›› Cartas de lectores

23 Septiembre 2013
Colectivos sucios
Sube una persona a un ómnibus de esta capital y dice a viva voz: -Chofer, todos los asientos están sucios. Y este contesta: -¡Ah Señor! Es que todavía no se sentó nadie. Parece un chiste pero no lo es. Unos 40 años atrás veía como en los galpones de la línea 9 se lavaban todas las noches las unidades y todas las líneas cumplían con esa obligación. Hace bastante tiempo que la suciedad de los asientos, los respaldos, las ventanas, los vidrios, los pasamanos muestran la importancia que los dueños de colectivos les dan a los usuarios. Los pisos merecen un apartado, por ejemplo en el 106 le tiran un balde de agua y no lo barren, entonces con la tierra y los papeles se hace una mugre que va y viene con el andar, los pasajeros suben y no les queda otra que pisar ese charco de barro y basura. Tomarse de los pasamanos es quedarse pegado en una melaza de microbios. Dentro de estos vehículos vive la hepatitis, la diarrea, la tuberculosis, el chancro y cuanta enfermedad exista. Digo, ¿la Municipalidad y su séquito de inspectores no sabe del tema? Los empresarios deberían tener un poco de respeto por los pasajeros. Los concejales están fuera del tema; ellos no viajan en ómnibus. Son excepciones las líneas 130, 18, 19, 9.

Antonio Gomez
Pje Roca 4458
S. M. de Tucumán

Basta de usurpaciones
"Tolerancia cero a las usurpaciones, porque no podemos permitir que gente tome tierras que no son propias. Hemos hecho un proyecto en la Legislatura, hemos expropiado para que haya más tierras pero no vamos a permitir usurpaciones", estas fueron as palabras del señor gobernador. Los vecinos de Villa Muñecas hace casi dos semanas perdimos la tranquilidad en nuestro barrio porque fue usurpada la ex fábrica Pacífico, ya no podemos dormir, destruyeron y robaron las instalaciones, y como ya no queda nada por lo visto ahora le toca a los vecinos. Nadie hace nada para cambiar esta situación, están cometiendo delito de robo y usurpación, hechos penados por nuestro Código Penal. Ni un policía se ve por el barrio. No dejemos que Villa Muñecas se convierta en un gran asentamiento; con este va ser el cuarto.

Fernando Menichelli
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¿Por qué no aprenden?
Quienes tienen el privilegio de acceder al poder político, por los votos de los ciudadanos, juran y rejuran por la Constitución, las leyes y también por el poder divino. Sin embargo, luego de un tiempo se olvidan que están en ese lugar, para servir y cumplir sus juramentos. Tenemos casos puntuales que todos conocen, incluso los habitantes de nuestras siempre existentes villas de emergencia. Estos, esperan mejorar y es por eso que aún votan. Esos casos puntuales sobre querer sobrepasar todos los juramentos y perpetuarse en el poder, nos han traído enormes dificultades en el progreso del país. En el siglo pasado hemos visto al igual que en este siglo XXI gobiernos que no respetan la renovación democrática porque de eso se trata en este país. San Luis, Santiago del Estero con un gobernador con cinco períodos, y ahora alguien quiere hacer lo mismo. Y también en otras provincias se repite esta aberración democrática. Desde la Patagonia, hasta Jujuy. Desde las primeras autoridades nacionales, provinciales y también intendentes, comuneros, rectores y no podemos dejar de nombrar a los campeones sindicalistas. Quizás, no merecemos como nación vivir democráticamente. Quizás, Rivadavia tenía razón y deberíamos seguir como vasallos de algún poder extranjero. 

Carmelo José Felice
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Ruidos molestos
Es inconcebible la falta de respeto por los demás, el descontrol y la impunidad que demuestra el habitante de nuestra ciudad. A la descomunal contaminación ambiental que padecemos los tucumanos hay que agregarle los ruidos molestos, en cualquier lugar y hora, ya sea en los barrios como en la ciudad, no importa si hay sanatorios cerca o casas habitadas, que sea en horario de descanso, día laborable o festivo, y lo que resulta más irritante; sin que nadie ponga límites, ni la municipalidad, ni las maestras o profesores de escuelas o colegios, ni la gran cantidad de policías que además de cuidar la seguridad, deberían controlar el comportamiento y el respeto por los ciudadanos. Es sabido que el ruido excesivo además de molesto, puede ser dañino para la salud, dificulta conciliar el sueño lo cual ocasiona insomnio y fatiga, otros se tornan irritables y agresivos, disminuye la concentración, altera el aprendizaje y el rendimiento laboral. Las mediciones acústicas indican que, en horario pico, el centro de nuestra cuidad soporta sonidos de entre 90 y 100 dB y si tenemos en cuenta que después de los 65 dB el ruido resulta dañino, se concluye que Tucumán es una ciudad muy agresiva para el oído humano. Por todo lo dicho pienso que deberíamos repensar nuestros comportamientos, volver a las reglas de respeto y urbanidad, para de esa forma poder convivir en un ambiente más sano. Recordar que los derechos de uno empiezan donde terminan los del otro, que no debo hacer a los demás lo que no deseo que me hagan a mí, son reglas elementales del buen comportamiento y convivencia. Por eso exhorto a la población en general a ser más respetuosa con los demás, de esa forma me respeto a mí mismo, y a las autoridades municipales y provinciales a controlar el ruido de la ciudad, pues para toda actividad recreativa o capaz de producir ruidos molestos hay horarios permitidos y otros que no lo son. Y si no se cumple deben existir sanciones ejemplificadoras.

