14 Septiembre 2013
CAMINANDO EL CIRCUITO 20. El gobernador Alperovich recibirá un mate de una vecina. Caponio los observa. PRENSA Y DIFUSION
La interna peronista que dirimen el alperovichismo y el amayismo, hasta ahora, no se manifestó explícitamente en los discursos del oficialismo. En los hechos, sin embargo, la distancia entre los espacios de mayor poder en el Partido Justicialista (PJ) se hace cada vez más evidente.
Ayer a la mañana, el gobernador, José Alperovich, y dirigentes de su riñón inauguraron obras de cordón cuneta en pasaje Mármol al 200, de Villa Amalia.
El recorrido habitual del mandatario, esta vez, dejó un mensaje político que fue comentado en los pasillos de Casa de Gobierno y de la Municipalidad de la Capital. El anfitrión del acto fue el legislador alperovichista Marcelo Caponio, quien hizo colocar un enorme pasacalles con su nombre y el del gobernador. Pero en ese territorio (el circuito 20) suelen verse pintadas del edil amayista Germán Alfaro, y en menor medida de la esposa de éste, la legisladora Beatriz Ávila, y del legislador por ese espacio, Alfredo Toscano. Ninguno de los dirigentes que responden al intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, fue invitado a la inauguración. Juan Manzur, vicegobernador en uso de licencia, ministro de Salud de la Nación y primer candidato a diputado nacional del Frente para la Victoria (FPV), minimizó la repercusión política del acto de ayer, pese a que fue realizado "en el corazón del territorio amayista", según palabras de un dirigente alperovichista que pidió la reserva de su nombre.
"Más allá de las cuestiones electorales, que son una circunstancia, el objetivo del gobernador es trabajar en toda la provincia. Independientemente de la realidad política del lugar tenemos la obligación de trabajar para todos los tucumanos", relató Manzur. Y afirmó que cuando el elector ingresa al cuarto oscuro "vota por lo que considera que es lo mejor". "Hoy, nuestra responsabilidad es estar y trabajar en los barrios", afirmó el candidato.
Sin ventajas
La distancia entre el alperovichismo y el amayismo se acrecentó luego de las PASO del 11 de agosto. Alperovich niega un enfrentamiento con el intendente, pero en su entorno sostienen que el empate técnico con el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) en las urnas de la Capital no pasó desapercibido. De hecho, el gobernador invitó la semana pasada a un asado en su casa sólo a los legisladores de la capital de su riñón. Los amayistas Ávila y Toscano no asistieron a la cena.
En las últimas semanas quedaron en evidencia otros síntomas de lejanía entre los referentes oficialistas. Según fuentes cercanas al intendente, los legisladores Caponio, Carolina Vargas Aignasse y Guillermo Gassenbauer, y el interventor de la Caja Popular de Ahorros (CPA), Armando Cortalezzi, enviaron a sus "punteros" a territorio amayista para gestionar entre los vecinos módulos y soluciones habitacionales que construirá el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu).
Esta vez, el propio gobernador y su equipo ingresaron a Villa Amalia. Y no hubo banderas con franjas verde, celeste y blanca, colores que caracterizan la gestión municipal. Todos los signos políticos eran alperovichistas.
Fuentes de la gestión provincial sostuvieron que la obra de cordón cuneta inaugurada ayer había sido solicitada hace dos años, y que no hubo un mensaje "antiamayista" en el acto. "En estos actos se estila que participen los dirigentes que trabajaron en el proyecto. Quizás fue una casualidad que haya salido ahora", ironizó un oficialista.
El legislador Caponio formuló declaraciones en el tono de Manzur, tratando de poner paños fríos al silencioso enfrentamiento oficialista. "Esta era una obra muy necesaria para los vecinos, que hace años la venían reclamando. El buen trabajo del Ente de Infraestructura ayudó al desarrollo de la zona, y los vecinos festejaron el inicio de los trabajos. El apoyo del gobernador es fundamental para dar este tipo de soluciones a la gente", dijo el parlamentario.
