Es viernes 15 de marzo, y las televisiones de todo el mundo están focalizadas en el encuentro entre el flamante papa Francisco y los cardenales que lo han elegido. El discurso es breve, algo inusual para el milenario protocolo pontificio. En cambio, en su saludo con cada cardenal, Jorge Bergoglio no mezquina tiempo. El encuentro es "uno a uno". Y lo hace en un plano de igualdad: se ha bajado del escalón que históricamente marcaba las jerarquías eclesiales. Cuando el cardenal es un anciano, es Francisco quien se acerca a saludar. El discurso es breve. El saludo a los cardenales, en cambio, ha durado una hora y quince minutos. "Ahí es cuando yo noté que estábamos ante una página totalmente nueva en la historia de la Iglesia católica", enfatiza Yago de la Cierva.
Para Santiago "Yago" de la Cierva, como para muchos periodistas y expertos en comunicación que siguen desde hace años la agenda relativa a la Iglesia Católica y el Vaticano, la irrupción de Francisco es un hecho fascinante. Y si se le pregunta si el Papa argentino debe su éxito a una estrategia comunicacional, él asegura que ahí no hay estrategia. Que no hay marketing.
De la Cierva, un experto español en comunicación preventiva y gestión de crisis, visita Tucumán invitado por la Vicaría de Fe y Cultura del Arzobispado (a cargo del sacerdote Marcelo Barrionuevo) y por la Unsta, donde habló, precisamente, del estilo comunicacional del Papa Francisco. "El comunica porque es humanamente sincero y transparente, aunque a veces haga cosas en contra de la comunicación", afirma el especialista.
- ¿Por ejemplo?
- Por ejemplo, nunca había concedido entrevistas. Y cualquier experto en comunicación le diría; tiene que dar entrevistas a The Guardian, al New York Times, a Le Figaró, a El País, a La Nación, ir público por público, hacerse un calendario, lo que los profesionales de la comunicación le diríamos. Pero Francisco no hace nada de eso. Pero qué pasa: él descubre que lo importante de la comunicación no es nunca la técnica, sino la sinceridad. Hace lo que cree que tiene que hacer, sea o no sea simpático. Y eso, para los periodistas en Roma, es arrebatador. La gente se siente conquistada, porque ve que el Papa no está vendiéndote una milonga; no está haciendo spin (N de la R: tácticas manipulativas de propaganda).
- ¿Cómo es Francisco en el uso de las redes sociales?
- Francisco es buenísimo en la corta distancia, en entablar una relación directa con el interlocutor. Y se ha dado cuenta que sobre todo Twitter es un gran canal, pero no usa las redes sociales como un usuario más. Se ha dado cuenta que su misión de Papa, de pastor, consiste en orientar a las personas. Por Twitter, manda un mensaje una vez al día, o dos o tres veces por semana, depende de las circunstancias. Lo manda en todos los perfiles de lenguas que se han creado, que son alrededor de 25. Y sus tuits responden a sus prioridades: vemos, por ejemplo, el accidente en Santiago de Compostela, o la revolución en El Cairo; y se ve que quien le hace las propuestas está muy cerca de él. Su community manager es una chica joven, una italiana de treinta y pico de años.
- ¿Cómo analiza la empatía entre Francisco y los jóvenes?
- Desde el punto de vista humano, él es una persona sumamente cercana. No lo conozco lo suficiente como para decir que esa sea su personalidad, pero sí que entiende que su misión de pastor consiste en estar muy cerca de la gente; y hace de todo para estarlo. Y esto, con los jóvenes, funciona muy bien, así como la transparencia que irradia.
- ¿Porqué cree que ha sido elegido Bergoglio?
- Me está pidiendo algo altamente arriesgado; que entre en la mente de los cardenales. De todos modos, conociendo como conozco a muchos de ellos, estoy persuadido de que le han dado importancia al hecho de que es un hombre de Dios, de oración, recto, que no estaría dispuesto a transigir con cuestiones como la mala gestión económica o los problemas entre las personas; otro elemento es que él ha sabido escuchar lo que los cardenales decían que hay que hacer; un hombre sin lastre personal, dispuesto a hacer lo que hay que hacer .
- Pongamos que a usted lo llama Francisco para reorganizar la comunicación en El Vaticano. ¿Qué haría?
- Con Francisco todavía no han habido nombramientos, no han habido relevos.
-Pero ha nombrado una comisión para la reforma del Vaticano..
- Pero la comisión no se reúne hasta el 3 de octubre; y se espera que ahí empiece a tomar sus decisiones: mientras tanto, no ha hecho movimientos; lo cual implica mucha inteligencia. Desde el punto de vista de la gestión, y lo digo como alguien que trabaja en una escuela de negocios, la persona que llega y hace cambios inmediatos sin estudiarlos, tiene muy poco talento. La comunicación es un complemento necesario del gobierno, pero es el último escalón de las decisiones de gobierno.