27 Noviembre 2013
PRINCIPAL PRODUCCIÓN TUCUMANA. Un operario del ingenio La Florida realiza un seguimiento del proceso de elaboración del azúcar. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA (ARCHIVO)
La intención del gobierno mendocino de promover un proyecto de ley para aplicar un incremento de los impuestos a las bebidas analcohólicas, gaseosas o no, y energizantes, generó la reacción de distintos sectores de la provincia, tanto empresarial como político. La Federación Económica de Tucumán (FET), en particular, rechazó la medida y afirmó que generaría "serios problemas" a la industria azucarera, en coincidencia con las cámaras que representan a los ingenios de Tucumán y del país.
La administración de Francisco Pérez ha impulsado entre las provincias productoras vitivinícolas, la modificación del actual régimen tributario. La iniciativa prevé un aumento de la alícuota para las bebidas sin alcohol (o analcohólicas), entre las que se encuentran las que se elaboran con azúcar, desde un 8% actual a un 28%, y también una reducción de un 4% a un 2,8% para aquellas con base de jugo de frutas, que incluye a la uva (mosto) y la manzana, producciones centrales de la región cuyana.
"Un aumento en la alícuota del orden de los 20 puntos va provocar una fuerte caída en la demanda de bebidas edulcoradas, la cual se transmitiría en la cadena productiva a los proveedores de edulcorantes, incluyendo el azúcar de caña, fructosa y glucosa de maíz. El impacto en la reducción de demanda de azúcar podría ser muy importante, en un contexto en el cual el sector azucarero aún no ha salido de su propio problema de colocación de los productos obtenidos con excedentes de caña", explicó la entidad mediante un comunicado oficial.
Marcando su posición ante la decisión de Mendoza, la FET aseguró que el proyecto, tal cual está estructurado, desembocará en una mayor presión impositiva. "Se garantizan dos resultados: una mayor recaudación fiscal para el Gobierno nacional y una caída en la demanda de estas bebidas y de los edulcorantes calóricos naturales (azúcar y fructosa) utilizados", enfatizó.
La estimación de la Federación Económica coincidió con la de las cámaras que representan a los ingenios, tanto de Tucumán como de Salta y de Jujuy, entre otras: habrá una salida de un stock de azúcar del circuito comercial. Según las organizaciones azucareras, el proyecto apunta a promover la sustitución del azúcar por mosto de uva -jugo formado por la piel, la pulpa y las semillas-, y Mendoza es el principal polo productivo en la Argentina.
La intención del gobierno mendocino y el sector vitivinícola es "crear condiciones comerciales por medio de una ley para acceder a la plaza de las gaseosas, ante los problemas de colocación de la elaboración en los mercados interno y externo", explicó una de las cámaras empresariales, en una nota oficial enviada a la Casa de Gobierno.
En un informe de la Fundación de la Federación Económica (Fundafet), la entidad madre explicó que el proyecto de ley "no presenta mecanismos que permitan lograr el acceso al mercado de edulcorantes de bebidas, a los zumos o mostos de uva". En el trabajo, Fundafet aclaró que el problema de la producción azucarera como la de la uva, no es la actual situación del mercado, sino la caída de la competitividad debido a una atraso cambiario.
Por otro lado, el legislador provincial (Democracia Cristiana), José Páez, solicitó la "reacción" del Gobierno tucumano y lo llamó a "defender la economía provincial" ante la iniciativa de la gestión de Francisco Pérez. "Es repudiable desde todo punto de vista el proyecto mendocino de aumentar el 250% la alícuota que se aplica a las bebidas analcohólicas que contienen azúcar, mientras reduce en un 250% para los jugos de frutas que contienen mosto de uva", afirmó.
La administración de Francisco Pérez ha impulsado entre las provincias productoras vitivinícolas, la modificación del actual régimen tributario. La iniciativa prevé un aumento de la alícuota para las bebidas sin alcohol (o analcohólicas), entre las que se encuentran las que se elaboran con azúcar, desde un 8% actual a un 28%, y también una reducción de un 4% a un 2,8% para aquellas con base de jugo de frutas, que incluye a la uva (mosto) y la manzana, producciones centrales de la región cuyana.
"Un aumento en la alícuota del orden de los 20 puntos va provocar una fuerte caída en la demanda de bebidas edulcoradas, la cual se transmitiría en la cadena productiva a los proveedores de edulcorantes, incluyendo el azúcar de caña, fructosa y glucosa de maíz. El impacto en la reducción de demanda de azúcar podría ser muy importante, en un contexto en el cual el sector azucarero aún no ha salido de su propio problema de colocación de los productos obtenidos con excedentes de caña", explicó la entidad mediante un comunicado oficial.
Marcando su posición ante la decisión de Mendoza, la FET aseguró que el proyecto, tal cual está estructurado, desembocará en una mayor presión impositiva. "Se garantizan dos resultados: una mayor recaudación fiscal para el Gobierno nacional y una caída en la demanda de estas bebidas y de los edulcorantes calóricos naturales (azúcar y fructosa) utilizados", enfatizó.
La estimación de la Federación Económica coincidió con la de las cámaras que representan a los ingenios, tanto de Tucumán como de Salta y de Jujuy, entre otras: habrá una salida de un stock de azúcar del circuito comercial. Según las organizaciones azucareras, el proyecto apunta a promover la sustitución del azúcar por mosto de uva -jugo formado por la piel, la pulpa y las semillas-, y Mendoza es el principal polo productivo en la Argentina.
La intención del gobierno mendocino y el sector vitivinícola es "crear condiciones comerciales por medio de una ley para acceder a la plaza de las gaseosas, ante los problemas de colocación de la elaboración en los mercados interno y externo", explicó una de las cámaras empresariales, en una nota oficial enviada a la Casa de Gobierno.
En un informe de la Fundación de la Federación Económica (Fundafet), la entidad madre explicó que el proyecto de ley "no presenta mecanismos que permitan lograr el acceso al mercado de edulcorantes de bebidas, a los zumos o mostos de uva". En el trabajo, Fundafet aclaró que el problema de la producción azucarera como la de la uva, no es la actual situación del mercado, sino la caída de la competitividad debido a una atraso cambiario.
Por otro lado, el legislador provincial (Democracia Cristiana), José Páez, solicitó la "reacción" del Gobierno tucumano y lo llamó a "defender la economía provincial" ante la iniciativa de la gestión de Francisco Pérez. "Es repudiable desde todo punto de vista el proyecto mendocino de aumentar el 250% la alícuota que se aplica a las bebidas analcohólicas que contienen azúcar, mientras reduce en un 250% para los jugos de frutas que contienen mosto de uva", afirmó.
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