03 Enero 2014
ESCASEZ. Las plantas de maíz claman por recibir más agua de lluvia.
¿Cómo ven los investigadores y científicos de la Estación Experimental Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán el desarrollo de la actual campaña de granos gruesos, en particular la de maíz?
“El año productivo sigue complicado, muy complicado, porque no ha llovido prácticamente nada y, además, porque las altas temperaturas siguen presionando con fuerza”, comentó a LA GACETA el ingeniero Daniel Gamboa, especialista en el tema “maíz” en la Sección Granos de la institución.
“En cuanto a las lluvias, las registradas entre lunes, martes y miércoles de esta semana fueron muy desparejas; en algunas zonas llovió 5 milímetros, en otras nada y en algunos lugares cayó un poco más de agua, pero apenas, por supuesto en cantidades insuficientes para lo que necesita el cultivo”, comentó. En este sentido, el especialista admitió que las lluvias registradas en diciembre pasado “sólo sirvieron para hacer los barbechos, y para nada más; esta es la realidad que están atravesando muchos productores de maíz de Tucumán”.
¿Y las lluvias?
“Todos los agricultores maiceros están esperando que haya más lluvias; lo peor, es que abajo del suelo no hay nada de humedad, está seco, así que el panorama es difícil”, agregó.
Gamboa dijo que la gente (los agricultores) está esperanzado en que podrá hacer un poco más de maíz, pero todo depende, una vez más, y por tercer año consecutivo, del panorama climático.
“La siembra de maíz aún sigue en carrera. Estimo que quedan entre 10 y 15 días más para poder sembrar”, estimó el investigador.
Sin embargo, Gamboa reconoció que “hay productores que directamente abandonaron el maíz y se están pasando a la soja. Este es un año durísimo”. “Hasta hoy viene de la peor manera”, agregó con preocupación. “Es que a igual altura de la campaña pasada, ya se había hecho algo de maíz en los campos, pero ahora no hay actividad”, dijo.
¿Y para el invierno?, preguntó LA GACETA. “En estos momentos ni pensamos en el invierno, en qué se podrá sembrar. Estamos muy lejos”, dijo el investigador.
“El año productivo sigue complicado, muy complicado, porque no ha llovido prácticamente nada y, además, porque las altas temperaturas siguen presionando con fuerza”, comentó a LA GACETA el ingeniero Daniel Gamboa, especialista en el tema “maíz” en la Sección Granos de la institución.
“En cuanto a las lluvias, las registradas entre lunes, martes y miércoles de esta semana fueron muy desparejas; en algunas zonas llovió 5 milímetros, en otras nada y en algunos lugares cayó un poco más de agua, pero apenas, por supuesto en cantidades insuficientes para lo que necesita el cultivo”, comentó. En este sentido, el especialista admitió que las lluvias registradas en diciembre pasado “sólo sirvieron para hacer los barbechos, y para nada más; esta es la realidad que están atravesando muchos productores de maíz de Tucumán”.
¿Y las lluvias?
“Todos los agricultores maiceros están esperando que haya más lluvias; lo peor, es que abajo del suelo no hay nada de humedad, está seco, así que el panorama es difícil”, agregó.
Gamboa dijo que la gente (los agricultores) está esperanzado en que podrá hacer un poco más de maíz, pero todo depende, una vez más, y por tercer año consecutivo, del panorama climático.
“La siembra de maíz aún sigue en carrera. Estimo que quedan entre 10 y 15 días más para poder sembrar”, estimó el investigador.
Sin embargo, Gamboa reconoció que “hay productores que directamente abandonaron el maíz y se están pasando a la soja. Este es un año durísimo”. “Hasta hoy viene de la peor manera”, agregó con preocupación. “Es que a igual altura de la campaña pasada, ya se había hecho algo de maíz en los campos, pero ahora no hay actividad”, dijo.
¿Y para el invierno?, preguntó LA GACETA. “En estos momentos ni pensamos en el invierno, en qué se podrá sembrar. Estamos muy lejos”, dijo el investigador.
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