09 Septiembre 2013
La educación es el punto de partida para el desarrollo de una persona y de una sociedad. El naturalista británico Herbert Spencer sostenía que "educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros", mientras el escritor francés Víctor Hugo aconsejaba: "Abrid escuelas para cerrar prisiones". Se recordó ayer el Día Internacional de la Alfabetización que este año estará dedicado a "las modalidades de alfabetización del siglo XXI", con miras a poner de relieve la necesidad de alcanzar "las competencias básicas de alfabetización para todos", según señala en su portal la Unesco. "La alfabetización es mucho más que una prioridad educativa. Es la inversión de futuro por antonomasia y la primera etapa de cuanta nueva alfabetización se emprenda en el siglo XXI. Queremos un siglo en el que todos los niños sepan leer y explotar esta ventaja para ganar en autonomía", dijo Irina Bokova, directora general de ese organismo.
Según estadísticas de la Unesco, alrededor de 861 millones de personas, es decir el 20% de los adultos del mundo, no saben leer ni escribir, ni tampoco participar plenamente en la organización y actividades de las sociedades de las que forman parte. Dos tercios de esas personas son mujeres. El censo de 2010 reveló que en la Argentina había 641.828 analfabetos y en Tucumán ascendían a 29.154.
Como se sabe, uno de los principales problemas en nuestra provincia es la drogadicción. Una de las zonas más afectadas es la Costanera. En 2010, ante la pasividad del Gobierno y de la sociedad, las mujeres se organizaron en el movimiento Las Madres del Pañuelo Negro y comenzaron a manifestarse todas las semanas en la plaza Independencia pidiendo ayuda para sus hijos adictos, que estaban siendo destruidos por el paco. Para conseguir la sustancia ilegal, muchos se dedicaban a delinquir; la mayoría no asiste a la escuela. El 20 de agosto pasado, un grupo de vecinos de La Costanera Norte, acompañados por las Madres del Pañuelo Negro, cortó el puente Ingeniero Barros, que une Alderetes con la capital. Pidieron una vez más asistencia del Estado para que sus hijos pudiesen iniciar tratamientos para superar su adicción a las drogas. A fines de junio, las madres le habían reclamado al Gobierno más centros de rehabilitación.
En otras oportunidades, señalamos que sería importante que se diseñara un programa interdisciplinario para combatir este flagelo, en el cual debía impulsarse la alfabetización de los chicos y de los adultos. La idea es educarlos in situ y no sentarse a esperar que vayan por cuenta propia a la escuela. De ese modo, aquellos adultos que carezcan de educación tendrían la posibilidad de instruirse. Ello les dará mayores posibilidades para encontrar empleo y para educar mejor a sus hijos. Asistentes sociales podrían efectuar un relevamiento previo no solo den los barrios que integran la Costanera, sino también en San Cayetano, Villa Amalia, 11 de Marzo, Villa 9 de Julio, sectores donde la venta y el consumo de droga se han instalado hace bastante tiempo.
Domingo Faustino Sarmiento sostenía que "es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Son las escuelas la base de la civilización". En la medida que el analfabetismo sea mínimo o nulo, se podrá combatir mejor no solo la droga que inutiliza o mata a muchos adolescentes y jóvenes, sino también la miseria.
Según estadísticas de la Unesco, alrededor de 861 millones de personas, es decir el 20% de los adultos del mundo, no saben leer ni escribir, ni tampoco participar plenamente en la organización y actividades de las sociedades de las que forman parte. Dos tercios de esas personas son mujeres. El censo de 2010 reveló que en la Argentina había 641.828 analfabetos y en Tucumán ascendían a 29.154.
Como se sabe, uno de los principales problemas en nuestra provincia es la drogadicción. Una de las zonas más afectadas es la Costanera. En 2010, ante la pasividad del Gobierno y de la sociedad, las mujeres se organizaron en el movimiento Las Madres del Pañuelo Negro y comenzaron a manifestarse todas las semanas en la plaza Independencia pidiendo ayuda para sus hijos adictos, que estaban siendo destruidos por el paco. Para conseguir la sustancia ilegal, muchos se dedicaban a delinquir; la mayoría no asiste a la escuela. El 20 de agosto pasado, un grupo de vecinos de La Costanera Norte, acompañados por las Madres del Pañuelo Negro, cortó el puente Ingeniero Barros, que une Alderetes con la capital. Pidieron una vez más asistencia del Estado para que sus hijos pudiesen iniciar tratamientos para superar su adicción a las drogas. A fines de junio, las madres le habían reclamado al Gobierno más centros de rehabilitación.
En otras oportunidades, señalamos que sería importante que se diseñara un programa interdisciplinario para combatir este flagelo, en el cual debía impulsarse la alfabetización de los chicos y de los adultos. La idea es educarlos in situ y no sentarse a esperar que vayan por cuenta propia a la escuela. De ese modo, aquellos adultos que carezcan de educación tendrían la posibilidad de instruirse. Ello les dará mayores posibilidades para encontrar empleo y para educar mejor a sus hijos. Asistentes sociales podrían efectuar un relevamiento previo no solo den los barrios que integran la Costanera, sino también en San Cayetano, Villa Amalia, 11 de Marzo, Villa 9 de Julio, sectores donde la venta y el consumo de droga se han instalado hace bastante tiempo.
Domingo Faustino Sarmiento sostenía que "es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Son las escuelas la base de la civilización". En la medida que el analfabetismo sea mínimo o nulo, se podrá combatir mejor no solo la droga que inutiliza o mata a muchos adolescentes y jóvenes, sino también la miseria.
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