Para tomar créditos personales hay que pagar tasas de interés de hasta el 37%

CÁLCULO. Hay que evaluar las condiciones antes de endeudarse.  LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO (ARCHIVO) CÁLCULO. Hay que evaluar las condiciones antes de endeudarse. LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO (ARCHIVO)
22 Septiembre 2013

Eduardo Robinson - Economista

Endeudarse o no, es la cuestión. ¿Conviene hacerlo? Empresas y familias con frecuencia se encuentran ante esta disyuntiva. En las empresas el financiamiento es necesario para desarrollar proyectos de inversión, para destinar a capital de trabajo o refinanciar deudas. Por su parte, las familias, mediante el financiamiento, expanden su capacidad de consumo y muchas veces se refuerzan los ingresos porque resultan insuficientes en comparación con los gastos de funcionamiento del hogar.

En un contexto inflacionario, con turbulencias cambiarias y con reglas de juego muy cambiantes, la planificación se torna dificultosa y cualquier presupuesto pierde vigencia en pocos meses. Así la decisión de tomar o no deuda, cobra mayor relevancia. Por ejemplo, si una empresa opta por endeudarse para financiar un proyecto que implica un alto componente de material importado, es muy probable que encuentre serias dificultades para desarrollarlo, porque antes deberá efectuar pronósticos sobre si se profundizarán o no las trabas para importar. Enfrenta varias cuestiones que conforman un cuadro de incertidumbre que condiciona el proyecto. Entonces, independientemente del costo para acceder al crédito, debe ponderar un conjunto de factores relacionados con el contexto económico cuya evolución no está para nada clara. En estas circunstancias, es muy probable, que la empresa no lo lleve adelante. Es decir, no invertirá. Y no lo hará, porque más allá de la accesibilidad al crédito, la elevada dosis de incertidumbre, fruto de los vaivenes en las reglas de juego, son una importante barrera para concretar la inversión.

Si bien, el riesgo es un factor inherente a cualquier proyecto de inversión, cuando el panorama no luce claro las empresas, generalmente optan por postergar decisiones que impliquen asumir mayor nivel de exposición financiera. Otro ejemplo, desde mediados del año pasado el Banco Central obliga a los bancos a prestarle al sector productivo el equivalente al 5% de los depósitos a una tasa del 15% anual, claramente negativas, si se la compara con la inflación que informa el Congreso. Pero, ¿alcanza para impulsar decisiones de endeudamiento? En parte, por la tentación que implican las tasas negativas, pero el otro aspecto está relacionado con las perspectivas de negocios. Y ahí están las dificultades. El contexto condiciona el ahorro y la inversión a largo plazo, porque es difícil estimar el valor de los proyectos.

¿Qué hay que tener en cuenta para endeudarse? Hay que ponderar los siguientes factores: las modificaciones de valor que pueda tener la inversión, el flujo de efectivo que pueda proporcionar y la tasa de interés de la deuda. Por ejemplo, el proyecto mejora la eficiencia de la empresa porque reduce los costos de producción, eso hace que sea más competitiva, gane participación de mercado lo que puede redundar en subas en la rentabilidad.

Un aspecto crucial para las familias en la decisión de asumir deuda financiera, pasa por tener en cuenta no la TNA (Tasa Nominal Anual) sino el CFT (Costo Financiero Total). La tasa pura no tiene en cuenta ítems tales como los gastos administrativos, seguro de vida, IVA y otros costos derivados del préstamo. El CFT en cambio contempla todos los costos en su cálculo. Por estos días, el CFT de un crédito personal alcanza el 60%. Es decir, es muy oneroso el endeudamiento bancario o con tarjetas lo que hace que sea poco atractiva esta alternativa de financiamiento. La inflación, ya no licúa la deuda porque las tasas y los gastos asociados al préstamo, se encuentran muy por encima de la inflación que puede rondar el 25% anual.

En cuanto a los préstamos hipotecarios, hay pocos y caros. No obstante, con un mercado inmobiliario cuyos precios se encuentran en descenso a partir del cepo cambiario y la sobreoferta existente, no parece un buen momento para materializar la compra y comprometerse a pagar durante más de 10 años intereses sobre un capital cuyo valor de mercado tendería a bajar.

Bajo estas consideraciones, no parece conveniente tomar deudas ordinaria, es decir que la pagan directamente los ingresos actuales de quién decide tomar el crédito.

Créditos
Expansión en agosto 


Los préstamos en pesos al sector privado presentaron en agosto de este año un crecimiento interanual del 38%, según el informe mensual del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El incremento estuvo impulsado por las líneas de crédito relacionadas con la actividad comercial y por aquellas destinadas al consumo de particulares, tanto en operaciones con tarjetas de crédito como los préstamos personales.

Financiación
Estímulo productivo 


El mes pasado se hizo una nueva licitación para el Programa del Financiamiento Productivo del Bicentenario (PFPB). Se subastaron $170 millones, de los cuales se adjudicaron $159 millones ($150 millones al Banco Nación y 9 millones al Banco de Inversión y Comercio Exterior. El PFPB ya desembolsó $5.387 millones, alrededor del 76% de lo adjudicado. La industria manufacturera concentró alrededor del 70% de los préstamos.

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