La falta de trabajo desvela a los jóvenes comprovincianos de entre 18 y 29 años

13 Octubre 2013
Cotidianamente, las crónicas periodísticas dan cuenta de la franja etaria más preocupada por la falta de trabajo son los jóvenes. Si bien el Estado se encarga de paliar el desempleo, mediante la puesta en marcha de programas de iniciación laboral, los jóvenes de entre 18 y 29 años, consideran a la desocupación como un verdadero problema.

Así lo refleja la encuesta de la consultora Poliarquía. De acuerdo al sondeo realizado del 3 al 9 de octubre pasado, el 19% de los jóvenes de entre 18 y 29 que fueron relevados respondieron que la falta de trabajo es un problema que los aqueja. El 20% de la franja etaria que va de los 30 a 49 también considera al desempleo como un inconveniente para el normal desarrollo de sus vidas. En tanto que el porcentaje disminuye cuando los consultados superan la franja de los 50 años. En este grupo, sólo el 10% de los entrevistados respondieron que el desempleo es un problema. Como en este grupo poblacional son menos las personas económicamente activas (se aproximan a la edad jubilatoria), el desempleo deja de ser una preocupación. En cambio sí lo es la inflación. El 14% de las personas mayores de 50 años -este sector está comprendido mayormente por jubilados que perciben bajos salarios- consideran a la inflación como un problema de relevancia.

En el caso de la inseguridad, todos los rangos etarios comparten la misma preocupación, aunque con sutiles diferencias en cuanto a los porcentajes. Los jóvenes de 18 a 29 son -según el relevamiento- los más preocupados por la falta de seguridad (el 44%); le sigue la franja de entre 30 a 49 años (el 40%) y, por último, los encuestados mayores de 50 años (el 35%). En este último grupo es llamativo el porcentaje de entrevistados (el 18%) que señalaron que ningún problema los afecta.

¿Y la falta de viviendas?

Desde hace semanas, LA GACETA viene informando sobre usurpaciones que se producen en terrenos privados o del Estado. Incluso, los datos del Censo 2010 grafican el grave problema de los tucumanos que carecen de un techo. Según el último relevamiento realizado el déficit habitacional de Tucumán asciende a las 80.000 viviendas. Sin embargo, la gente aseguró que la falta de casas no es un problema relevante. Ante la pregunta de Poliarquía sobre cual es principal incoveniente en su vida diaria, ningún tucumano hizo referencia al déficit habitacional.

De acuerdo al último relevamiento realizado hace tres años por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), en Tucumán hay 396.429 viviendas, contra las 310.674 de 2001, lo que arroja un crecimiento del 28%; pero la muestra también desnuda que cuatro de cada 100 hogares tucumanos no tienen ni baño ni letrina (son 16.527).

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