17 Noviembre 2013
Chile: la derecha se siente derrotada antes de votar
Cuestionamientos al presidente Piñera por no haber respaldado a su candidata, Matthei. Todas las encuestas dan por segura ganadora a la ex mandataria socialista Michelle Bachelet, y la única duda es si habrá segunda vuelta. Promesas ante los reclamos.
SANTIAGO DE CHILE.- La derecha chilena se apresta para soportar hoy el peor resultado electoral en democracia, con la previsible derrota de la abanderada oficialista, Evelyn Matthei, frente a la socialista Michelle Bachelet. La única expectativa de la gobernante Alianza por Chile es que la opositora no consiga la mitad más uno de los votos válidos emitidos, y se deba concretar un balotaje, previsto para el 15 de diciembre, en el que, según todos los sondeos, se confirmaría su regreso a la Presidencia que ocupó entre 2006 y 2010.
El clima interno en el oficialismo pasa de la decepción al enojo con el actual mandatario, Sebastián Piñera, a quien critican por no respaldar suficientemente a Matthei ni lograr transferirle el 40% de opinión positiva que tiene su gestión. Lo cierto es que entre ambos hay históricas diferencias: Piñera integra Renovación Nacional y nunca se alineó con la dictadura Augusto Pinochet, mientras que Matthei milita en la pinochetista Unión Demócrata Independiente.
La ex ministra de Trabajo fue nombrada candidata de urgencia por la coalición oficialista a fines de julio, luego de que Pablo Longueira, quien había ganado una interna de la alianza, dimitió a la postulación por una severa depresión.
No pocos sospechan que el Presidente está ya pensando en salir bien parado de su Gobierno, para postularse otra vez en cuatro años, al frente de una nueva derecha, más moderna, liberal y alejada de la sombra de los militares.
Sin embargo, y a pesar de las buenas cifras macroeconómicas, el problema más grave de su administración es que fue incapaz de reducir la tremenda desigualdad existente entre ricos y pobres, y de dar respuestas a las masivas protestas estudiantiles, que demandan educación gratuita y de calidad y el fin al lucro en el sector con fondos del Estado, a los que otros manifestantes sumaron sus propios reclamos por vivienda y salud.
Propuestas opositoras
El descontento social fue capitalizado por Bachelet, quien se comprometió a reducir la brecha de ingresos; a aprobar una reforma tributaria para aumentar los gravámenes a empresas y reducirlos a las contribuciones personales; y a dar educación gratis en un lapso de seis años. También anunció que elaborará una nueva Constitución que reemplace la heredada de Pinochet en 1980 y rompa con el bipartidismo mediante cambios al sistema electoral, a través de un amplio debate democrático e institucional, pero sin llamar a una Asamblea Constituyente como reclaman amplios sectores.
Las encuestas coinciden en señalarla como la segura ganadora de los comicios y la primera persona que va a ocupar dos veces la Presidencia en un país que no tiene habilitada la reelección inmediata.
Si logra triunfar, conseguirá el gran sueño de Salvador Allende: tener en una misma coalición al Partido Demócrata Cristiano (PDC) y al Partido Comunista (el PC volvería a ocupar cargos luego de 40 años, cuando integró la Unidad Popular), junto con socialistas, socialdemócratas y otras fuerzas reunidas en Nueva Mayoría. Su mandato será entre 2014 y 2018.
Además se presentan otros siete candidatos presidenciales, cifra récord en la historia electoral. Los independientes Franco Parisi y Marco Enriquez-Ominami disputan el tercer lugar, por delante de Roxana Miranda, Alfredo Sfeir, Marcel Claude, Tomás Jocelyn-Holt y Ricardo Israel.
El mayor desafío consiste en movilizar a una ciudadanía apática en el debut del voto voluntario para la categoría presidencial. La experiencia municipal realizada el año pasado arrojó una participación del 60% del padrón total, y los analistas calculan que ese porcentaje podría repetirse hoy. (Especial-DPA)
El clima interno en el oficialismo pasa de la decepción al enojo con el actual mandatario, Sebastián Piñera, a quien critican por no respaldar suficientemente a Matthei ni lograr transferirle el 40% de opinión positiva que tiene su gestión. Lo cierto es que entre ambos hay históricas diferencias: Piñera integra Renovación Nacional y nunca se alineó con la dictadura Augusto Pinochet, mientras que Matthei milita en la pinochetista Unión Demócrata Independiente.
La ex ministra de Trabajo fue nombrada candidata de urgencia por la coalición oficialista a fines de julio, luego de que Pablo Longueira, quien había ganado una interna de la alianza, dimitió a la postulación por una severa depresión.
No pocos sospechan que el Presidente está ya pensando en salir bien parado de su Gobierno, para postularse otra vez en cuatro años, al frente de una nueva derecha, más moderna, liberal y alejada de la sombra de los militares.
Sin embargo, y a pesar de las buenas cifras macroeconómicas, el problema más grave de su administración es que fue incapaz de reducir la tremenda desigualdad existente entre ricos y pobres, y de dar respuestas a las masivas protestas estudiantiles, que demandan educación gratuita y de calidad y el fin al lucro en el sector con fondos del Estado, a los que otros manifestantes sumaron sus propios reclamos por vivienda y salud.
Propuestas opositoras
El descontento social fue capitalizado por Bachelet, quien se comprometió a reducir la brecha de ingresos; a aprobar una reforma tributaria para aumentar los gravámenes a empresas y reducirlos a las contribuciones personales; y a dar educación gratis en un lapso de seis años. También anunció que elaborará una nueva Constitución que reemplace la heredada de Pinochet en 1980 y rompa con el bipartidismo mediante cambios al sistema electoral, a través de un amplio debate democrático e institucional, pero sin llamar a una Asamblea Constituyente como reclaman amplios sectores.
Las encuestas coinciden en señalarla como la segura ganadora de los comicios y la primera persona que va a ocupar dos veces la Presidencia en un país que no tiene habilitada la reelección inmediata.
Si logra triunfar, conseguirá el gran sueño de Salvador Allende: tener en una misma coalición al Partido Demócrata Cristiano (PDC) y al Partido Comunista (el PC volvería a ocupar cargos luego de 40 años, cuando integró la Unidad Popular), junto con socialistas, socialdemócratas y otras fuerzas reunidas en Nueva Mayoría. Su mandato será entre 2014 y 2018.
Además se presentan otros siete candidatos presidenciales, cifra récord en la historia electoral. Los independientes Franco Parisi y Marco Enriquez-Ominami disputan el tercer lugar, por delante de Roxana Miranda, Alfredo Sfeir, Marcel Claude, Tomás Jocelyn-Holt y Ricardo Israel.
El mayor desafío consiste en movilizar a una ciudadanía apática en el debut del voto voluntario para la categoría presidencial. La experiencia municipal realizada el año pasado arrojó una participación del 60% del padrón total, y los analistas calculan que ese porcentaje podría repetirse hoy. (Especial-DPA)