La situación es parecida. Los protagonistas, casi los mismos. ¿Como será el final de esta trama? Los hinchas de San Martín sufren por la floja campaña del equipo y se molestan con el técnico. Esto no es nuevo. Sucedió otras veces y tal vez se repetirá en el futuro. Como es normal en situaciones como esta, le apuntaron a Carlos Roldán y dispararon con munición gruesa. La derrota contra San Jorge y el flojo rendimiento del equipo en el comienzo del Argentino A -sumó cuatro puntos sobre 12 posibles, lejos de las expectativas iniciales- permiten entender el malestar. 

Los simpatizantes tienen derecho a reclamar y el equipo está obligado a entregar mucho más de lo que se vio hasta el momento. Además, el esfuerzo de los dirigentes merece otro tipo de respuesta. La casa está en orden, llegaron los jugadores pedidos por el entrenador y la obligación del grupo es imponer condiciones. Ningún otro equipo en la categoría está más obligado a buscar el ascenso que San Martín. Por historia y por presente. Pero se sabe que en estos tiempos nadie gana con la camiseta. Por eso se necesita algo más que buenas intenciones. 

La temporada está en sus comienzos y el camino es demasiado largo. Hay que actuar con el corazón caliente y la mente fría. Roldán, en sus diferentes etapas en San Martín, pasó por otros momentos de fuertes turbulencias. Fue cuestionado y criticado cuando el equipo militaba en el Argentino B. Unos años después, en la B Nacional, hasta lo agredieron. Sin embargo, contó con el respaldo dirigencial y al final del camino todos vieron la luz. Ese proceso, uno de los más exitoso del club, terminó con el equipo jugando en Primera. ¿Qué sucederá ahora? ¿Los dirigentes podrán transmitirle el respaldo necesario para seguir? ¿El técnico tendrá la virtud para cambiar el rumbo futbolístico y llegar hasta donde todos quieren? ¿Los hinchas contarán con la paciencia necesaria? Unos tienen que decidir, otros tienen que responder. Todos deberían unirse para superar el momento.

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