30 Agosto 2013
CENTRAL. Bianchi es el último hombre de la línea "decana". A veces sorprende y sale de atrás con balón dominado.
Las grandes sociedades nacen gracias a pequeños detalles; al aporte desinteresado de cada uno de los accionistas que conforman la empresa. En Atlético, un grupo de 30, confía, está destinado a llevar a la fama del fútbol de Primera a la institución.
Entonces, sin apurar el paso, los "decanos" continúan a la siembra y cosecha de buenos resultados. Los nueve puntos logrados de 12 posibles son su aval. Aunque las tres unidades que quedaron en Caballito son hoy una patada la hígado. "No podemos repetir esos errores. Debemos aprender de ellos", explica Bruno Bianchi, uno de los tres sabuesos que tiene la defensa de un "decano", salvo por lo sucedido en casa de Ferro, casi impenetrable.
Si bien el promedio de gol en contra es de casi uno por encuentro, todo se fue al tacho con la caída ante el "verdolaga" de Juan Pablo Pereyra y de Javier Páez. Es que después de haber derrotado a Gimnasia de Jujuy y a San Martín de San Juan por 1-0 a ambos, la derrota en Ferro (2-0) se sintió como chocar contra una pared a 150 kilómetros por hora. Dolió bastante el golpe, al punto de que el dolor recién sanó luego del 2-1 sobre Independiente.
Atlético volvió a encontrar la horma de su zapato la semana pasada y en su tercer incursión como visitante, espera no volver a perderla. Defensa y Justicia no será sencillo pero tampoco imposible.
"Después de lo de Ferro, donde hicimos un mal papel, sabíamos que necesitábamos un buen partido, como el que tuvimos contra Independiente, para reivindicarnos. Lo hicimos y ahora tomamos este compromiso con total seriedad", se sincera Bianchi, quien a su vez en cancha hace de nexo entre Nicolás Romat y Javier Malagueño, sus compañeros de lateral. Los tres formaron una zaga interesante, que sorprendió para bien hasta ahora, y que hasta demostró tener buen pie. "Sí, hay buen pie, pero cuando se puede. Y cuando no, a reventar la pelota se dijo, ja", resume Bianchi el sistema de trabajo preferido de sus amigos defensores.
"El otro día no hubo tanto espacio para el lujo, pero supimos cortar bien los ataques de Independiente y nosotros estar atentos en todo momento", respira aliviado "Nico", tan nuevo en la divisional como la línea defensiva que formó "RR" esta temporada en el "decano".
"El año pasado no fue para nada bueno en lo personal. Fueron momentos muy feos los que pasé (descendió con Unión), pero a la vez me sirvieron como experiencia para lo que viene. Le agradezco a Atlético por darme la oportunidad. Llegué a un club que quiere pelear arriba", dice orgulloso.
Y si de adaptaciones en la B se trata, Bianchi la corta de raíz con un chiste. "Soy Argentino, sé lo que es la B Nacional, ja".
De lado los chistes, la seriedad participa de la siguiente respuesta. Hay motivación, deseos y mucha ilusión de ganar uno de los tres boletos a la A. Sin embargo, todo eso es muy prematuro aún. "Nadie gana un torneo en cuatro partidos. Tenemos que mantener la calma y seguir trabajando como hasta ahora", contesta Bianchi y deja picando la frase como si fuera un cartel de prevención. Soñar no cuesta nada, pero para conseguir el sueño hay que sacrificarse.
Entonces, sin apurar el paso, los "decanos" continúan a la siembra y cosecha de buenos resultados. Los nueve puntos logrados de 12 posibles son su aval. Aunque las tres unidades que quedaron en Caballito son hoy una patada la hígado. "No podemos repetir esos errores. Debemos aprender de ellos", explica Bruno Bianchi, uno de los tres sabuesos que tiene la defensa de un "decano", salvo por lo sucedido en casa de Ferro, casi impenetrable.
Si bien el promedio de gol en contra es de casi uno por encuentro, todo se fue al tacho con la caída ante el "verdolaga" de Juan Pablo Pereyra y de Javier Páez. Es que después de haber derrotado a Gimnasia de Jujuy y a San Martín de San Juan por 1-0 a ambos, la derrota en Ferro (2-0) se sintió como chocar contra una pared a 150 kilómetros por hora. Dolió bastante el golpe, al punto de que el dolor recién sanó luego del 2-1 sobre Independiente.
Atlético volvió a encontrar la horma de su zapato la semana pasada y en su tercer incursión como visitante, espera no volver a perderla. Defensa y Justicia no será sencillo pero tampoco imposible.
"Después de lo de Ferro, donde hicimos un mal papel, sabíamos que necesitábamos un buen partido, como el que tuvimos contra Independiente, para reivindicarnos. Lo hicimos y ahora tomamos este compromiso con total seriedad", se sincera Bianchi, quien a su vez en cancha hace de nexo entre Nicolás Romat y Javier Malagueño, sus compañeros de lateral. Los tres formaron una zaga interesante, que sorprendió para bien hasta ahora, y que hasta demostró tener buen pie. "Sí, hay buen pie, pero cuando se puede. Y cuando no, a reventar la pelota se dijo, ja", resume Bianchi el sistema de trabajo preferido de sus amigos defensores.
"El otro día no hubo tanto espacio para el lujo, pero supimos cortar bien los ataques de Independiente y nosotros estar atentos en todo momento", respira aliviado "Nico", tan nuevo en la divisional como la línea defensiva que formó "RR" esta temporada en el "decano".
"El año pasado no fue para nada bueno en lo personal. Fueron momentos muy feos los que pasé (descendió con Unión), pero a la vez me sirvieron como experiencia para lo que viene. Le agradezco a Atlético por darme la oportunidad. Llegué a un club que quiere pelear arriba", dice orgulloso.
Y si de adaptaciones en la B se trata, Bianchi la corta de raíz con un chiste. "Soy Argentino, sé lo que es la B Nacional, ja".
De lado los chistes, la seriedad participa de la siguiente respuesta. Hay motivación, deseos y mucha ilusión de ganar uno de los tres boletos a la A. Sin embargo, todo eso es muy prematuro aún. "Nadie gana un torneo en cuatro partidos. Tenemos que mantener la calma y seguir trabajando como hasta ahora", contesta Bianchi y deja picando la frase como si fuera un cartel de prevención. Soñar no cuesta nada, pero para conseguir el sueño hay que sacrificarse.
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