Obama sabía que espiaban a Ángela Merkel desde 2010

Nuevas revelaciones tensan aún más las relaciones diplomáticas entre Alemania y EEUU. Diarios alemanes cuentan que un jefe de la central de inteligencia de EEUU informó al presidente del caso. Malestar y críticas.

TENSIÓN. La canciller Merkel quedó en una posición incómoda por el espionaje de un gobierno aliado. REUTERS TENSIÓN. La canciller Merkel quedó en una posición incómoda por el espionaje de un gobierno aliado. REUTERS
28 Octubre 2013
BERLÍN.- El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sabía desde 2010 que el celular de su par alemana, Angela Merkel, estaba siendo intervenido y en vez de terminar con el espionaje, pidió un informe completo sobre la canciller, denunció el diario alemán "Bild am Sonntag". En una nueva revelación que tensa aún más la relación entre Washington y Berlín, el diario alemán citó fuentes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos que sostienen que el ex jefe de la agencia de espionaje, Keith Alexander, informó personalmente a Obama en 2010.

"Obama no suspendió la operación, sino que la dejó continuar", reveló una de las fuentes al diario alemán, contradiciendo al propio mandatario estadounidense, quien le había garantizado personalmente a Merkel que no sabía nada sobre el espionaje en su contra. Desde que explotó el escándalo, la posición oficial de la Casa Blanca ha sido que el gobierno no está espiando ni espiará a Merkel, pero nada se menciona sobre el pasado.

Según el "Bild am Sonntag", la NSA no sólo espió el celular del partido que usó Merkel hasta el mes de julio de este año, como se había denunciado hasta ahora, sino que llegó a pinchar el teléfono aparentemente seguro que empezó a usar en agosto pasado.

El rotatitvo sostiene que la información recopilada en el cuarto piso de la embajada estadounidense en Berlín -donde trabajan 18 agentes de la NSA- se enviaba directamente a la Casa Blanca, sin pasar primero, como es habitual, por la central de la agencia en Fort Meade, en el estado de Maryland.

Por otra parte, el semanario alemán "Der Spiegel" denunció que el celular de Merkel aparece en la lista de objetivos de la NSA desde 2002, tres años antes de que ganara las elecciones y se pusiera al frente del gobierno alemán. Ese mismo año también comenzó el espionaje al entonces canciller alemán, Gerhard Schroeder, según el informe del "Bild am Sonntag".

Prueba de la tensión y el malestar que existe en el gobierno alemán fue el comunicado del ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle. En él, el diplomático advirtió que "en suelo alemán rige la ley alemana" y eso es válido "para alemanes y extranjeros, para ciudadanos y empresas, y también para diplomáticos y embajadas". Westerwelle no disimuló la intención del comunicado y advirtió que "el espionaje entre amigos y aliados no es procedente", y que "no todo lo que es posible es también políticamente razonable". El ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich, fue más directo. "Espiar es un delito y los responsables deben responder de ello. Si los estadounidenses pincharon teléfonos en Alemania, infringieron la ley alemana en territorio alemán, lo que supone violar nuestra soberanía y resulta inaceptable", advirtió. (Télam)

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