendentemente en seis años no se conoce que alguien haya sido sancionado por este delito.
Hace pocos días, publicamos una impactante foto de un tractor incendiándose, ante la impotencia de un productor que había incendiado su plantación y el viento se le había vuelto en su contra. El domingo, en nuestra portada, una imagen mostraba una cosechadora en Juan Bautista Alberdi que esperaba que cediera el incendio del cañaveral para entrar en acción.
Un directivo de Trasnoa dijo que en Jujuy y en Salta, donde hay industrias azucareras, no existe este problema. De acuerdo con el informe del INTA Famaillá, surge hay un 50% de focos ígneos en cañaverales, que tienen identidad, salvo que el Estado no sepa a quiénes pertenecen, lo cual sería muy grave. Si los cañeros no son los que queman, si la responsabilidad tampoco es del Estado, si es la gente la que quema, si es un problema de todos, significa que no es de nadie. Y si no es de nadie, ¿quiere decir que las leyes carecen de sentido en Tucumán?