04 Diciembre 2013
ABUSOS EN LA COMISARÍA. La seccional 4ª se encuentra en diagonal Eugenio Méndez 369, en San Cayetano. la gaceta / foto de osvaldo ripoll LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll.
Dijo que la llevaron a la seccional 4ª, en donde fue abusada por cinco policías, quienes luego la metieron al calabozo para que los detenidos la violaran. La víctima es una mujer trans de 21 años que recibe asistencia psicológica en el Observatorio de la Mujer.
El hecho ocurrió el 27 de noviembre, pero tomó trascendencia ayer luego de que la víctima le contara lo sucedido a una referente de la comunidad transexual, quien la contactó con las autoridades del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo).
El titular de ese organismo, Gustavo Díaz Fernández, afirmó que la primera medida fue garantizar que se aplique el protocolo para las víctimas de violación. “Estamos hablando de una persona que no sabe leer ni escribir y se sentía muy vulnerada por las instituciones”, indicó.
La víctima, contaron fuentes judiciales, habría sido detenida por una contravención, por supuestos incidentes que tuvo con unos familiares. Fue alojada en la seccional 4ª, ubicada en San Cayetano, donde primero fue víctima de abusos de parte de los policías, quienes luego la metieron al calabozo para que los presos la violaran.
A la mañana siguiente, según la denuncia, le tiraron un colchón en el medio del patio y la obligaron a limpiar la dependencia. En un descuido de los policías, escapó y se dirigió al Centro de Salud. Fuentes de la Fiscalía de Instrucción de la V° Nominación contaron que a pesar de que radicó la denuncia en la guardia policial del hospital, el hecho no habría sido notificado a las autoridades.
La mujer trans fue luego hasta la fiscalía, donde la enviaron a un médico forense para que la revise. Allí, según la víctima, fue obligada por jefes policiales a firmar una retractación de la denuncia. Fue cuando intervino el Inadi.
El fiscal Washington Navarro Dávila solicitó el lunes el libro de guardia en el que constaba quiénes eran los policías que habían trabajado el día del supuesto abuso. El juez de Instrucción Francisco Pisa firmó el pedido de detención para cinco policías.
Los acusados declararon ayer a la mañana. La abogada Geraldine Salazar, defensora de dos de los policías, afirmó que de parte de los efectivos no hubo abuso, y que la víctima había sido llevada a otra habitación para que no compartiera celda con hombres.
“De los cinco detenidos, hay dos que estaban realizando recorridos de calle en el horario en que supuestamente ocurrió el abuso”, dijo el abogado Álvaro Zelarayán, que defiende a esos dos policías. “Eso lo dice el libro de guardia. Además, la víctima no acusa a los policías por abuso sexual. Si la conducta que describe de los efectivos ocurrió, a lo sumo puede ser considerado un atentado al pudor o abuso de autoridad”, manifestó Zelarayán.
De acuerdo a la versión de la mujer trans, los policías se habrían masturbado cerca de su cuerpo. Luego de la declaración de los policías, el fiscal Navarro Dávila dispuso que mañana se realice una rueda de reconocimiento y solicitó protección para los testigos.
El secretario de Seguridad Paul Hofer comentó que la detención de la travesti duró 72 horas. “Hay un responsable que es el jefe de comisaría, que debe tener conocimiento absoluto de todo lo que sucede en la dependencia. Va a ser materia de investigación penal y hasta puede ser pasible de una imputación de tipo disciplinario”, afirmó el funcionario.
El hecho ocurrió el 27 de noviembre, pero tomó trascendencia ayer luego de que la víctima le contara lo sucedido a una referente de la comunidad transexual, quien la contactó con las autoridades del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo).
El titular de ese organismo, Gustavo Díaz Fernández, afirmó que la primera medida fue garantizar que se aplique el protocolo para las víctimas de violación. “Estamos hablando de una persona que no sabe leer ni escribir y se sentía muy vulnerada por las instituciones”, indicó.
La víctima, contaron fuentes judiciales, habría sido detenida por una contravención, por supuestos incidentes que tuvo con unos familiares. Fue alojada en la seccional 4ª, ubicada en San Cayetano, donde primero fue víctima de abusos de parte de los policías, quienes luego la metieron al calabozo para que los presos la violaran.
A la mañana siguiente, según la denuncia, le tiraron un colchón en el medio del patio y la obligaron a limpiar la dependencia. En un descuido de los policías, escapó y se dirigió al Centro de Salud. Fuentes de la Fiscalía de Instrucción de la V° Nominación contaron que a pesar de que radicó la denuncia en la guardia policial del hospital, el hecho no habría sido notificado a las autoridades.
La mujer trans fue luego hasta la fiscalía, donde la enviaron a un médico forense para que la revise. Allí, según la víctima, fue obligada por jefes policiales a firmar una retractación de la denuncia. Fue cuando intervino el Inadi.
El fiscal Washington Navarro Dávila solicitó el lunes el libro de guardia en el que constaba quiénes eran los policías que habían trabajado el día del supuesto abuso. El juez de Instrucción Francisco Pisa firmó el pedido de detención para cinco policías.
Los acusados declararon ayer a la mañana. La abogada Geraldine Salazar, defensora de dos de los policías, afirmó que de parte de los efectivos no hubo abuso, y que la víctima había sido llevada a otra habitación para que no compartiera celda con hombres.
“De los cinco detenidos, hay dos que estaban realizando recorridos de calle en el horario en que supuestamente ocurrió el abuso”, dijo el abogado Álvaro Zelarayán, que defiende a esos dos policías. “Eso lo dice el libro de guardia. Además, la víctima no acusa a los policías por abuso sexual. Si la conducta que describe de los efectivos ocurrió, a lo sumo puede ser considerado un atentado al pudor o abuso de autoridad”, manifestó Zelarayán.
De acuerdo a la versión de la mujer trans, los policías se habrían masturbado cerca de su cuerpo. Luego de la declaración de los policías, el fiscal Navarro Dávila dispuso que mañana se realice una rueda de reconocimiento y solicitó protección para los testigos.
El secretario de Seguridad Paul Hofer comentó que la detención de la travesti duró 72 horas. “Hay un responsable que es el jefe de comisaría, que debe tener conocimiento absoluto de todo lo que sucede en la dependencia. Va a ser materia de investigación penal y hasta puede ser pasible de una imputación de tipo disciplinario”, afirmó el funcionario.
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