15 Septiembre 2013
OCULTO. Como esqueletos, las motos estaban acumuladas en un patio. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ
La investigación de un robo condujo a la Policía a un desarmadero de motocicletas en el barrio San Eduardo de Yerba Buena. Lo descubrió personal de la división Homicidios y Delitos Complejos el viernes a la tarde.
Todo comenzó hace casi dos semanas, cuando la abogada querellante de la megacausa "Arsenales II-Jefatura II", Valentina García Salemi, sufrió un robo en su casa de Horco Molle. Desconocidos ingresaron a la vivienda y se llevaron una cámara de fotos y una netbook donde la letrada guardaba información valiosa sobre el juicio, informaron fuentes policiales.
En un principio, los uniformados demoraron a dos menores de 14 y 17 años. Se trata de dos adolescentes adictos -agregaron los fuentes-, quienes reconocieron que tuvieron la computadora en su poder pero no pudieron precisar a quién se la habían vendido.
Tras varios días de investigación, los policías llegaron a la casa de un tal "Beco", en el barrio San Eduardo de Yerba Buena. Si bien allí no encontraron la netbook de la abogada, se llevaron una sorpresa: en el fondo de la vivienda había un desarmadero de motos y al menos dos de ellas habían sido robadas.
La fiscala María de las Mercedes Carrizo se trasladó al lugar -tras recibir la información de la Policía- y ordenó el secuestro de los dos rodados que habían sido robados, de otras cinco motos que no tenían documentación y de varias motopartes, como 26 motores, seis tapas de cilindro, 28 cilindros, 18 carburadores, 20 volantes, 22 caños de escape, cinco tanques de nafta y 130 cachas, entre otros repuestos.
"Beco" argumentó que allí funcionaba un taller de reparación de motos, por lo que hasta el momento no se adoptaron medidas privativas de la libertad en su contra.
Todo comenzó hace casi dos semanas, cuando la abogada querellante de la megacausa "Arsenales II-Jefatura II", Valentina García Salemi, sufrió un robo en su casa de Horco Molle. Desconocidos ingresaron a la vivienda y se llevaron una cámara de fotos y una netbook donde la letrada guardaba información valiosa sobre el juicio, informaron fuentes policiales.
En un principio, los uniformados demoraron a dos menores de 14 y 17 años. Se trata de dos adolescentes adictos -agregaron los fuentes-, quienes reconocieron que tuvieron la computadora en su poder pero no pudieron precisar a quién se la habían vendido.
Tras varios días de investigación, los policías llegaron a la casa de un tal "Beco", en el barrio San Eduardo de Yerba Buena. Si bien allí no encontraron la netbook de la abogada, se llevaron una sorpresa: en el fondo de la vivienda había un desarmadero de motos y al menos dos de ellas habían sido robadas.
La fiscala María de las Mercedes Carrizo se trasladó al lugar -tras recibir la información de la Policía- y ordenó el secuestro de los dos rodados que habían sido robados, de otras cinco motos que no tenían documentación y de varias motopartes, como 26 motores, seis tapas de cilindro, 28 cilindros, 18 carburadores, 20 volantes, 22 caños de escape, cinco tanques de nafta y 130 cachas, entre otros repuestos.
"Beco" argumentó que allí funcionaba un taller de reparación de motos, por lo que hasta el momento no se adoptaron medidas privativas de la libertad en su contra.