Ema Gómez quedó bajo arresto domiciliario por incumplir las condiciones de su libertad

Cada vez que Ema Hortensia Gómez pone un pie cerca de una dependencia judicial sacude el clima de Tribunales y ayer no fue la excepción.

La primera semana de este último mes de 2013 se conoció públicamente la sentencia de los jueces de la Corte Suprema Antonio Gandur, Antonio Daniel Estofán, Daniel Oscar Posse y René Mario Goane. En esa resolución, el tribunal de la Corte disponía que Ema Gómez cumpla una condena a cadena perpetua. Así, revocó -en manera parcial- el fallo de la Sala I de la Cámara Penal que la había condenado a 13 años de prisión por el homicidio del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz, asesinado en noviembre de 2004.

Luego de la primera sentencia en su contra, la condenada quedó en libertad porque ya había cumplido -según fuentes judiciales- cuatro años en prisión y, además, la sentencia de la Sala I aún no estaba firme. Por esto, Gómez debía presentarse todos los meses en el despacho de la Sala I, en La Madrid al 400, para acreditar su permanencia en la provincia y prevenir una posible fuga. Pero la semana pasada, Gómez no cumplió con esa exigencia que le permitía estar en libertad. Y al darse esta irregularidad el vocal de la Sala I, el juez Pedro Roldán Vázquez, había ordenado su detención.

Ese es el marco en el que se dio la sorpresiva presentación espontánea de Ema Gómez que, alrededor de las 11, llegó al despacho de Roldán Vázquez para explicar por qué había incumplido con la orden de la Justicia. Fuentes tribunalicias relataron que la sentenciada dijo que no se presentó en Tribunales porque -debido al caos provocado por el paro de la Policía- no había podido salir de su casa. Sin embargo, esa justificación deberá ser acreditada hoy a la mañana por su abogado, Mario Mirra, que tendrá que presentar a Roldán Vázquez la documentación que certifique los dichos de su defendida.

Ema Gómez tiene ahora un look distinto al que mostraba en las audiencias del juicio del caso Aráoz, aunque mantiene intacta esa particular destreza para hacer declaraciones resonantes o para eludir las preguntas de la prensa que la caracterizaron durante el debate oral. LA GACETA intentó entrevistarla, pero ella se limitó a responder: “no, papito, voy con la nena, voy con la nena (sic)”. Es que -hace unos seis meses- fue madre y ayer se presentó ante la Justicia con su hija en brazos.

La desobediencia

Por la falta que cometió la condenada quedó bajo arresto domiciliario. Esta situación procesal está comprendida dentro de la ley 26.472, que rige la privación de la libertad para mujeres, y que les concede a las embarazadas y a las madres de niños menores de cinco años el beneficio de la prisión domiciliaria. A su vez, el ex policía Darío Pérez, el otro condenado a perpetua por la Corte, continúa prófugo. Por otra parte, Mirra adelantó que durante esta semana presentará un recurso federal extraordinario para apelar el fallo ante la Corte Suprema de la Nación.

El abogado Benjamín Frías Alurralde, representante de la familia Aráoz, advirtió que ya son varias las inconductas de Gómez. “Tiene antecedentes por droga y una denuncia en su contra por violencia contra su hija. De continuar así podría perder la tenencia de la menor”, aseveró.