17 Marzo 2014
BUENOS AIRES.- Los crecientes índices de inseguridad en el territorio bonaerenses, entre el número de ataques, de heridos y de muertos registrados, llevaron al gobernador, Daniel Scioli, a reconocer, con preocupación la problemática y a plantear la necesidad de buscar las mejores soluciones a mano.
Por eso, no extraña que durante un acto oficial, ante unos 200 jóvenes agentes de la Policía Bonaerense, reconociera con crudeza: “estamos viviendo horas muy difíciles, dramáticas, con mucha sangre derramada y mucha violencia”. Sus palabras sonaron más a una puesta en alerta, que a una bienvenida.
“Estamos ante delincuentes que están dispuestos a todo”, siguió el gobernador, para quien parte de la solución está en “sacar las armas y las drogas”.
El mandatario puso en funciones a los egresados para reforzar Mar del Plata, y enseguida advirtió que su rol “no es comentar el problema, sino para hacernos cargo”. Es inevitable en estas horas quitarle el cuerpo al problema de la inseguridad en su territorio, como busca el Gobierno nacional que el viernes le endilgó culpas en la voz del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien le disputa espacio de cara a 2015. Le observó la responsabilidad por la huelga de colectivos que paralizó Buenos Aires, luego del crimen de un joven aprendiz de chofer y la pasmosa seguidilla de muertes en el Conurbano, donde hubo seis víctimas en apenas 36 horas.
“Debemos contrarrestrar las especulaciones políticas, mezquinas, egoístas, de aquellos que piensan ‘cuanto peor, mejor’, los que quieren sembrar el desánimo son los mismos siempre”, advirtió. “Para que haya más seguridad -apuntó-, tenemos que tener más Justicia”, y afirmó que “estamos buscando desarmar a estos delincuentes, pero sin especulaciones políticas”. (Clarin.com)
Por eso, no extraña que durante un acto oficial, ante unos 200 jóvenes agentes de la Policía Bonaerense, reconociera con crudeza: “estamos viviendo horas muy difíciles, dramáticas, con mucha sangre derramada y mucha violencia”. Sus palabras sonaron más a una puesta en alerta, que a una bienvenida.
“Estamos ante delincuentes que están dispuestos a todo”, siguió el gobernador, para quien parte de la solución está en “sacar las armas y las drogas”.
El mandatario puso en funciones a los egresados para reforzar Mar del Plata, y enseguida advirtió que su rol “no es comentar el problema, sino para hacernos cargo”. Es inevitable en estas horas quitarle el cuerpo al problema de la inseguridad en su territorio, como busca el Gobierno nacional que el viernes le endilgó culpas en la voz del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien le disputa espacio de cara a 2015. Le observó la responsabilidad por la huelga de colectivos que paralizó Buenos Aires, luego del crimen de un joven aprendiz de chofer y la pasmosa seguidilla de muertes en el Conurbano, donde hubo seis víctimas en apenas 36 horas.
“Debemos contrarrestrar las especulaciones políticas, mezquinas, egoístas, de aquellos que piensan ‘cuanto peor, mejor’, los que quieren sembrar el desánimo son los mismos siempre”, advirtió. “Para que haya más seguridad -apuntó-, tenemos que tener más Justicia”, y afirmó que “estamos buscando desarmar a estos delincuentes, pero sin especulaciones políticas”. (Clarin.com)
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