07 Marzo 2014
PARTE DE LA CULTURA. La coca es un cultivo ancestral y el coqueo una costumbre arraigada entre los pueblos del norte argentino. FOTO DE CORBISIMAGES.COM
SALTA.- Las declaraciones del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, que consideró que el principal ilícito en la frontera con Bolivia es el ingreso de hojas de coca, causó enojo entre quienes tienen el hábito de coquear, profundamente arraigado en el norte del país.
“El principal ilícito en la frontera es el tráfico de hojas de coca”, dijo Berni en una nota con Jorge Rial, y desató una polémica. Insistió en que, para solucionar el problema, es necesario un cambio en la legislación actual, que permite el coqueo y tenencia de las hojas de coca para consumo personal, aunque prohibe su comercialización. “La coca entra en forma ilícita y se consume en forma lícita en el país”, expresó.
La reacción no se hizo esperar. “El tema del delito pasa por otras preocupaciones, la hoja de coca no es relevante. Aquí hubo asesinatos vinculados con el narcotráfico que no se resolvieron. En la zona, cada vez más vemos a personas extrañas”, sostuvo Rafael Ruiz, concejal de Salvador Mazza.
El artículo 15 de la ley nacional 23.737 despenaliza “la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión”. En Salta, Jujuy y Tucumán estas prácticas son ancestrales y masivas.
El diputado nacional por Salta, Bernardo Biella afirmó que este año presentará un proyecto de ley “para el uso habitual de la hoja de coca como digestivo”. Destacó que se trata de un producto no adictivo y que no solo se consume en el norte del país, sino en otras regiones, según difundió el portal "Qué Pasa Salta".
La costumbre de coquear perdura desde tiempos remotos. La legislación no penaliza su consumo en estado natural o para hacer un té. Sin embargo, Berni consideró que la ley tiene “baches”. Dijo que se pretende avanzar con la despenalización de la marihuana cuando no esta resulta una actividad lícita como el consumo personal de hojas de coca.
A fines del año pasado, jueces de Salta y Jujuy plasmaron en un informe, que giraron a la Corte Suprema de la Nación, una radiografía de las actividades ilícitas en el norte. Entre 2005 y 2012 las causas por narcotráfico se incrementaron un 84%. En ese documento no se menciona a la hoja de coca para coqueo como principal delito.
Los magistrados hicieron hincapié en el narcotráfico, la trata de personas y al contrabando. Además, pusieron el acento en “la “instalación de grupos extranjeros de gran magnitud que están operando en esa clase de ilícitos”. Comerciantes, legisladores y vecinos también denuncian una expansión organizada de esas bandas.
El obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, alertó por su parte acerca del tráfico de personas en la frontera. “Es aberrante ver cómo también se comercia con la vida de otros impunemente, y a la vista de todos. Esto sin que los instrumentos legales con los que cuenta el Estado, en sus distintos niveles de responsabilidad, puedan ser efectivos”, cuestionó.
“Todos podemos ver diariamente, en uno de los controles fronterizos cercanos a la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán que, mientras muchos transeúntes deben detenerse para ser revisados, lo cual es correcto, a escasos cien metros del puesto se cargan y descargan enormes cantidades de bultos donde podría circular de todo: niños secuestrados, tráfico de órganos, drogas y, además, toda clase mercaderías que evaden impuestos”, apuntó.
“El principal ilícito en la frontera es el tráfico de hojas de coca”, dijo Berni en una nota con Jorge Rial, y desató una polémica. Insistió en que, para solucionar el problema, es necesario un cambio en la legislación actual, que permite el coqueo y tenencia de las hojas de coca para consumo personal, aunque prohibe su comercialización. “La coca entra en forma ilícita y se consume en forma lícita en el país”, expresó.
La reacción no se hizo esperar. “El tema del delito pasa por otras preocupaciones, la hoja de coca no es relevante. Aquí hubo asesinatos vinculados con el narcotráfico que no se resolvieron. En la zona, cada vez más vemos a personas extrañas”, sostuvo Rafael Ruiz, concejal de Salvador Mazza.
El artículo 15 de la ley nacional 23.737 despenaliza “la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión”. En Salta, Jujuy y Tucumán estas prácticas son ancestrales y masivas.
El diputado nacional por Salta, Bernardo Biella afirmó que este año presentará un proyecto de ley “para el uso habitual de la hoja de coca como digestivo”. Destacó que se trata de un producto no adictivo y que no solo se consume en el norte del país, sino en otras regiones, según difundió el portal "Qué Pasa Salta".
La costumbre de coquear perdura desde tiempos remotos. La legislación no penaliza su consumo en estado natural o para hacer un té. Sin embargo, Berni consideró que la ley tiene “baches”. Dijo que se pretende avanzar con la despenalización de la marihuana cuando no esta resulta una actividad lícita como el consumo personal de hojas de coca.
A fines del año pasado, jueces de Salta y Jujuy plasmaron en un informe, que giraron a la Corte Suprema de la Nación, una radiografía de las actividades ilícitas en el norte. Entre 2005 y 2012 las causas por narcotráfico se incrementaron un 84%. En ese documento no se menciona a la hoja de coca para coqueo como principal delito.
Los magistrados hicieron hincapié en el narcotráfico, la trata de personas y al contrabando. Además, pusieron el acento en “la “instalación de grupos extranjeros de gran magnitud que están operando en esa clase de ilícitos”. Comerciantes, legisladores y vecinos también denuncian una expansión organizada de esas bandas.
El obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, alertó por su parte acerca del tráfico de personas en la frontera. “Es aberrante ver cómo también se comercia con la vida de otros impunemente, y a la vista de todos. Esto sin que los instrumentos legales con los que cuenta el Estado, en sus distintos niveles de responsabilidad, puedan ser efectivos”, cuestionó.
“Todos podemos ver diariamente, en uno de los controles fronterizos cercanos a la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán que, mientras muchos transeúntes deben detenerse para ser revisados, lo cual es correcto, a escasos cien metros del puesto se cargan y descargan enormes cantidades de bultos donde podría circular de todo: niños secuestrados, tráfico de órganos, drogas y, además, toda clase mercaderías que evaden impuestos”, apuntó.
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