09 Agosto 2013
LA ENTREVISTA. El presidente Santos dialoga con la prensa en Bogotá. REUTERS
BOGOTÁ.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que si la fuerza de seguridad pública ubicara a "Timochenko", máximo líder de las FARC, la orden sería matarlo, pero no descartó la posibilidad de hablar con el jefe guerrillero para conseguir la paz.
En una entrevista con la emisora La FM, Santos explicó que la orden para las fuerzas militares es "mantener la ofensiva" para combatir a los grupos ilegales en todo el país, que vive desde hace cinco décadas un conflicto armado interno en el que han perdido la vida más de 200.000 personas.
"Si (las fuerzas militares) ven cualquier miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la orden es darlo de baja", expresó el mandatario, quien afirmó que la instrucción incluiría a Rodrigo Londoño, verdadera identidad de "Timochenko".
Sin embargo, el jefe de Estado también dijo estar dispuesto a reunirse con el líder guerrillero si fuera necesario para lograr la paz y señaló que entiende el escepticismo de los colombianos sobre las intenciones de las FARC de llegar a un acuerdo.
"La historia nos ha enseñado a no creer en las FARC, por eso el pesimismo de los colombianos", resaltó el presidente al referirse al proceso de paz que su Gobierno lleva adelante con esa guerrilla desde noviembre pasado en Cuba.
Asimismo, el mandatario colombiano reiteró que no existe la posibilidad de que haya un alto el fuego de parte del gobierno hasta que se llegue a un acuerdo final en La Habana.
En noviembre de 2011, en medio de los primeros acercamientos entre el Gobierno colombiano y las FARC, el presidente dio la "difícil" orden para atacar al entonces máximo jefe de esa guerrilla, Guillermo Sáenz, alias "Alfonso Cano", quien murió en un bombardeo en un sector montañoso del departamento de Cauca (suroeste del país). Pero, las fuerza guerrillera no suspendió los contactos después de ese ataque del Ejército y en febrero de 2012, bajo la dirección de "Timochenko", iniciaron reuniones secretas en Cuba con representantes del gobierno de Santos que finalizaron en agosto de ese año con la firma de un acuerdo marco que estableció la instalación de una mesa formal de negociaciones. Sin embargo, el proceso de diálogo avanza lentamente y muchos dudan que finalice exitosamente. (DPA)
En una entrevista con la emisora La FM, Santos explicó que la orden para las fuerzas militares es "mantener la ofensiva" para combatir a los grupos ilegales en todo el país, que vive desde hace cinco décadas un conflicto armado interno en el que han perdido la vida más de 200.000 personas.
"Si (las fuerzas militares) ven cualquier miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la orden es darlo de baja", expresó el mandatario, quien afirmó que la instrucción incluiría a Rodrigo Londoño, verdadera identidad de "Timochenko".
Sin embargo, el jefe de Estado también dijo estar dispuesto a reunirse con el líder guerrillero si fuera necesario para lograr la paz y señaló que entiende el escepticismo de los colombianos sobre las intenciones de las FARC de llegar a un acuerdo.
"La historia nos ha enseñado a no creer en las FARC, por eso el pesimismo de los colombianos", resaltó el presidente al referirse al proceso de paz que su Gobierno lleva adelante con esa guerrilla desde noviembre pasado en Cuba.
Asimismo, el mandatario colombiano reiteró que no existe la posibilidad de que haya un alto el fuego de parte del gobierno hasta que se llegue a un acuerdo final en La Habana.
En noviembre de 2011, en medio de los primeros acercamientos entre el Gobierno colombiano y las FARC, el presidente dio la "difícil" orden para atacar al entonces máximo jefe de esa guerrilla, Guillermo Sáenz, alias "Alfonso Cano", quien murió en un bombardeo en un sector montañoso del departamento de Cauca (suroeste del país). Pero, las fuerza guerrillera no suspendió los contactos después de ese ataque del Ejército y en febrero de 2012, bajo la dirección de "Timochenko", iniciaron reuniones secretas en Cuba con representantes del gobierno de Santos que finalizaron en agosto de ese año con la firma de un acuerdo marco que estableció la instalación de una mesa formal de negociaciones. Sin embargo, el proceso de diálogo avanza lentamente y muchos dudan que finalice exitosamente. (DPA)
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