07 Marzo 2014
El narcotráfico afecta el Estado de Derecho, alertó Lorenzetti
El titular de la Corte Suprema llamó a “ponerse de acuerdo” para combatir la droga En la apertura del año judicial, el magistrado abogó por una Justicia más cercana a la gente. “Dejemos que las personas decidan cómo quieren vivir”, propuso
EL FUTURO. Lorenzetti pidió a los jueces atender las problemáticas de la gente con celeridad, y prestar atención a los problemas mediambientales. dyn
BUENOS AIRES.- El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, advirtió que el combate contra el narcotráfico “debe ser prioritario” porque la venta ilegal de estupefacientes en el país “está afectando el Estado de Derecho”.
“Nos tenemos que poner de acuerdo” sobre la cuestión del narcotráfico, manifestó el juez supremo en su discurso de apertura del año judicial. Y exhortó a los jueces de las “zonas más calientes” a que “cooperen con otros poderes del Estado para que haya una acción efectiva”.
“La agenda del narcotráfico debe ser prioritaria”, subrayó el titular del máximo tribunal, luego de advertir que esta problemática está “afectando el Estado de Derecho”.
“La patria, la región y el mundo estero están afectados por este problema gravísimo. No hay que discutir sobre estos temas, sino ponernos de acuerdo en cuestiones básicas e implementarlas”, manifestó.
Cultura del encuentro
Ante la plana mayor del Poder Judicial -incluida la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, y funcionarios políticos como el ministro de Justicia, Julio Alak-, Lorenzetti convocó a un “cambio de paradigma, incluso en la gobernabilidad”, porque en los tiempos que corren “el problema es cómo se gobierna con paradigmas diferentes, cómo se gobierna la diversidad, cómo se definen instituciones capaces de contener la diversidad”.
“Hay que promover una cultura del encuentro. No significa que no tengamos discusiones ni conflictos, pero el encuentro sobre algunos principios básicos es importante. Vamos por mal camino si no logramos tener unos consensos básicos, que son los que están en la Constitución nacional”, exclamó.
Facetas de la diversidad
Lorenzetti fijó también tres facetas de la diversidad sobre las cuales -en su opinión- son necesarios los consensos: el “derecho a la autodeterminación, el derecho a criticar y el fortalecimiento del debate público”.
Sobre la autodeterminación pidió dejar “tranquilas a las personas para que vivan y decidan cómo quieren vivir, que nadie pretenda regular la vida privada”.
Sobre el derecho de criticar reivindicó el derecho del periodista al acceso a la información.
En cuanto al debate público, fustigó que “cuando alguien expresa una idea no se contesta el argumento, sino que se ataca la persona, se la agravia, se demoniza a personas y a grupos. Está generalizado, todos lo sufren. Aun los temas más difíciles pueden ser debatidos y discutidos. Las sociedades declinan cuando toleran lo intolerante”, subrayó.
Jueces móviles
A los jueces, varias decenas de ellos presentes en el salón de actos de la Corte, los convocó a “comprometerse con la mejora de la Justicia. No crean que el Poder Judicial está de maravillas, tenemos que transformarlo”, señaló. Para eso, pidió que no sólo los tribunales, sino todos los poderes del Estado fijen un “marco de principios y valores que den previsibilidad, que no es otra cosa que construir un Estado de Derecho con instituciones sólidas, independencia de poderes y políticas de Estado participativas y perdurables”.
Reclamó, para ello, una reforma que garantice una Justicia más accesible, veloz y cercana a las personas: “el sistema jurídico parece un hotel cinco estrellas porque es perfecto, está muy bien elaborado, pero no todos pueden acceder, porque es muy caro pasar la puerta de entrada. Hay excluidos en el sistema; lo importante es construir rampas que permitan el acceso para todos”, acotó.
En ese sentido, propuso la creación de “jueces de pequeñas causas, mediadores, en pequeños barrios, barrios pobres, que den soluciones concretas a la gente, porque eso pacifica y le da un derecho a quien no lo tiene”.
Además, reclamó la creación de “jueces móviles, que se trasladen en las regiones grandes del país” y pidió un cambio en la celeridad con que tramitan los expedientes. También hizo hincapié en lo que llamó “los problemas del pueblo”, entre los que enumeró “el temor de los que tienen algo ahorrado y pueden perderlo crisis tras crisis, el miedo que tienen los que están excluidos de la sociedad y no tienen futuro, el temor de los niños afectados por la droga, el de los jubilados a quienes les cuesta mucho hallar soluciones concretas a los problemas que tienen, o los que piensan que la ley no es igual para todos y hay impunidad”.
El futuro del país
Para cerrar su mensaje, el titular de la Corte Suprema volvió a poner énfasis en la necesidad de prestar mayor atención a la cuestión medioambiental.
