11 Agosto 2013
GOLPEADO. Un policía asiste a su colega durante los choques en Belfast. REUTERS
BELFAST.- Una noche de furia y enfrentamientos entre Policías norirlandeses y militantes que apoyan la pertenencia de ese país al Reino Unido concluyó ayer con 56 efectivos y dos civiles heridos.
Los disturbios en el centro de Belfast surgieron después de que manifestantes probritánicos intentaran interrumpir un desfile de republicanos que piden la independencia, oportunidad en la cual se produjeron los primeros incidentes, pero que fueron rápidamente controlados por los agentes con la detención de siete personas.
Luego comenzaron los desmanes más graves, con ataques a los policías con piedras y botellas, varios automóviles incendiados, basura desparramada y numerosos negocios saqueados. La Policía usó carros hidrantes y balas de goma para reprimir la marcha, y vinculó a alborotadores aislados que sólo buscan desatar violencia con los hechos.
El jefe de la fuerza, Matt Baggott, afirmó que fueron actos de "anarquía inconsciente y puro vandalismo" protagonizados por sectores que no tenían interés en llevar a cabo una "protesta pacífica". También prometió que habrá detenciones masivas cuando se identifique a los agresores.
"La violencia y los ataques contra oficiales de la Policía fueron vergonzosos. El desorden en las calles es un paso atrás enormemente lamentable", afirmó la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.
El conflicto político lo protagonizan los protestantes que quieren que Irlanda del Norte siga siendo parte de Gran Bretaña, y los católicos, que quieren pertenecer a la República de Irlanda (controla el sur de la isla).
La manifestación republicana fue convocada en recuerdo de una amplia operación policial de 1971, en la que fueron detenidas 340 personas en barrios católicos, supuestos miembros o simpatizantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Los apresados fueron los primeros en ser encarcelados sin garantías judiciales ni proceso penal, en virtud de una legislación británica que comenzaba a regir en ese momento. En total, más de 3.600 personas murieron y más de 35.000 resultaron heridas en el conflicto con el IRA. (Reuters-DPA-Télam)
Los disturbios en el centro de Belfast surgieron después de que manifestantes probritánicos intentaran interrumpir un desfile de republicanos que piden la independencia, oportunidad en la cual se produjeron los primeros incidentes, pero que fueron rápidamente controlados por los agentes con la detención de siete personas.
Luego comenzaron los desmanes más graves, con ataques a los policías con piedras y botellas, varios automóviles incendiados, basura desparramada y numerosos negocios saqueados. La Policía usó carros hidrantes y balas de goma para reprimir la marcha, y vinculó a alborotadores aislados que sólo buscan desatar violencia con los hechos.
El jefe de la fuerza, Matt Baggott, afirmó que fueron actos de "anarquía inconsciente y puro vandalismo" protagonizados por sectores que no tenían interés en llevar a cabo una "protesta pacífica". También prometió que habrá detenciones masivas cuando se identifique a los agresores.
"La violencia y los ataques contra oficiales de la Policía fueron vergonzosos. El desorden en las calles es un paso atrás enormemente lamentable", afirmó la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.
El conflicto político lo protagonizan los protestantes que quieren que Irlanda del Norte siga siendo parte de Gran Bretaña, y los católicos, que quieren pertenecer a la República de Irlanda (controla el sur de la isla).
La manifestación republicana fue convocada en recuerdo de una amplia operación policial de 1971, en la que fueron detenidas 340 personas en barrios católicos, supuestos miembros o simpatizantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Los apresados fueron los primeros en ser encarcelados sin garantías judiciales ni proceso penal, en virtud de una legislación británica que comenzaba a regir en ese momento. En total, más de 3.600 personas murieron y más de 35.000 resultaron heridas en el conflicto con el IRA. (Reuters-DPA-Télam)