Por Carlos Frías
31 Diciembre 2013
INVERSIÓN. En la subjefatura de Policía funciona la base del sistema 911. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
La seguridad es un tema candente en la agenda del Gobierno. La primera semana de octubre, buscando contrarrestar los índices de delitos registrados en la provincia, el ministerio de Seguridad Ciudadana que dirige Jorge Gassenbaur implementó el pregonado 911. Este sistema de denuncia telefónica se presentó como un nuevo servicio de la Policía para que la sociedad obtenga una respuesta más efectiva y presurosa cuando ocurre un delito.
Al término del primer mes de operatividad, el Gobierno difundió estadísticas oficiales que indicaban que el nuevo sistema había logrado bajar en un 18% la actividad delictiva en la provincia.
El discado del 911, por el momento, funciona sólo para la capital y Yerba Buena. Mientras que el resto de las localidades del Gran San Miguel de Tucumán (Banda del Río Salí, Alderetes, Las Talitas, Tafí Viejo, Los Pocitos, Lomas de Tafí, Villa Carmela) tienen que continuar discando el 101 para comunicarse con la Policía. Y esas llamadas se derivan al 911. Esta particularidad se debe a que la empresa de telefonía que presta el servicio todavía no concluyó con los trabajos de readecuación de la red de comunicaciones.
Para implementar este sistema se dividió al Gran San Miguel de Tucumán en 41 cuadrículas en las que trabajan 970 uniformados distribuidos en tres turnos de guardia. Ese personal tiene a su disposición 174 motos, 80 autos, cuatro cuatriciclos y un helicóptero. Mientras que en el centro de monitoreo del 911, ubicado en Chile y San Miguel, trabajan otros 160 policías. Con todos estos recursos, la Provincia invirtió fondos para fortalecer la prevención del delito.
Quejas de los usuarios
Una vez que comenzó a funcionar el 911 el primer inconveniente que enfrentó fue el mal uso del sistema por una parte de la sociedad. En los primeros 45 días de funcionamiento recibieron un total de 30.768 llamadas falsas provenientes de 31 líneas de teléfonos distintas. Esto entorpeció el trabajo. Sin embargo, también hubo quejas por fallas en el sistema.
Uno de estos casos lo protagonizó una empresaria que fue asaltada y maniatada en su casa, en Mate de Luna 1.600. El robo ocurrió el martes 12 de noviembre. Y según la víctima que se identificó como María y prefirió preservar su identidad, cinco ladrones la redujeron, estuvieron más de una hora en su vivienda y se llevaron una abultada suma en joyas, dólares y pesos. María dijo que cuando logró liberarse salió a la calle y le pidió a un taxista que llame al 911, pero nunca se pudieron comunicar. El caso fue desmentido por el Gobierno. Pero este tipo de denuncias siguen surgiendo periódicamente.
Al término del primer mes de operatividad, el Gobierno difundió estadísticas oficiales que indicaban que el nuevo sistema había logrado bajar en un 18% la actividad delictiva en la provincia.
El discado del 911, por el momento, funciona sólo para la capital y Yerba Buena. Mientras que el resto de las localidades del Gran San Miguel de Tucumán (Banda del Río Salí, Alderetes, Las Talitas, Tafí Viejo, Los Pocitos, Lomas de Tafí, Villa Carmela) tienen que continuar discando el 101 para comunicarse con la Policía. Y esas llamadas se derivan al 911. Esta particularidad se debe a que la empresa de telefonía que presta el servicio todavía no concluyó con los trabajos de readecuación de la red de comunicaciones.
Para implementar este sistema se dividió al Gran San Miguel de Tucumán en 41 cuadrículas en las que trabajan 970 uniformados distribuidos en tres turnos de guardia. Ese personal tiene a su disposición 174 motos, 80 autos, cuatro cuatriciclos y un helicóptero. Mientras que en el centro de monitoreo del 911, ubicado en Chile y San Miguel, trabajan otros 160 policías. Con todos estos recursos, la Provincia invirtió fondos para fortalecer la prevención del delito.
Quejas de los usuarios
Una vez que comenzó a funcionar el 911 el primer inconveniente que enfrentó fue el mal uso del sistema por una parte de la sociedad. En los primeros 45 días de funcionamiento recibieron un total de 30.768 llamadas falsas provenientes de 31 líneas de teléfonos distintas. Esto entorpeció el trabajo. Sin embargo, también hubo quejas por fallas en el sistema.
Uno de estos casos lo protagonizó una empresaria que fue asaltada y maniatada en su casa, en Mate de Luna 1.600. El robo ocurrió el martes 12 de noviembre. Y según la víctima que se identificó como María y prefirió preservar su identidad, cinco ladrones la redujeron, estuvieron más de una hora en su vivienda y se llevaron una abultada suma en joyas, dólares y pesos. María dijo que cuando logró liberarse salió a la calle y le pidió a un taxista que llame al 911, pero nunca se pudieron comunicar. El caso fue desmentido por el Gobierno. Pero este tipo de denuncias siguen surgiendo periódicamente.
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