En el amayismo aseguran que no vieron mal la visita del gobernador en el territorio de Alfaro, y aceptaron que Caponio tiene una dirigente en esa zona. Pero sostienen que el legislador forma parte del "antiamayismo". "Hubo una discusión fuerte entre 'punteros', previo al acto; una especie de escaramuza porque entendieron que es una 'mojada de oreja' y se hablaba mal de Amaya", relató una fuente de ese espacio.
Ayer a la mañana, el gobernador, José Alperovich, y dirigentes de su riñón inauguraron obras de cordón cuneta en pasaje Mármol al 200, de Villa Amalia.
El recorrido habitual del mandatario, esta vez, dejó un mensaje político que fue comentado en los pasillos de Casa de Gobierno y de la Municipalidad de la Capital. El anfitrión del acto fue el legislador alperovichista Marcelo Caponio, quien hizo colocar un enorme pasacalles con su nombre y el del gobernador. Pero en ese territorio (el circuito 20) suelen verse pintadas del edil amayista Germán Alfaro, y en menor medida de la esposa de éste, la legisladora Beatriz Ávila, y del legislador por ese espacio, Alfredo Toscano. Ninguno de los dirigentes que responden al intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, fue invitado a la inauguración. Juan Manzur, vicegobernador en uso de licencia, ministro de Salud de la Nación y primer candidato a diputado nacional del Frente para la Victoria (FPV), minimizó la repercusión política del acto de ayer, pese a que fue realizado "en el corazón del territorio amayista", según palabras de un dirigente alperovichista que pidió la reserva de su nombre.
"Más allá de las cuestiones electorales, que son una circunstancia, el objetivo del gobernador es trabajar en toda la provincia. Independientemente de la realidad política del lugar tenemos la obligación de trabajar para todos los tucumanos", relató Manzur. Y afirmó que cuando el elector ingresa al cuarto oscuro "vota por lo que considera que es lo mejor". "Hoy, nuestra responsabilidad es estar y trabajar en los barrios", afirmó el candidato.
Sin ventajas
La distancia entre el alperovichismo y el amayismo se acrecentó luego de las PASO del 11 de agosto. Alperovich niega un enfrentamiento con el intendente, pero en su entorno sostienen que el empate técnico con el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) en las urnas de la Capital no pasó desapercibido. De hecho, el gobernador invitó la semana pasada a un asado en su casa sólo a los legisladores de la capital de su riñón. Los amayistas Ávila y Toscano no asistieron a la cena.
En las últimas semanas quedaron en evidencia otros síntomas de lejanía entre los referentes oficialistas. Según fuentes cercanas al intendente, los legisladores Caponio, Carolina Vargas Aignasse y Guillermo Gassenbauer, y el interventor de la Caja Popular de Ahorros (CPA), Armando Cortalezzi, enviaron a sus "punteros" a territorio amayista para gestionar entre los vecinos módulos y soluciones habitacionales que construirá el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu).
Esta vez, el propio gobernador y su equipo ingresaron a Villa Amalia. Y no hubo banderas con franjas verde, celeste y blanca, colores que caracterizan la gestión municipal. Todos los signos políticos eran alperovichistas.
Fuentes de la gestión provincial sostuvieron que la obra de cordón cuneta inaugurada ayer había sido solicitada hace dos años, y que no hubo un mensaje "antiamayista" en el acto. "En estos actos se estila que participen los dirigentes que trabajaron en el proyecto. Quizás fue una casualidad que haya salido ahora", ironizó un oficialista.
El legislador Caponio formuló declaraciones en el tono de Manzur, tratando de poner paños fríos al silencioso enfrentamiento oficialista. "Esta era una obra muy necesaria para los vecinos, que hace años la venían reclamando. El buen trabajo del Ente de Infraestructura ayudó al desarrollo de la zona, y los vecinos festejaron el inicio de los trabajos. El apoyo del gobernador es fundamental para dar este tipo de soluciones a la gente", dijo el parlamentario.
En el amayismo aseguran que no vieron mal la visita del gobernador en el territorio de Alfaro, y aceptaron que Caponio tiene una dirigente en esa zona. Pero sostienen que el legislador forma parte del "antiamayismo". "Hubo una discusión fuerte entre 'punteros', previo al acto; una especie de escaramuza porque entendieron que es una 'mojada de oreja' y se hablaba mal de Amaya", relató una fuente de ese espacio.