Miguel Angel Sáez
Muñecas 616, 4º "C"-Tucumán


Déficit educativo
Mientras que desde el Ministerio de Educación de la Nación se envían libros con material pornográfico, la calidad educativa empeora en nuestra escuelas. Argentina ocupa el puesto número 7 respecto de su calidad educativa en la región detrás de Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay. El primer gran déficit que tiene nuestro país en materia de calidad educativa es la gran desigualdad, que establece diferencias importantes entre regiones y ciudades. En las zonas de mayor pobreza estamos dando la peor educación, cuando la Ley de Educación Nacional exige lo contrario. Las mejores escuelas deberían estar en las zonas más necesitadas. La educación pública fue el gran ordenador de nuestra sociedad. El guardapolvo blanco no es un pedazo de tela, era la aspiración de toda una sociedad para que en la escuela todos los pibes (sin distinción social) fueran iguales y tuvieran similares oportunidades. En esta época de revisionismo histórico, alguien encontrará que Sarmiento faltó al menos una vez a clase. Ojalá que así sea, eso significaría que nuestros mayores crearon el mito para mostrarle a los chicos que estudiar era obligatorio. Si a un chico le iba mal en los exámenes se lo hacía estudiar más. Ahora eliminamos los exámenes, no sea cosa que la sociedad se de cuenta que el esfuerzo económico de todos no se traduce en resultados o que los maestros ya no saben enseñar. Es evidente, los problemas de la educación pública afectan al resto del sistema educativo. Hoy con que los colegios privados estén abiertos es suficiente. Antes los sectores de menores recursos no se preocupaban por la educación, hoy tienen que destinar parte de sus escasos recursos a pagar una cuota de un colegio privado si quieren que sus hijos tengan un mejor futuro laboral. En nuestra sociedad nunca vamos a tener un buen nivel de instrucción académica general si no funcionan las escuelas públicas. Ellas marcan el piso. Todo esto no es culpa de un presidente, gobernador o intendente, es un problema de todos. Salimos a protestar por el corralito, por el dólar, por la inseguridad, y tenemos todo el derecho de hacerlo. ¿Cuándo nos vamos a movilizar para que nuestros niños reciban una mejor instrucción educativa? La calidad educativa está en situación de emergencia. Según Álvarez Trongé, los desafíos pendientes en la Argentina para lograr calidad educativa están en el colegio secundario: según las últimas cifras del Ministerio de Educación de la Nación, el 56% de los chicos no lo terminan y sólo lo completan en tiempo y forma el 44%. No es sólo es una responsabilidad del Estado; el desafío es de la sociedad argentina en su conjunto. La Ley de Educación Nacional es muy buena, tiene una serie de artículos muy precisos sobre cómo deben destinarse los recursos educativos para evitar la desigualdad; establece que el secundario es obligatorio y esto debe exigirse. En la Argentina, entre el 10% y el 15% de la población juvenil, según los últimos informes realizados sobre la base de datos del Indec, es la franja joven que aún no ha podido vencer el cerco de la ignorancia. Es muy triste, pero debemos superarlo. La política tiene que tomar a la educación como desafío electoral, y la sociedad se lo tiene que pedir. 

Julio Argentino Gómez
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La primavera
La primavera es una invitación a mantenernos enamorados de la vida, a aceptarla con los ropajes con que llega cada mañana y a esperarla con los mejores dones. Que la paz acompañe con rezos el despertar y el adiós de cada día. Abrir temprano las ventanas y aspirar la pureza del aire. Moviliza la tentación de acercarse y acariciarlas, admirar la belleza de sus flores, regalarles presencia y compañía. Sabiduría vegetal en la dolorosa vejez de sus tallos y en los nuevos gajos en que van prolongándose. Quien al amparo del cielo que brilla, les acerca el líquido vivificante, y percibe el susurro de las hojas y el aroma de la tierra mojada, se hace acreedor a un estado de gracia, de indescriptible serenidad. Miles de ojos contemplan desde la espesura de la arboleda: es Dios, que también goza. ¡Bienvenida, primavera! 

Ana María D'Andrea de Dingevan
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Carros de tracción a sangre
He leído la nota publicada el 19/9 sobre el sistema de carros de tracción a sangre que se aplica en la ciudad de Río Cuarto y próximamente en Paraná. Había un concejal oficialista que tenía ese proyecto para aplicarlo aquí, y que es una magnifica idea, pero quedo congelado, si mal no recuerdo, por la oposición de los carreros. Creo que ese concejal debería reflotarlo haciendo las consultas pertinentes de cómo lo implementaron en Río Cuarto y trasladarlo a nuestra ciudad. Es hora de poner orden en esta actividad de los recolectores urbanos o cartoneros, mejorando su calidad de vida, capacitándolos en el manejo del vehículo y en la selección y venta del material recolectado, puede ser un importante medio de vida para este sector olvidado, mas seguridad en el transito y mejor imagen de la ciudad. 

Gabriel Molina
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