Por Carlos Páez de la Torre H
23 Agosto 2013
En la historia de la prensa local, merece destacarse el periódico "El Argentino Independiente". Según la cronología de los historiadores Manuel Lizondo Borda y Manuel García Soriano, fue el primero que apareció en Tucumán después de la caída de Juan Manuel de Rosas.
Se estampó en la imprenta nueva -y única- que el Gobierno había adquirido, importada de Valparaíso a Salta por el comerciante Santiago Palacio, según informa Lizondo Borda. Ella reemplazó a la primitiva -y también única- prensa tucumana, traída por Belgrano en 1817, que fue vendida a Santiago del Estero en 1854.
Lamentablemente, no existe una colección de "El Argentino Independiente" en Tucumán. Se conoce sólo un par de ejemplares sueltos, por lo que no puede establecerse hasta qué fecha se editó. Apareció en 1855. Su director era Ruperto San Martín y tenía la redacción en calle 25 de Mayo (hoy Crisóstomo Álvarez) número 32. Se imprimía en cuatro páginas a dos anchas columnas.
En el mensaje a la Legislatura de 1855, el gobernador José María del Campo expresaba que ese periódico, "fundado por empresa particular, ha recibido no obstante protección del Gobierno". Este le facilitaba la imprenta, el papel, y aportaba el sueldo del impresor, como empleado del Estado. En contraprestación, el periódico debía publicar los documentos oficiales.
Pero, aclaraba, "no es oficial ni órgano de las ideas del Gobierno". Se fundó para estimular a quienes propaguen "buenas doctrinas e ideas útiles", y también para que pudieran defenderse los ciudadanos que se sientan "atacados en sus derechos."
Se estampó en la imprenta nueva -y única- que el Gobierno había adquirido, importada de Valparaíso a Salta por el comerciante Santiago Palacio, según informa Lizondo Borda. Ella reemplazó a la primitiva -y también única- prensa tucumana, traída por Belgrano en 1817, que fue vendida a Santiago del Estero en 1854.
Lamentablemente, no existe una colección de "El Argentino Independiente" en Tucumán. Se conoce sólo un par de ejemplares sueltos, por lo que no puede establecerse hasta qué fecha se editó. Apareció en 1855. Su director era Ruperto San Martín y tenía la redacción en calle 25 de Mayo (hoy Crisóstomo Álvarez) número 32. Se imprimía en cuatro páginas a dos anchas columnas.
En el mensaje a la Legislatura de 1855, el gobernador José María del Campo expresaba que ese periódico, "fundado por empresa particular, ha recibido no obstante protección del Gobierno". Este le facilitaba la imprenta, el papel, y aportaba el sueldo del impresor, como empleado del Estado. En contraprestación, el periódico debía publicar los documentos oficiales.
Pero, aclaraba, "no es oficial ni órgano de las ideas del Gobierno". Se fundó para estimular a quienes propaguen "buenas doctrinas e ideas útiles", y también para que pudieran defenderse los ciudadanos que se sientan "atacados en sus derechos."