Obama pide apoyo a su Congreso para atacar

El Presidente insistió en que Al Assad lanzó armas químicas contra civiles y mencionó a la democracia estadounidense como un ejemplo. Los parlamentarios tienen previsto terminar sus vacaciones el lunes 9, por lo que se demora una ofensiva militar. Sólo el 20% de los norteamericanos apoya una intervención.

UNIDAD. Obama (respaldado por su vice, Biden), pidió apoyo al Congreso. REUTERS UNIDAD. Obama (respaldado por su vice, Biden), pidió apoyo al Congreso. REUTERS
01 Septiembre 2013
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que pedirá autorización al Congreso de su país para usar la fuerza contra Siria, y se mostró convencido de que el ataque (aún no fue ordenado) es fundamental para garantizar la seguridad interior norteamericana. "Nuestro poder radica también en nuestro ejemplo de democracia", afirmó, al justificar la solicitud.

El mandatario habló desde los jardines de la Casa Blanca junto al vicepresidente Joe Biden, e instó a los legisladores a que consideren el peligro de no hacer nada ante el uso de armas químicas contra civiles sirios por parte de las tropas del presidente, Bashar Al Assad. "No queremos poner a nuestros soldados en medio de otro conflicto, pero somos EEUU. Tenemos que tomar acciones decisivas ante este acto abominable y estoy dispuesto a dar la orden. No podemos y no haremos vista gorda a lo que pasó. No fui elegido para esquivar decisiones difíciles", agregó.

La estrategia oficial dilatará toda ofensiva hasta el lunes 9, como mínimo, ya que el Congreso está de receso por el verano. Los republicanos (controlan la Cámara Baja) no realizarán una sesión de urgencia y dijeron que, hasta entonces, el mandatario tendrá tiempo suficiente para explicar sus motivos. Varios legisladores mantendrán hoy una reunión clasificada con funcionarios de inteligencia.

Con un posible aval parlamentario (el que no está asegurado), el Presidente sumará el consenso de la oposición y de su propio Partido Demócrata (en ambos bloques hay reservas) y obtendría la legitimación interna que le falta. Por el contrario, un fracaso lo pondría en una situación de gravísima debilidad. "Durante mucho tiempo he creído que nuestro poder está enraizado no sólo en nuestra fuerza militar, sino en nuestro ejemplo como un Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", aseveró Obama ayer, quien el martes iniciará una gira por Suecia y por Rusia, donde participará en la cumbre del Grupo de los 20 (G20).

Sin embargo, crece la resistencia dentro de EEUU a una nueva confrontación. Cientos de personas protestaron ayer en Washington con pancartas en las que se leía "No a la guerra en Siria"; "Manos fuera de Siria", y "Irak, Libia, Siria, guerra sin fin para el imperio". Un sondeo de Reuters/Ipsos arrojó que sólo el 20% de los consultados apoya una ofensiva.

En su discurso, Obama reiteró que el ataque a Siria será una acción "limitada en duración y objetivos", sin el desplazamiento de tropas terrestres, por lo que estará centrada en bombardeos de misiles desde barcos (tiene cinco destructores en la región) y aviones sobre sitios estratégicos sirios.

El mandatario volvió a referirse a las imágenes de las consecuencias de los gases tóxicos lanzados en zonas altamente pobladas de los alrededores de Damasco, por los que murieron casi 1.500 personas, entre ellos más de 400 niños. "Fue un asalto a la dignidad humana y presenta un grave peligro para nuestra seguridad nacional. Este es un mundo con muchos peligros, este tipo de amenazas debe ser enfrentada", aseveró.

"Limitada y corta"

El escenario mundial es complejo para el Presidente. Sólo Francia expresó su decisión de apoyar abiertamente una eventual operación bélica contra la nación árabe. El primer ministro británico, David Cameron, dijo ayer que entiende y respalda a Obama, pero el Parlamento del Reino Unido rechazó su propuesta de unirse a una fuerza internacional. Alemania, Italia y España esperan un pronunciamiento de Naciones unidas, donde China y Rusia bloquean toda decisión que quiera tomar el paralizado Consejo de Seguridad.

Los cancilleres de la Liga Árabe se reunirán hoy para analizar la crisis. Dentro de ese cuerpo, Arabia Saudita y Qatar impulsan un respaldo expreso a EEUU.

El primer ministro sirio, Wael al Halqi, aseguró ayer que su Ejército está preparado y "derrotará a EEUU y a sus aliados si lanzan una guerra". "El pueblo no se intimidará con los bombardeos", añadió.

La Coalición Nacional Siria, principal grupo de la oposición, reclamó nuevamente a una intervención militar "amplia y fuerte", que reduzca la capacidad bélica del régimen. Su presidente, Ahmad Yarba, consideró necesario que se "neutralice el peligro (de Al Assad) para la paz y seguridad regional".

El equipo de 12 expertos en armas químicas de la ONU llegó ayer a Holanda después de concluir sus relevamientos en Siria sobre el uso de químicos. Las pruebas recogidas (sangre, orina y tejidos de las víctimas; y muestras de suelo, de ropa y de cohetes) serán enviadas a varios laboratorios en Europa, posiblemente Suecia y Finlandia, para detectar gas sarín, mostaza u otros agentes tóxicos. El secretario del organismo, Ban Ki-moon, pidió que se aceleren al máximo los estudios, pero los resultados estarían en un plazo no menor a entre 10 y 14 días. (Télam-Reuters-DPA)

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