Alperovichistas, con módulos, invaden el territorio amayista

La interna oficialista en la capital está a flor de piel y cada vez se les hace más difícil a los dirigentes, ocular las diferencias.

01 Septiembre 2013
El viernes, en la Casa de Gobierno, el gobernador José Alperovich y el intendente capitalino Domingo Amaya se sentaron a la mesa, firmaron nuevas obras del plan "Más Cerca" para San Miguel de Tucumán, y se estrecharon con fuerza la mano. También, en el asado del jueves, el titular del PE les pidió a sus concejales que le bajen el tono a la palea -por lo menos hasta el 27 de octubre- con el jefe municipal. Pero, por lo bajo, se cierne una guerra silenciosa entre los dos bandos peronistas.

Hasta octubre, la pelea cuerpo a cuerpo no la librarán los coroneles alperovichistas y amayistas. Serán los punteros barriales de uno u otro sector los encargados de sumar la adhesión de 30.000 nuevos electores, de acuerdo al expreso pedido que Alperovich realizó en el mismo asado.

Desde hace días, el alperovichismo ya comenzó a desplegar su táctica: invadir el territorio amayista y llenar de módulos habitacionales en los circuitos donde las huestes del intendente son casi infranqueables. Es el caso de los circuitos 20, 21 y 22 donde reinan los caciques alperovichistas Germán Alfaro (concejal) y Beatriz Ávila de Alfaro (legisladora).

Según lo asegura una fuente amayista de la capital que prefiere reserva de su nombre, desde hace semanas un grupo de punteros que responderían al legislador Marcelo Caponio comenzó a recorrer los barrios Villa Amalia, Villa Angelina y Capitán Viola, y a ofrecer la construcción de módulos habitacionales. Según precisó la misma fuente, los módulos habitacionales serían financiados por el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu). Caponio no sería el único alperovichista de la capital con la misión de captar votos mediante la construcción de módulos habitacionales. El titular de la Caja Popular de Ahorros, Armando Cortalezzi y la legisladora Carolina Vargas Aignasse también tendrían asignada la misma tarea. Cortalezzi se ocupará de los circuitos 18, 18A y 18B -fundamentalmente- donde predomina el trabajo territorial realizado por los amayistas Alfaro, Christian Rodríguez (concejal) y Alfredo Toscano (legislador). En tanto Vargas Aignasse haría las veces de pivote en varios circuitos amayistas.

Según confió a este diario un dirigente amayista de peso, esta incursión en "territorio enemigo" ya generó varias rencillas entre punteros de ambos sectores. Como el que ocurrió semanas atrás en el barrio El Salvador. Según comentan en estricto off the record, que el ejército de punteros alfaristas se cruzaron con los militantes que responden a Caponio. Las huestes del legislador tuvieron que retroceder y dar marcha atrás y postergar la "invasión territorial" para otro momento.

Los intérpretes del alperovichismo aseguran que cuando en este espacio hablan de una "guerra silenciosa" contra el amayismo entienden que se refieren a esta estrategia: mostrar que todo está bien en la superficie y minar, por abajo, el capital político que el intendente de la capital logró acumular desde el 2003. Otros exegetas con llegada a la Casa de Gobierno aseguran que los alperovichistas se quejan porque Amaya cuenta con varios galpones en la cidudad, desde donde brinda asistencialismo a los vecinos que lo requieren. Es por eso que ahora el alperovichismo, entienden los amayistas, buscará imitar al jefe municipal.

En el asado que el jueves brindó a los concejales y funcionarios de confianza, Alperovich fue bajó un mensaje claro. "Les pido que trabajemos todos juntos. Ahora no tiene sentido pelear, después de octubre veremos", fue el mensaje que bajó el titular del PE, según coincidieron varios invitados a la variada y bien regada reunión gastronómica.

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