A la sombra de Mandiyú

Boca no logró comprar el corazón de los correntinos, que viven de la nostalgia del pasado.

UN DESIERTO. Las tribunas de la cancha de Huracán de Corrientes, donde Boca Unidos hace de local hasta tanto termine las obras de su estadio, estuvieron casi vacías.  Apenas hubo 2.000 hinchas. UN DESIERTO. Las tribunas de la cancha de Huracán de Corrientes, donde Boca Unidos hace de local hasta tanto termine las obras de su estadio, estuvieron casi vacías. Apenas hubo 2.000 hinchas.
CORRIENTES (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- "Mandiyú era el equipo del pueblo, Boca Unidos, de unos pocos", afirma Sebastián, encargado de un restaurante ubicado a metros del puerto de Corrientes.

Su opinión es compartida por muchos en la tierra del chamamé. Pese a su presente en el Nacional B codeándose con algunos grandes del fútbol nacional, el "otro Boca" no ha logrado encolumnar a la ciudad -y menos aún a la provincia- detrás de sí, como sí lo hizo Mandiyú en la década del 80 y principios de los 90.

"Esas eran otras épocas, la gente llenaba la cancha", rememora José Pared, ex árbitro de fútbol de primera y actualmente dueño de un kiosco de revistas en la terminal de ómnibus de la capital.

Pared atesora el recuerdo de haber expulsado a Norberto Alonso en un cuadrangular jugado con Vélez en Corrientes y disfrutado desde dentro de la cancha las delicias de Diego Maradona en un amistoso disputado por la selección en la cancha del club Lipton, previo al Mundial 78. El ex árbitro no tiene dudas: "con la desaparición del Mandiyú original terminó también la época de oro del fútbol correntino".

El Club Deportivo Mandiyú militó siete temporadas en la división mayor del balonpié argentino, salió tercero en el Clausura 91 y causó conmoción en 1994 al contratar a Maradona como técnico. Pero bajo el gerenciamiento del diputado menemista Roberto Cruz el equipo descendió al viejo Nacional B y en 1995, quebrado y sin conducción dirigencial, fue desafiliado de la Liga correntina.

Desaparecido del mapa, Mandiyú renació tres años más tarde bajo el nombre de Textil Mandiyú, que esta temporada juega por invitación el torneo Argentino B. Y desde 2010, tras una resolución judicial, comparte nombre y divide las preferencias de los hinchas con el reaparecido Deportivo Mandiyú, actualmente en la liga local.

Es decir, hay dos Mandiyú. Los mismos colores, una historia en común, idéntica pasión, repartidos en dos equipos. Y aún así, pese a su resonante triunfo sobre River en 2011, a su empate ante Independiente de unas fechas atrás y a los avances en la construcción de su nuevo estadio, Boca Unidos no le hace sombra, sino más bien vive a la sombra de las glorias del viejo Mandiyú de Corrientes y del famoso saludo de Maradona después de un 2 a 2 con Racing.

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