Por Gustavo Frías Silva
20 Diciembre 2013
Los productores están de parabienes. Después de las lluvias del miércoles, casi todos procedieron a realizar las labores de presiembra y siembra de la soja, lo que trajo cierto alivio al sector. Es que, por la falta de precipitaciones, el atraso empezaba a ser importante y la preocupación de los cultivadores iba en aumento, debido a que venían venir un tercer año seco y sin posibilidades de mejorar. Por fin la lluvia llegó, y las siembras y las pulverizaciones comenzaron a verse en todos los campos granarios de la provincia.
Se calcula que en Tucumán se sembrará este año una gran superficie con granos, que llegarían cerca de las 270.000 hectáreas. La distribución, según estiman, llegará a 200.000 ha con soja; unas 60.000 con maíz; cerca de 9.000 con porotos y una superficie importante con chía. Llevar adelante estos cultivos que deben crecer, en algunos, casos hasta fines de marzo, significa manejarlos adecuadamente para un efectivo control de plagas y enfermedades de diverso tipo, que atacan a estos cultivos estivales.
A esto se suma la importante cantidad de hectáreas plantadas con caña de azúcar y cítricos que son superiores a las 260.000 ha y 30.000 ha, respectivamente, lo que lleva a la actividad agrícola tucumana a casi medio millón de hectáreas. Manejar y cultivar correctamente esta superficie requiere de una estructura de maquinarias e insumos que hoy posee el productor tucumano. Ese manejo es casi cotidiano, pero aveces se descuida al momento de realizarlas.
Estos cultivos citados necesitan en forma periódica el cuidado y el manejo de diferentes labores por parte de los productores, como la siembra y el cultivo, y una de la más importante que es la aplicación de diferentes agroquímicos para el control de plagas y enfermedades. Esto da una idea del alto volumen de agroquímicos utilizados durante el año y de los que se pueden usar en estos días. Por eso es vital que los responsables del uso y manipuleo de estos productos lo hagan como corresponde, buscando el control más eficientes de las plagas y enfermedades, evitar el daño a otros cultivos o montes naturales y evitar la contaminación del medio ambiente.
Aplicaciones cuidadosas
El manejo adecuado de los agroquímicos y una correcta aplicación debe ser una constante por parte del productor, que está obligado a ser muy cuidadoso al aplicar el producto y de esa manera evitar accidentes indeseables. Es por ello necesario que todos los productores y los aplicadores, sumados a los vendedores y fabricantes de agroquímicos tengan presente siempre las reglamentaciones vigentes.
En el caso de Tucumán, rige la Ley Provincial Nº 6.291/91, que en sus diferentes artículos sirve de guía para evitar y/o minimizar accidentes de cualquier tipo relacionados con los agroquímicos. La ley existe y los productores deben siempre tenerla presente para evitar accidentes, pero los entes de control deben realizar tareas de prevención y control para que esa norma se cumpla.
Además, a nivel nacional existe la Guía de Uso Responsable de Agroquímicos, que es un conjunto de directivas básicas para la comercialización, manejo, uso, aplicación y disposición final de envases y residuos de agroquímicos, en virtud de las responsabilidades de los distintos actores que intervienen en el proceso. También la capacitación, los elementos de protección personal, los controles de salud y los planes para emergencias.
La Guía tiene por objetivo facilitar el cumplimiento de la legislación aplicable sin pretender modificarla ni reemplazarla, orientar y capacitar a los distintos actores del ámbito productivo, educativo, tecnológico, político, sanitario y de atención de emergencias sobre el uso correcto de los agroquímicos, a fin de prevenir daños a la salud y el ambiente.
Riesgos
Los agroquímicos no son inocuos para la salud humana ni para el ambiente, aunque su peligrosidad varía según su grado de toxicidad y su formulación. El riesgo asociado a ellos depende de las dosis utilizadas, las condiciones climáticas, el tipo de producto, el modo de aplicación y del tipo y grado de exposición. Por lo tanto, su uso responsable es indispensable para prevenir los posibles daños derivados de un mal uso y aplicación de esos productos químicos.
La legislación debe ser estrictamente cumplida por todos los sujetos en el nivel que corresponda, incluyendo los responsables de su fiscalización y control. Todas las personas involucradas en el manejo y aplicación de agroquímicos, durante su ciclo de vida, deben cumplir lo dispuesto por la legislación.
