13 Enero 2014
EL ÚLTIMO ADIÓS. El ataúd de Sharon es exhibido en el Parlamento israelí. reuters
TEL AVIV.- El féretro del ex primer ministro israelí Ariel Sharon fue trasladado ayer ante la Knesset, el Parlamento israelí en Jerusalén, donde miles de ciudadanos pudieron dar el último adiós a este mandatario clave en la historia del país.
El presidente israelí, Shimon Peres, colocó una corona de flores delante del ataúd de su antiguo compañero de ruta, que estaba cubierto con la bandera israelí blanca y azul con la estrella de David. El gobierno hizo un minuto de silencio.
El pueblo israelí recordará a Sharon “para siempre como uno de los líderes más importantes y uno de los comandantes más valientes”, dijo el jefe de gobierno Benjamin Netanyahu.
Sharon falleció el sábado a los 85 años, tras pasar en coma los últimos ocho a causa de un derrame cerebral. Hoy tendrá lugar el funeral, con una sesión parlamentaria especial en la que participarán Netanyahu, Peres y familiares de Sharon.
Está previsto que acudan varios líderes internacionales, entre ellos el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, el enviado especial del Cuarteto para la paz en Cercano Oriente Tony Blair, el ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y el presidente del Parlamento ruso, Serguei Naryshkin.
Un cortejo fúnebre acompañará después el ataúd hasta la granja Shikmim, en el sur de Israel, donde Sharon será enterrado en un terreno privado conocido como la colina de las Anémonas junto a su segunda esposa, Lily, fallecida en el año 2000.
El ex mandatario fue odiado y admirado, por un lado por la fuerte ofensiva contra los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza en medio de una ola de atentados suicidas, pero también por llevar a cabo uno de los más difíciles movimientos de Israel: la retirada unilateral de Gaza en 2005.
Sharon contribuyó a conformar la historia del país desde la fundación del Estado israelí, en 1948, primero como joven soldado, después como teniente general liderando batallas cruciales y finalmente como ministro y primer ministro.
“Estoy aquí porque amaba a Sharon”, asegura Sharon Vaknin, de 31 años, a quien sus padres pusieron ese nombre en honor al entonces ministro de Defensa. “Admiro al héroe de guerra y al político”, dice Vaknin, que a su vez llamó Ariel a su hijo, como nuevo homenaje al mandatario.
Sharon fue uno de los primeros ministros más populares de Israel, si no el que más, respetado como líder fuerte y audaz, un pragmático, capaz de tomar difíciles decisiones históricas. Pero en Cisjordania y la Franja de Gaza es prácticamente imposible encontrar a un sólo palestino que tenga una palabra buena para el ex mandatario israelí. (DPA)
El presidente israelí, Shimon Peres, colocó una corona de flores delante del ataúd de su antiguo compañero de ruta, que estaba cubierto con la bandera israelí blanca y azul con la estrella de David. El gobierno hizo un minuto de silencio.
El pueblo israelí recordará a Sharon “para siempre como uno de los líderes más importantes y uno de los comandantes más valientes”, dijo el jefe de gobierno Benjamin Netanyahu.
Sharon falleció el sábado a los 85 años, tras pasar en coma los últimos ocho a causa de un derrame cerebral. Hoy tendrá lugar el funeral, con una sesión parlamentaria especial en la que participarán Netanyahu, Peres y familiares de Sharon.
Está previsto que acudan varios líderes internacionales, entre ellos el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, el enviado especial del Cuarteto para la paz en Cercano Oriente Tony Blair, el ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y el presidente del Parlamento ruso, Serguei Naryshkin.
Un cortejo fúnebre acompañará después el ataúd hasta la granja Shikmim, en el sur de Israel, donde Sharon será enterrado en un terreno privado conocido como la colina de las Anémonas junto a su segunda esposa, Lily, fallecida en el año 2000.
El ex mandatario fue odiado y admirado, por un lado por la fuerte ofensiva contra los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza en medio de una ola de atentados suicidas, pero también por llevar a cabo uno de los más difíciles movimientos de Israel: la retirada unilateral de Gaza en 2005.
Sharon contribuyó a conformar la historia del país desde la fundación del Estado israelí, en 1948, primero como joven soldado, después como teniente general liderando batallas cruciales y finalmente como ministro y primer ministro.
“Estoy aquí porque amaba a Sharon”, asegura Sharon Vaknin, de 31 años, a quien sus padres pusieron ese nombre en honor al entonces ministro de Defensa. “Admiro al héroe de guerra y al político”, dice Vaknin, que a su vez llamó Ariel a su hijo, como nuevo homenaje al mandatario.
Sharon fue uno de los primeros ministros más populares de Israel, si no el que más, respetado como líder fuerte y audaz, un pragmático, capaz de tomar difíciles decisiones históricas. Pero en Cisjordania y la Franja de Gaza es prácticamente imposible encontrar a un sólo palestino que tenga una palabra buena para el ex mandatario israelí. (DPA)
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