18 Septiembre 2013
ENTRE RÍOS.- Un albañil fue condenado a 18 años de prisión por haber violado durante más de una década a tres sobrinas y haber abusado de una cuarta en la localidad entrerriana de Strobel, a 50 kilómetros de Paraná, informaron hoy fuentes tribunalicias.
El fallo fue dictado por la Sala I de la Cámara del Crimen de Paraná, que condenó por unanimidad al albañil de 52 años, a quien se le imputaron casi 90 abusos sexuales cometidos contra sus sobrinas entre los años 1992 y 2004. Tenían entre 5 y 6 años hasta que cumplieron los 12 y 14 años.
El hombre estaba acusado de abusar de cinco sobrinas, pero en el juicio se comprobó que había violado a tres y abusado de una cuarta, sin llegar a tener acceso carnal. En el caso de la quinta víctima, el abogado que la representaba no presentó la querella en el momento oportuno y el hecho no pudo ser debatido en el juicio.
Una de las niñas, al cumplir 18 años, se animó a contar lo que venía padeciendo y luego hicieron los mismo sus otras tres primas. Durante la instrucción se acreditaron alrededor de 50 violaciones contra una de las niñas y 20 contra otras dos.
Según el testimonio de la niñas, el hombre les prohibía que contaran lo que les hacía, bajo la amenaza de que mataría a sus padres si se enteraban de lo ocurrido. Especialistas advirtieron que las víctimas presentan "daño en la psiquis", debido al trauma que les generó lo vivido durante la adolescencia.
El fallo fue dictado por la Sala I de la Cámara del Crimen de Paraná, que condenó por unanimidad al albañil de 52 años, a quien se le imputaron casi 90 abusos sexuales cometidos contra sus sobrinas entre los años 1992 y 2004. Tenían entre 5 y 6 años hasta que cumplieron los 12 y 14 años.
El hombre estaba acusado de abusar de cinco sobrinas, pero en el juicio se comprobó que había violado a tres y abusado de una cuarta, sin llegar a tener acceso carnal. En el caso de la quinta víctima, el abogado que la representaba no presentó la querella en el momento oportuno y el hecho no pudo ser debatido en el juicio.
Una de las niñas, al cumplir 18 años, se animó a contar lo que venía padeciendo y luego hicieron los mismo sus otras tres primas. Durante la instrucción se acreditaron alrededor de 50 violaciones contra una de las niñas y 20 contra otras dos.
Según el testimonio de la niñas, el hombre les prohibía que contaran lo que les hacía, bajo la amenaza de que mataría a sus padres si se enteraban de lo ocurrido. Especialistas advirtieron que las víctimas presentan "daño en la psiquis", debido al trauma que les generó lo vivido durante la adolescencia.