Instituciones como la Eeaoc, el INTA y la Dirección de Agricultura están en permanente contacto con el productor y se cuenta, además, con la Ley de Agroquímicos N° 6.291/91, que es la herramienta que regula las acciones referidas a los agroquímicos, a fin de asegurar la salud humana, animal y vegetal, mejorando la producción agropecuaria y reduciendo la contaminación ambiental, evitando problemas judiciales.
Se calcula que en Tucumán se sembrará este año una gran superficie con granos, que llegarían cerca de las 270.000 hectáreas. La distribución, según estiman, llegará a 200.000 ha con soja; unas 60.000 con maíz; cerca de 9.000 con porotos y una superficie importante con chía. Llevar adelante estos cultivos que deben crecer, en algunos, casos hasta fines de marzo, significa manejarlos adecuadamente para un efectivo control de plagas y enfermedades de diverso tipo, que atacan a estos cultivos estivales.
A esto se suma la importante cantidad de hectáreas plantadas con caña de azúcar y cítricos que son superiores a las 260.000 ha y 30.000 ha, respectivamente, lo que lleva a la actividad agrícola tucumana a casi medio millón de hectáreas. Manejar y cultivar correctamente esta superficie requiere de una estructura de maquinarias e insumos que hoy posee el productor tucumano. Ese manejo es casi cotidiano, pero aveces se descuida al momento de realizarlas.
Estos cultivos citados necesitan en forma periódica el cuidado y el manejo de diferentes labores por parte de los productores, como la siembra y el cultivo, y una de la más importante que es la aplicación de diferentes agroquímicos para el control de plagas y enfermedades. Esto da una idea del alto volumen de agroquímicos utilizados durante el año y de los que se pueden usar en estos días. Por eso es vital que los responsables del uso y manipuleo de estos productos lo hagan como corresponde, buscando el control más eficientes de las plagas y enfermedades, evitar el daño a otros cultivos o montes naturales y evitar la contaminación del medio ambiente.
Aplicaciones cuidadosas
El manejo adecuado de los agroquímicos y una correcta aplicación debe ser una constante por parte del productor, que está obligado a ser muy cuidadoso al aplicar el producto y de esa manera evitar accidentes indeseables. Es por ello necesario que todos los productores y los aplicadores, sumados a los vendedores y fabricantes de agroquímicos tengan presente siempre las reglamentaciones vigentes.
En el caso de Tucumán, rige la Ley Provincial Nº 6.291/91, que en sus diferentes artículos sirve de guía para evitar y/o minimizar accidentes de cualquier tipo relacionados con los agroquímicos. La ley existe y los productores deben siempre tenerla presente para evitar accidentes, pero los entes de control deben realizar tareas de prevención y control para que esa norma se cumpla.
Además, a nivel nacional existe la Guía de Uso Responsable de Agroquímicos, que es un conjunto de directivas básicas para la comercialización, manejo, uso, aplicación y disposición final de envases y residuos de agroquímicos, en virtud de las responsabilidades de los distintos actores que intervienen en el proceso. También la capacitación, los elementos de protección personal, los controles de salud y los planes para emergencias.
La Guía tiene por objetivo facilitar el cumplimiento de la legislación aplicable sin pretender modificarla ni reemplazarla, orientar y capacitar a los distintos actores del ámbito productivo, educativo, tecnológico, político, sanitario y de atención de emergencias sobre el uso correcto de los agroquímicos, a fin de prevenir daños a la salud y el ambiente.
Riesgos
Los agroquímicos no son inocuos para la salud humana ni para el ambiente, aunque su peligrosidad varía según su grado de toxicidad y su formulación. El riesgo asociado a ellos depende de las dosis utilizadas, las condiciones climáticas, el tipo de producto, el modo de aplicación y del tipo y grado de exposición. Por lo tanto, su uso responsable es indispensable para prevenir los posibles daños derivados de un mal uso y aplicación de esos productos químicos.
La legislación debe ser estrictamente cumplida por todos los sujetos en el nivel que corresponda, incluyendo los responsables de su fiscalización y control. Todas las personas involucradas en el manejo y aplicación de agroquímicos, durante su ciclo de vida, deben cumplir lo dispuesto por la legislación.
Instituciones como la Eeaoc, el INTA y la Dirección de Agricultura están en permanente contacto con el productor y se cuenta, además, con la Ley de Agroquímicos N° 6.291/91, que es la herramienta que regula las acciones referidas a los agroquímicos, a fin de asegurar la salud humana, animal y vegetal, mejorando la producción agropecuaria y reduciendo la contaminación ambiental, evitando problemas judiciales.
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