10 Agosto 2013
CRITICADO. Diego Ceballos fue otro de los que falló seriamente.
BUENOS AIRES.- Eso de ser siempre (siempre) villanos lo tienen bien asumido. Pero esta vez la bola de nieve se agigantó y por errores cada más graves los dedos acusadores no paran de caerle encima. Los árbitros están bajo la lupa como nunca en el fútbol argentino.
Lo de Carlos Maglio fue la gota que rebasó el vaso. En realidad, lo suyo en Córdoba fue más bien un mar de yerros que provocaron su suspensión para dirigir en la fecha 3 del torneo Inicial. El juez que convalidó a costas del asistente Ariel Scime dos off sides inexistentes en los goles de Jorge Velázquez para Belgrano, venía de marcar un fuera de juego luego de un lateral en el duelo Independiente-Brown de Adrogué.
Después, fue el mismo Maglio el que confirmó las amenazas de muerte que recibió vía celular, todos con números con característica de Córdoba. "Alguna página de internet publicó los teléfonos y con la psicosis que vivimos, parece que uno no se puede equivocar", dijo el árbitro luego de reconocer sus propias equivocaciones.
Lo cierto es que recién pasaron dos fechas del torneo y los fallos arbitrales ya cobraron principal protagonismo, algo que siempre le caerá mal al fútbol.
Además de Maglio, el que estuvo en el ojo de la tormenta en la primera fecha fue Diego Ceballos, que pasó de cobrar un penal algo dudoso de Jonathan Maidana sobre FedericoRasic en Gimnasia LP-River, a ignorar dos serias infracciones de Argentinos que favorecerían con penales a Colón. Ramón Díaz fue quien lo acusó sin pelos en la lengua. "Nos tiene de hijo", dijo el DT "millonario", sentido por la derrota en "El Bosque". Y, como Maglio, Ceballos no zafó de las amenazas y afirmó que el jueves por la noche tres personas ser acercaron a su domicilio particular para apretarlo.
Y la lista no se termina. En Quilmes-Godoy Cruz el tucumano Pedro Argañaraz pasó por arriba una dura falta sobre Facundo Castillón y Juan Pablo Pompei esquivó el penal evidente tras un planchazo de Diego González sobre Adrián Bastía (en Rafaela-Lanús).
Por ahora las penas solo cayeron en Maglio y su asistente, nada menos que el hijo del Director de Formación Arbitral, Miguel Scime hace menos de un mes oficializado como nuevo titular del Colegio de Árbitros de la AFA en reemplazo de Francisco Lamolina.
Una dura espera
Lo más grave es que en este contexto "negro", lo peor de todo aún puede estar por venir. Es que fue el mismo Scime (padre) quien vaticinó una larga espera hasta encontrar los arbitrajes acordes a las exigencias del fútbol argentino.
"En tres años se cumplirá una renovación total del arbitraje argentino. En este momento estamos por comenzar a tener el nivel que siempre tuvimos", dijo el dirigente.
Pero Scime, a pesar de su augurio, también reconoció a los jueces. "Los árbitros también son felices cuando desarrollan buenas actuaciones y se angustian cuando se equivocan. No les da todo lo mismo, porque son buenos profesionales pero, antes que nada, seres humanos", entendió y dijo que el arbitraje en Argentina, en comparación a otros países, "está bien".
"Sabemos y consideramos que los errores son humanos, pero no es posible quedarse en eso. Si lo hacemos no vamos a mejorar nunca", sintetizó la autoridad de los jueces de negro. (Especial-DyN)
Lo de Carlos Maglio fue la gota que rebasó el vaso. En realidad, lo suyo en Córdoba fue más bien un mar de yerros que provocaron su suspensión para dirigir en la fecha 3 del torneo Inicial. El juez que convalidó a costas del asistente Ariel Scime dos off sides inexistentes en los goles de Jorge Velázquez para Belgrano, venía de marcar un fuera de juego luego de un lateral en el duelo Independiente-Brown de Adrogué.
Después, fue el mismo Maglio el que confirmó las amenazas de muerte que recibió vía celular, todos con números con característica de Córdoba. "Alguna página de internet publicó los teléfonos y con la psicosis que vivimos, parece que uno no se puede equivocar", dijo el árbitro luego de reconocer sus propias equivocaciones.
Lo cierto es que recién pasaron dos fechas del torneo y los fallos arbitrales ya cobraron principal protagonismo, algo que siempre le caerá mal al fútbol.
Además de Maglio, el que estuvo en el ojo de la tormenta en la primera fecha fue Diego Ceballos, que pasó de cobrar un penal algo dudoso de Jonathan Maidana sobre FedericoRasic en Gimnasia LP-River, a ignorar dos serias infracciones de Argentinos que favorecerían con penales a Colón. Ramón Díaz fue quien lo acusó sin pelos en la lengua. "Nos tiene de hijo", dijo el DT "millonario", sentido por la derrota en "El Bosque". Y, como Maglio, Ceballos no zafó de las amenazas y afirmó que el jueves por la noche tres personas ser acercaron a su domicilio particular para apretarlo.
Y la lista no se termina. En Quilmes-Godoy Cruz el tucumano Pedro Argañaraz pasó por arriba una dura falta sobre Facundo Castillón y Juan Pablo Pompei esquivó el penal evidente tras un planchazo de Diego González sobre Adrián Bastía (en Rafaela-Lanús).
Por ahora las penas solo cayeron en Maglio y su asistente, nada menos que el hijo del Director de Formación Arbitral, Miguel Scime hace menos de un mes oficializado como nuevo titular del Colegio de Árbitros de la AFA en reemplazo de Francisco Lamolina.
Una dura espera
Lo más grave es que en este contexto "negro", lo peor de todo aún puede estar por venir. Es que fue el mismo Scime (padre) quien vaticinó una larga espera hasta encontrar los arbitrajes acordes a las exigencias del fútbol argentino.
"En tres años se cumplirá una renovación total del arbitraje argentino. En este momento estamos por comenzar a tener el nivel que siempre tuvimos", dijo el dirigente.
Pero Scime, a pesar de su augurio, también reconoció a los jueces. "Los árbitros también son felices cuando desarrollan buenas actuaciones y se angustian cuando se equivocan. No les da todo lo mismo, porque son buenos profesionales pero, antes que nada, seres humanos", entendió y dijo que el arbitraje en Argentina, en comparación a otros países, "está bien".
"Sabemos y consideramos que los errores son humanos, pero no es posible quedarse en eso. Si lo hacemos no vamos a mejorar nunca", sintetizó la autoridad de los jueces de negro. (Especial-DyN)