Era el momento perfecto para el primer triunfo de Los Pumas en el Rugby
Championship, pero tampoco pudo ser. Por más errores propios que ajenos,
Argentina no pudo romper la sequía de 15 años sin éxitos frente a
Australia, y deberá esperar hasta la revancha en Rosario, el mes que
viene.
En líneas generales, fue un buen partido del equipo
argentino, aunque al balance se llega por la compensación entre un gran
segundo tiempo con un primero regalado. El arranque fue prometedor, con
un correcto trabajo en el scrum y firmeza en la marca, como contra Nueva
Zelanda. Pero en todo lo demás fueron quedando en deuda con respecto al
partido en Hamilton. Cuando se tuvo la pelota, no se la administró
bien. Se la dividió demasiado con una mala y excesiva utilización del
pie, considerando que había viento en contra. Y cuando no fueron los
kicks, fueron los intentos individuales con escaso o nulo apoyo.
Tampoco
funcionó bien el line (Creevy lanza como si nunca lo hubiera hecho
antes) ni el criterio del referee Nigel Owens. Por supuesto, la culpa no
fue toda del galés, pero es innegable que sus fallos (nunca mejor
utilizado el término) afectaron el desarrollo del primer tiempo. Vio
hasta lo que no era cuando se trató de Los Pumas, pero acusó una ceguera
exasperante ante varias infracciones de los Wallabies: penales,
intentos de pesca por cualquier lado, etcétera. La imagen que mejor
refleja la parcialidad de Owens, paradigma del referato mundial, es la
de Felipe Contepomi con su índice levantado, implorando "¡Danos una!",
luego de que se le cobrara un knock-on inexistente a Imhoff.
Con ese combo de equivocaciones propias y ajenas, se llegó a un parcial en contra de 14 a 3.
Muy
diferente fue el segundo tiempo. Sin dejar de cometer errores, Los
Pumas mejoraron notablemente en el ataque y en las formaciones fijas,
aunque los puntos llegaron recién despues de los 20 minutos. Primero un
penal de Sánchez y luego un hermoso try de Juan Manuel Leguizamón, justo
en su partido número 50 con la casaca mayor. Con 15 minutos por delante
y apenas un punto por debajo, daba la impresión de que Los Pumas por
fin se sacarían el karma de la "derrota digna".
Pero no. Otra vez
tocó buscar lo bueno dentro de la frustración. Otro buen partido de
Nicolás Sánchez (segundo tackleador del equipo, con siete), enorme
desempeño de Pablo Matera (insaciable, la figura del partido) y la
coronación de "Legui", primero en la historia en apoyarle a los tres
gigantes del Hemisferio (a Farías solo le falta Sudáfrica). En el lado
oscuro, Contepomi y Hernández. Hoy, más apellido que peso específico.
Urge buscar sangre nueva en puestos clave. Para Inglaterra 2015 faltan
menos de dos años.