La gente mira conmocionada la carpa N° 5 del parador "Afrika" de Villa
Gesell, donde ayer cayó un rayo que sembró la muerte en la arena. "Estamos
como de luto. Anoche no salieron los chicos y hoy no sabíamos que hacer.
Vinimos a ver como estaba todo en el balneario"' dijo una veraneante.
Parados frente a la carpa, donde las reposeras plásticas tiradas y un ramo
de flores de agapanto indican el lugar de la tragedia, los bañistas se
quedaron durante toda la mañana mirando, como si buscaran una señal que
explique lo que había pasado. Unos daban testimonio de la corrida de los
bañistas antes del rayo, durante la furiosa tormenta que habla estallado
sobre la ciudad balnearia y opinaban que lo más lógico había sido que las
víctimas -que jugaban un partido de vóley- se refugiaran en la carpa (una
estructura de lona y madera); y otros discutían sobre las supuestas
condiciones transmisoras de electricidad de la arena. Una guardavidas,
Karina, renegaba porque no tienen elementos mínimos para emergencias y
porque no se hacen nunca ejercicios de salvataje. "Tuve que hacerle
respiración boca a boca, sin boquilla, a una chica que estaba sangrando",
explicó.
Atilio Mendoza, un viejo veraneante, agregó que la gente no quería
irse de la playa. "Los guardavidas los echaban y algunos seguían en el mar.
Parecía que los iban a tener que sacar de los pelos", dijo. Pero todos eran
comentarios, nada lograba explicar lo sucedido. A medida que avanzaba la
mañana, la playa se fue llenando, excepto el sector de carpas del
balneario.
En un extremo del parador, una familia del barrio porteño de
Flores puso sus reposeras en la arena. "Venimos desde hace muchos años y
conocemos a los dueños del parador. Hemos venido a hacerles el aguante
porque ellos no son responsables de esto", dijo Alicia. El bar del
balneario, no obstante, no tenía atención al público. "Mirá -dijo Héctor,
de Capital Federal- por más que lo intentes, no vas a entender lo que
ocurrió. Yo me fui cinco minutos antes del estallido, y después de esto te
digo, aprendé a aprovechar el tiempo que se te da, porque nunca sabés qué
puede pasar"