Prueban droga para curar el síndrome de Down en recién nacidos

Científicos de EEUU lograron desarrollar un compuesto que, tras ser inyectado, normalizaría el desarrollo cognitivo. Tuvieron éxito en pruebas con ratones.

EXPERIMENTO. Los científicos inyectaron a los ratones con una molécula diseñada para impulsar el crecimiento normal del cerebro y el cuerpo. FOTO TOMADA DE ABC.NET.AU EXPERIMENTO. Los científicos inyectaron a los ratones con una molécula diseñada para impulsar el crecimiento normal del cerebro y el cuerpo. FOTO TOMADA DE ABC.NET.AU
05 Septiembre 2013
Investigadores estadounidenses han encontrado una forma de revertir el síndrome de Down en ratones de laboratorio recién nacidos, mediante la inyección de un compuesto experimental que hace que el cerebro crezca normalmente. El experimento fue aplicado exitosamente por investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Medicina, en Baltimore, Estados Unidos, sobre ratones de laboratorio, según informa el Science Translational Medicine Journal.

Si bien esto no supone automáticamente que el compuesto utilizado, o uno similar, produciría el mismo efecto en humanos, es un avance notable que abre las puertas al desarrollo de una cura contra el síndrome de Down. Esta enfermedad, causada por la presencia de un cromosoma adicional, provoca dificultades en el desarrollo cognitivo, rasgos faciales distintivos y otros problemas de salud.

Para realizar el experimento, en un primer momento, los científicos debieron criar ratones científicamente modificados para que tuvieran condiciones equivalentes al síndrome de down en humanos. Luego fabricaron el compuesto que habían proyectado, que se hace a partir de una molécula conocida en inglés como "sonic hedgehog pathway agonist", y lo inyectaron sobre el ratón de apenas un día de vida. El resultado fue extraordinario.

"La mayoría de la gente con síndrome de Down tiene un cerebelo que es un 60% del tamaño normal. Nosotros logramos normalizar completamente el crecimiento del cerebelo con una sola inyección", explicó Roger Reeves, miembro del equipo. Sin embargo, se mostró cauteloso respecto de la posibilidad de aplicarlo en humanos. "Es una enfermedad muy compleja y nadie piensa que ésta será una bala de plata que normalizará el proceso cognitivo. Se necesitarán muchas pruebas más", concluyó.

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