Un golazo al ángulo. Un par de esposas bien apretadas. El viento en la cara en una escalada por izquierda hasta el banderín del córner. El pesado aire del encierro... Para algunos futbolistas la gloria es la cancha y el infierno, ese desliz de haber estado preso, al menos por unas horas.
¿Preso? Sí; ni el botín ni los colores salvan las papas cuando a los jugadores les llega la hora. Una causa cae sobre sus espaldas y el fútbol no los ampara. Todo lo contrario. Cuando alguno pasa de figurar en las páginas de deportes a copar las de policiales, el hecho repercute en el mundo entero señalándolo de la peor manera. Merecidamente, o no, claro, pero siempre es el preso más famoso.
Sobran casos alrededor del planeta, porque los excesos son nota del ambiente de la redonda de la cancha para afuera, y a veces pasar el límite a ellos no les cuesta para nada.
Igualmente, los motivos son variados. Agresiones físicas, gestos o comentarios xenófobos, infracciones automovilísticas, encubrimientos de barras, ¡robos, asesinatos y hasta intentos de violación!... Hay de todo en los prontuarios.
Mientras sus casos no se resuelven, pasan horas, días, meses e incluso años y ellos son al menos columna fija en cada medio. Pero, ¿qué pasa después? Una vez cumplida la condena, la vida sigue para ellos. A muchos, de acuerdo al grado de culpabilidad y al tipo de delito, les cuesta demasiado lavar la imagen y nada más se sabe de sus existencias. Para otros, lo pasado pisado y a seguir jugando, donde sea que el destino les tenga preparado "caer".
Aquí se cuentan esas historias y los casos más recordados de jugadores reconocidísimos y otros no tanto; de jugadores y técnicos con manchas imborrables. Pablo Migliore (nuevo arquero de Argentinos) es el que acrecentó los expedientes el último año, pero a lo largo de la historia nombres como el de Héctor Veira, René Higuita, Romario y Lucas Viatri, entre otros, supieron hacer que el ojo del fútbol atravesara las rejas.
"Esposados"
Pablo Migliore
El ex arquero de San Lorenzo fue detenido, imputado de encubrimiento agravado de Maximiliano Mazzaro (barra brava de Boca, por ese entonces prófugo por un crimen). En el penal de Ezeiza pasó 40 días y al quedar libre decidió marcharse a Dinamo Zagreb, en Croacia. Debutó en la final de la Súper Copa de ese país: salió campeón y fue figura pero no soportó la lejanía y volvió a Argentinos Juniors, renovado.
Diego y las drogas...
"Maradona preso por drogas". En 1991 el título conmocionó al fútbol mundial. El astro del fútbol, por ese entonces jugador de Napoli, se encontraba en Argentina suspendido en el club italiano tras dar positivo en el control antidoping cuando una patrulla policial llegó al departamento del cuñado del jugador para detenerlo (entre otros) e incautar medio kilo de cocaína. "Yo no tengo nada que ver con esto", dijo Diego una vez que arribó a la División Patrimonial de Narcotráfico. Sin embargo, ese lejano y olvidado (pero abierto) caso no fue el único por el que Maradona visitó los tribunales. Su problema con el fisco italiano, diferentes agresiones a periodistas y hasta hijos no reconocidos lo involucraron con la Justicia.
Desábato y su sentido de "lo común"
El actual jugador de Estudiantes no la pasó bien cuando en 2005, jugando para Quilmes, fue detenido en San Pablo, Brasil. Dos días en el calabozo estuvo el defensor a causa de un comentario racista (llamó, despectivamente, "negro" al brasileño Grafite) en el duelo contra el local. Su club pagó 4.000 dólares para que pudiera salir de prisión. "Declaró que en Argentina es común insultar a uno u otro y que allá no es delito decirle 'negro' a alguien", les dijo a los periodistas el comisario Dejair Gomes Neto, tras liberarlo.
Los berrinches de Paul Gascoigne
El ex futbolista inglés no tenía la mejor de las famas por su personalidad alborotada y problemática. De mala conducta dentro y fuera del campo, en 2005 fue arrestado por agredir físicamente a un fotógrafo en Liverpool y, en 2008, detenido y recluido (contra su voluntad) conforme a la ley de salud mental de Inglaterra y Gales. Vicios como el alcohol y las drogas se acrecentaron en el ex Newcastle con su retirada.
Bruno, el verdadero horror
El brasileño, ex arquero y capitán de Flamengo, fue condenado en 2010 a cuatro años y medio de prisión por secuestro, lesión corporal y humillación forzada. Pero la condena se acrecentó a 22 años de cárcel el pasado marzo, por lo que se terminó de comprobar fue el asesino de Eliza Samudio, madre de su hijo, cuyo cuerpo fue lanzado a los perros. El arquero también había secuestrado a su bebé Bruninho, por ese entonces, de cuatro meses y aquello fue otro de los detonantes para incrementar la condena.
Lucas Viatri
El delantero de Boca hacía su aparición en el primer equipo allá por 2008, lo que le costó que el dueño de una peluquería de Castelar (Buenos Aires) lo reconociera como uno de los delincuentes que semanas atrás había asaltado su local, llevándose un botín de $5.000, tijeras y navajas importadas. El peluquero inició el proceso judicial y señaló a Lucas como el que apuntó con un arma en la cabeza amenazándolo de muerte. Lucas pasó casi un mes preso en la cárcel de Morón y un año más tarde se perdió la chance de emigrar a Europa porque el Tribunal dijo que debía cumplir dos años y medio de trabajo comunitario, además resarcir económicamente a la víctima. Eso no impidió que el delantero pudiera seguir mostrándose en el "xeneize".
Romario
El crack brasileño pasó una noche preso en una comisaría de Río de Janeiro por no pagar la pensión alimenticia a dos de sus hijos. Era 2009 y su ex mujer, la modelo Mónica Santoro, dio a conocer el caso a las autoridades. Además fue multado y condenado a dos años y medio de prestación de servicios a la comunidad por evasión de impuestos. Meses más tarde "el delantero de los 1000 goles" decidió poner fin a su carrera.
René Higuita
El artífice de "El Escorpión" vivió sus peores momentos en 1993 cuando fue arrestado por estar implicado en un caso de secuestro (el arquero de Colombia medió en la liberación de la hija de un amigo, quien había sido raptada, hecho que estaba prohibido por la ley). Más de seis meses pasó en la cárcel Nacional Modelo de Bogotá, donde hasta realizó una huelga de hambre, porque la reclusión le costaba su participación en el Mundial USA 1994. Al terminar su condena el 1 siguió jugando y haciendo historia con su selección y Atlético Nacional.
Héctor Veira
Lo acusaron de violación contra un menor y el caso Candelmo revolucionó el ambiente a fines de los 80. "Le pedí un autógrafo y me dijo que suba a su casa para darme unas fotos. Y allí me violó", declaró el joven Sebastián. El por ese entonces DT de Vélez fue condenado a seis años de prisión en el penal de Devoto. Pena que se le redujo en 1992 y por la que obtuvo su libertad condicional. En 1998 tuvo que pagar $110.000 por los daños psicológicos ocasionados a Candelmo. Meses más tarde se convirtió en DT de Bolivia y prolongó su carrera.