02 Septiembre 2013
JUEVES DE MOVILIZACIÓN. La semana pasada, cientos de alumnos coparon los pasillos del Rectorado de la UNT para exigir respuestas inmediatas. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Entre marchas y reuniones. Esas dos actividades marcarán el ritmo de los primeros dos días de la semana en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Juan Alberto Cerisola, rector de la Casa de Estudios, agendó para hoy a las 12 una visita del ministro de Seguridad Ciudadana, Jorge Gassenbauer, al Rectorado. Sin embargo, fuentes del Gobierno adelantaron ayer que el ministro no asistiría a la reunión anunciada, atento a la anunciada protesta de los estudiantes universitarios en el microcentro.
Ocurre que un par de horas antes del mitin programado, en el que se abordaría la elaboración de un plan de seguridad en las adyacencias de las unidades académicas, los alumnos de las facultades tomadas (Filosofía y Psicología), marcharán rumbo a Casa de Gobierno, desde las 10, particularmente para repudiar la tarea de Gassenbauer.
Un martes similar al lunes se vivirá en la UNT, aunque en este caso la reunión de Cerisola será con el intendente capitalino, Domingo Amaya. Esta vez, la marcha de los estudiantes se dirigirá al Rectorado (también a las 10), con el objetivo de acompañar a los delegados de Asamblea de las facultades tomadas a la audiencia con las autoridades de la casa de Juan B. Terán. Ese reunión fue pautada el jueves pasado, tras una manifestación.
Una semana
La medida de fuerza cumplirá mañana una semana. Los motivos iniciales de la toma en Filosofía y Letras fueron en reclamo de mayor seguridad y por la declaración de la emergencia de violencia de género en la provincia, tras los dos casos de presunto abuso sexual sufridos por estudiantes en agosto. En el segundo hecho, desde el Ministerio de Seguridad informaron que la víctima se retractó, aunque estas versiones no son consideradas como verídicas por los alumnos.
A la manifestación pública se sumaron los alumnos de Psicología, así como también se incorporaron los reclamos por el boleto estudiantil, por el comedor universitario y por la participación activa en los contenidos de Canal 10, entre otros.
Desde el Rectorado, las autoridades rechazaron la toma, y consideraron a la medida como "un perjuicio para toda la Universidad". "Estamos en contra de la toma de facultades porque tenemos métodos para peticionar en este país y en nuestras universidades públicas: métodos democráticos, representativos y republicanos; tenemos autoridades en cada facultad, incluso los alumnos tienen su Centro de Estudiantes que los representan", fustigó Cerisola.
Además, el rector consignó que la toma estudiantil obstaculiza el trabajo del Hospital de Ojos, que funciona en el predio, así como la atención de la Clínica Odontológica. "Dejamos de prestar un servicio a la población", puntualizó Cerisola. Por otro lado, el rector descartó que se solicite a la Policía un desalojo del centro Prebisch. "Los estudiantes en algún momento tendrán que darse cuenta de lo equivocado de su accionar", acotó el titular de la UNT.
Los estudiantes informaron a través de la página oficial de la toma que la facultad mantiene sus puertas abiertas, con diversas actividades: clases de estudio, talleres, ciclos de cine, entre otros. La toma se sostiene gracias a la puesta en funcionamiento de un comedor, atendido por los propios estudiantes.
Durante las reuniones con los funcionarios provinciales y municipales, las autoridades de la Universidad pretenden garantizar "un corredor seguro para los alumnos, docentes y personal no docente de la UNT".
Ocurre que un par de horas antes del mitin programado, en el que se abordaría la elaboración de un plan de seguridad en las adyacencias de las unidades académicas, los alumnos de las facultades tomadas (Filosofía y Psicología), marcharán rumbo a Casa de Gobierno, desde las 10, particularmente para repudiar la tarea de Gassenbauer.
Un martes similar al lunes se vivirá en la UNT, aunque en este caso la reunión de Cerisola será con el intendente capitalino, Domingo Amaya. Esta vez, la marcha de los estudiantes se dirigirá al Rectorado (también a las 10), con el objetivo de acompañar a los delegados de Asamblea de las facultades tomadas a la audiencia con las autoridades de la casa de Juan B. Terán. Ese reunión fue pautada el jueves pasado, tras una manifestación.
Una semana
La medida de fuerza cumplirá mañana una semana. Los motivos iniciales de la toma en Filosofía y Letras fueron en reclamo de mayor seguridad y por la declaración de la emergencia de violencia de género en la provincia, tras los dos casos de presunto abuso sexual sufridos por estudiantes en agosto. En el segundo hecho, desde el Ministerio de Seguridad informaron que la víctima se retractó, aunque estas versiones no son consideradas como verídicas por los alumnos.
A la manifestación pública se sumaron los alumnos de Psicología, así como también se incorporaron los reclamos por el boleto estudiantil, por el comedor universitario y por la participación activa en los contenidos de Canal 10, entre otros.
Desde el Rectorado, las autoridades rechazaron la toma, y consideraron a la medida como "un perjuicio para toda la Universidad". "Estamos en contra de la toma de facultades porque tenemos métodos para peticionar en este país y en nuestras universidades públicas: métodos democráticos, representativos y republicanos; tenemos autoridades en cada facultad, incluso los alumnos tienen su Centro de Estudiantes que los representan", fustigó Cerisola.
Además, el rector consignó que la toma estudiantil obstaculiza el trabajo del Hospital de Ojos, que funciona en el predio, así como la atención de la Clínica Odontológica. "Dejamos de prestar un servicio a la población", puntualizó Cerisola. Por otro lado, el rector descartó que se solicite a la Policía un desalojo del centro Prebisch. "Los estudiantes en algún momento tendrán que darse cuenta de lo equivocado de su accionar", acotó el titular de la UNT.
Los estudiantes informaron a través de la página oficial de la toma que la facultad mantiene sus puertas abiertas, con diversas actividades: clases de estudio, talleres, ciclos de cine, entre otros. La toma se sostiene gracias a la puesta en funcionamiento de un comedor, atendido por los propios estudiantes.
Durante las reuniones con los funcionarios provinciales y municipales, las autoridades de la Universidad pretenden garantizar "un corredor seguro para los alumnos, docentes y personal no docente de la UNT".