14 Agosto 2013
"No lo maté, pero la investigación se centró en mi", dijo Carabajal
El docente, imputado en el crimen del joven apodado "Dengue", declaró ayer ante el tribunal y negó haber sido el autor del hecho. Ernesto Navarro recibió cuatro puñaladas en la noche del 21 de diciembre de 2005. En total hay cuatro imputados
EN EL ESTRADO. Los magistrados abrirán hoy la tercera jornada del juicio. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO
"Me duele el alma por el crimen de mi amigo, pero porque a alguien se le ocurrió decir que soy homosexual siguieron con esta acusación", dijo ayer Felipe Daniel Carabajal, quien decidió romper el silencio en el juicio oral en el que está acusado por el homicidio de Ernesto Navarro, conocido como "Dengue".
De esa manera, Carabajal contradijo a Franco Miguel Visuara y a Jorge Marino Díaz (acusados de participación criminal necesaria en el homicidio), quienes habían comentado que en la reunión había habido insinuaciones sexuales de parte de Carabajal, por lo que se retiraron de la casa.
El 21 de diciembre de 2005, Carabajal, Visuara, Díaz, Navarro y Cristian Roberto Bringas estuvieron en una vivienda ubicada en Julio Prebisch 228. Tomaron vino y cerveza, y según la declaración que dieron el lunes Visuara y Díaz, se retiraron alrededor de la 1. Al mediodía fue encontrado el cuerpo de Navarro en un sillón, con cuatro puñaladas en el abdomen.
Carabajal expresó ayer que esa noche se emborrachó y se quedó dormido en una silla. Aseguró que no vio cuando se retiraron Visuara y Díaz, y que se despertó alrededor de las 3.30. Al único que vio fue a Bringas, a quien le dijo que ya era hora de partir y lo acompañó hasta la cocina. Luego se fue a dormir, pensando que Navarro hacía lo mismo.
Un vómito
A los jueces María del Pilar Prieto, Emilio Páez de la Torre y Alicia Freidenberg, Carabajal les contó que se despertó al mediodía y que vio a "Dengue" tirado en el sillón. "Lo toqué y le dije 'levantate'. Le vi una mancha en la panza y pensé que se había vomitado y me asusté. Como no contestaba llamé a la Policía", declaró el acusado.
El hombre afirmó que la última vez que vio con vida a Navarro, en la casa aún estaban los otros tres acusados (Visuara, Díaz y Bringas). "Yo no lo maté, pero la investigación se centró en mí", explicó Carabajal.
Indirectamente, apuntó contra los otros acusados. "Estuvimos juntos tres horas y dicen que de lo único que yo hablaba era de tamaños de penes. Si tanta fobia o desprecio tenían, ¿por qué no se fueron? Yo estaba borracho, ¿no podían vencerme?", cuestionó Carabajal la versión de Visuara y Díaz.
Además, Carabajal negó enfáticamente que sea homosexual. "Siempre tuve parejas mujeres", dijo, aunque agregó que pudo haber tenido sus experiencias en épocas bohemias.
De esa manera, Carabajal contradijo a Franco Miguel Visuara y a Jorge Marino Díaz (acusados de participación criminal necesaria en el homicidio), quienes habían comentado que en la reunión había habido insinuaciones sexuales de parte de Carabajal, por lo que se retiraron de la casa.
El 21 de diciembre de 2005, Carabajal, Visuara, Díaz, Navarro y Cristian Roberto Bringas estuvieron en una vivienda ubicada en Julio Prebisch 228. Tomaron vino y cerveza, y según la declaración que dieron el lunes Visuara y Díaz, se retiraron alrededor de la 1. Al mediodía fue encontrado el cuerpo de Navarro en un sillón, con cuatro puñaladas en el abdomen.
Carabajal expresó ayer que esa noche se emborrachó y se quedó dormido en una silla. Aseguró que no vio cuando se retiraron Visuara y Díaz, y que se despertó alrededor de las 3.30. Al único que vio fue a Bringas, a quien le dijo que ya era hora de partir y lo acompañó hasta la cocina. Luego se fue a dormir, pensando que Navarro hacía lo mismo.
Un vómito
A los jueces María del Pilar Prieto, Emilio Páez de la Torre y Alicia Freidenberg, Carabajal les contó que se despertó al mediodía y que vio a "Dengue" tirado en el sillón. "Lo toqué y le dije 'levantate'. Le vi una mancha en la panza y pensé que se había vomitado y me asusté. Como no contestaba llamé a la Policía", declaró el acusado.
El hombre afirmó que la última vez que vio con vida a Navarro, en la casa aún estaban los otros tres acusados (Visuara, Díaz y Bringas). "Yo no lo maté, pero la investigación se centró en mí", explicó Carabajal.
Indirectamente, apuntó contra los otros acusados. "Estuvimos juntos tres horas y dicen que de lo único que yo hablaba era de tamaños de penes. Si tanta fobia o desprecio tenían, ¿por qué no se fueron? Yo estaba borracho, ¿no podían vencerme?", cuestionó Carabajal la versión de Visuara y Díaz.
Además, Carabajal negó enfáticamente que sea homosexual. "Siempre tuve parejas mujeres", dijo, aunque agregó que pudo haber tenido sus experiencias en épocas bohemias.
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