Monólogo (de dos)

En la "casa" de Ferrari, Vettel y Red Bull volvieron a marcar una gran diferencia.

TREMENDA DIFERENCIA. La imagen es elocuente en cuanto el dominio que Sebastian Vettel y su Red Bull establecen con respecto al resto de sus competidores. TREMENDA DIFERENCIA. La imagen es elocuente en cuanto el dominio que Sebastian Vettel y su Red Bull establecen con respecto al resto de sus competidores.
09 Septiembre 2013
Nada descubrimos si afirmamos que el conjunto que forman Sebastian Vettel y Red Bull está por encima del resto en la F-1 moderna. Los resultados en las últimas temporadas así lo demuestran. La gran capacidad conductiva del piloto alemán, sumado al incansable ingenio y superación de Adrian Newey, hace que hoy sean prácticamente imbatibles.

Correr en el veloz trazado del Autódromo Internazionale di Monza, escenario de la 12ª fecha del 64º Campeonato Mundial, presumía que Ferrari, con Fernando Alonso a la cabeza, podrían frenar el dominio de Vettel y Red Bull. Pero ello no ocurrió, ni estuvo cerca de producirse. Otro desarrollo sumamente efectivo en el alerón del RB9 "made in Newey", catapultó al alemán, de 26 años, a su sexta victoria en la temporada.

"Estoy contento de haber logrado batir a los chicos de rojo (N.de R: los pilotos de Ferrari) aquí", afirmó Vettel en la celebración en el podio, provocando el lógico enojo de los tifosi que en gran cantidad llegaron a Monza. Más analítico, el tricampeón del mundo afirmó: "Este es un circuito especial para mí y siempre es bonito regresar. Mis recuerdos de 2008, cuando logré mi primer triunfo en la F-1, son fantásticos". Con su 32ª victoria (alcanzó la marca de Alonso y ambos comparten el cuarto lugar en ese rubro estadístico) Vettel aumentó su ventaja al frente del certamen a 53 puntos sobre el español. "Intento no pensar mucho en el título. Esta temporada se parece un poco a la de 2011 ya que fue una campaña en la que nos desenvolvimos bien, no como el año pasado o en 2010", explicó Vettel. "Este fin de semana, el auto estaba bien equilibrado, me sentía bien en las curvas de velocidad media y en las chicanas", agregó el ganador. "La gente piensa que en Monza lo importante es la potencia del motor, pero si el comportamiento del auto no es bueno, se pierde mucho tiempo, ya que se resbala demasiado", concluyó.

Por tercera ocasión en la temporada, Alonso escoltó al ganador entregando, nuevamente, más que la F138. "Fue un día muy especial como siempre aquí en Monza con todo el cariño del público y con todo el entusiasmo que siempre le ponen a las carreras. Tuve la suerte de volver a estar en el podio. Los cuatro años que corrí acá con Ferrari, llegué al podio. Es una sensación única e irrepetible y cada año es mejor el cariño de toda la gente", afirmó el astuariano de 32 años, que el jueves aseguró que no se marchará de la Scuderia y que quiere renovar el contrato que lo liga al equipo hasta 2016.

El estrado de los ganadores lo completó Mark Webber, que disputa las últimas carreras en la máxima. Concluida la prueba, quedó claro que la relación con su compañero de equipo está rota. Al llegar al recinto previo al podio, el australiano saludó fríamente a Vettel y se puso a conversar con Alonso, dándole la espalda a "Seb". Puede hacer sido una casualidad, pero conociendo los antecedentes entre ambos, hay pocas posibilidades de que ello haya ocurrido.

Pasó Monza, donde Vettel llegó a su tercera victoria (además del éxito en 2008 venció allí en 2011) y las posibilidades de que Alonso de "el" golpe son escasas. "En cuanto al título debemos ser realistas. Hay una gran diferencia. No hay suficientes carreras y quizás no tengamos la suficiente velocidad ahora para ganar varias. Necesitamos tener suerte y que Vettel no termine en algunas, o algo así, para ganar el campeonato", afirmó el español.

Con su victoria, Vettel superó la marca de 2010 y 2012, cuando ganó cinco veces. ¿Llegará a batir su mejor marca que es de 11 éxitos en 2011? Le quedan siete grandes premios y todo puede ser posible.

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