“No forma parte de la agenda pública, pero es un tema importantísimo, porque hoy, cuando empieza a haber crisis económica, lo primero que se hace es retroceder en materia de derechos medioambientales. Pero no hay manera de que esto suceda si no se pone un límite”, evaluó. “Es difícil y hasta irónico prometerles a los jóvenes un futuro si no nos ocupamos del tema ambiental”, enfatizó Lorenzetti. (DyN-Centro de Información Judicial)
“Nos tenemos que poner de acuerdo” sobre la cuestión del narcotráfico, manifestó el juez supremo en su discurso de apertura del año judicial. Y exhortó a los jueces de las “zonas más calientes” a que “cooperen con otros poderes del Estado para que haya una acción efectiva”.
“La agenda del narcotráfico debe ser prioritaria”, subrayó el titular del máximo tribunal, luego de advertir que esta problemática está “afectando el Estado de Derecho”.
“La patria, la región y el mundo estero están afectados por este problema gravísimo. No hay que discutir sobre estos temas, sino ponernos de acuerdo en cuestiones básicas e implementarlas”, manifestó.
Cultura del encuentro
Ante la plana mayor del Poder Judicial -incluida la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, y funcionarios políticos como el ministro de Justicia, Julio Alak-, Lorenzetti convocó a un “cambio de paradigma, incluso en la gobernabilidad”, porque en los tiempos que corren “el problema es cómo se gobierna con paradigmas diferentes, cómo se gobierna la diversidad, cómo se definen instituciones capaces de contener la diversidad”.
“Hay que promover una cultura del encuentro. No significa que no tengamos discusiones ni conflictos, pero el encuentro sobre algunos principios básicos es importante. Vamos por mal camino si no logramos tener unos consensos básicos, que son los que están en la Constitución nacional”, exclamó.
Facetas de la diversidad
Lorenzetti fijó también tres facetas de la diversidad sobre las cuales -en su opinión- son necesarios los consensos: el “derecho a la autodeterminación, el derecho a criticar y el fortalecimiento del debate público”.
Sobre la autodeterminación pidió dejar “tranquilas a las personas para que vivan y decidan cómo quieren vivir, que nadie pretenda regular la vida privada”.
Sobre el derecho de criticar reivindicó el derecho del periodista al acceso a la información.
En cuanto al debate público, fustigó que “cuando alguien expresa una idea no se contesta el argumento, sino que se ataca la persona, se la agravia, se demoniza a personas y a grupos. Está generalizado, todos lo sufren. Aun los temas más difíciles pueden ser debatidos y discutidos. Las sociedades declinan cuando toleran lo intolerante”, subrayó.
Jueces móviles
A los jueces, varias decenas de ellos presentes en el salón de actos de la Corte, los convocó a “comprometerse con la mejora de la Justicia. No crean que el Poder Judicial está de maravillas, tenemos que transformarlo”, señaló. Para eso, pidió que no sólo los tribunales, sino todos los poderes del Estado fijen un “marco de principios y valores que den previsibilidad, que no es otra cosa que construir un Estado de Derecho con instituciones sólidas, independencia de poderes y políticas de Estado participativas y perdurables”.
Reclamó, para ello, una reforma que garantice una Justicia más accesible, veloz y cercana a las personas: “el sistema jurídico parece un hotel cinco estrellas porque es perfecto, está muy bien elaborado, pero no todos pueden acceder, porque es muy caro pasar la puerta de entrada. Hay excluidos en el sistema; lo importante es construir rampas que permitan el acceso para todos”, acotó.
En ese sentido, propuso la creación de “jueces de pequeñas causas, mediadores, en pequeños barrios, barrios pobres, que den soluciones concretas a la gente, porque eso pacifica y le da un derecho a quien no lo tiene”.
Además, reclamó la creación de “jueces móviles, que se trasladen en las regiones grandes del país” y pidió un cambio en la celeridad con que tramitan los expedientes. También hizo hincapié en lo que llamó “los problemas del pueblo”, entre los que enumeró “el temor de los que tienen algo ahorrado y pueden perderlo crisis tras crisis, el miedo que tienen los que están excluidos de la sociedad y no tienen futuro, el temor de los niños afectados por la droga, el de los jubilados a quienes les cuesta mucho hallar soluciones concretas a los problemas que tienen, o los que piensan que la ley no es igual para todos y hay impunidad”.
El futuro del país
Para cerrar su mensaje, el titular de la Corte Suprema volvió a poner énfasis en la necesidad de prestar mayor atención a la cuestión medioambiental.
“No forma parte de la agenda pública, pero es un tema importantísimo, porque hoy, cuando empieza a haber crisis económica, lo primero que se hace es retroceder en materia de derechos medioambientales. Pero no hay manera de que esto suceda si no se pone un límite”, evaluó. “Es difícil y hasta irónico prometerles a los jóvenes un futuro si no nos ocupamos del tema ambiental”, enfatizó Lorenzetti. (DyN-Centro de Información Judicial)
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