17 Marzo 2014
A CANCHA LLENA. Los fanáticos de San Martín coparon La Ciudadela y al final se fueron con bronca porque el equipo no pudo devolver ese aliento en el campo.
El pitazo final cambió la historia, esa que al principio, cuando el sol todavía iluminaba el escenario, era de fiesta y toda color rojo y blanco. Con ese pitazo final, el que certificaba el 2-1 de la CAI sobre San Martín, surgió lo peor, la bronca. Los aplausos se disiparon, y en el estadio quedaron los más dolidos.
Los que decidieron plantarse a la salida del vestuario para dar a conocer la bronca por el partido más importante ya perdido.
Hubo minutos calientes, donde sólo las vallas y los policías contuvieron a los más exaltados, cuando todavía el plantel no aparecía. Lo que más les dolía era el marco, la gente resaltaba que su parte en el asunto estaba hecha, porque la Ciudadela se presentó totalmente colmada. Para ellos, fue el equipo el que no pudo responder ni devolver gentilezas dentro del campo. Entonces los insultos volvieron a copar la escena.
Algunos integrantes de la comisión directiva tuvieron que tomar cartas en el asunto para evitar que los de afuera avasallen la zona. Hubo incertidumbre para la prensa, que en un principio recibió el mensaje de que no iba a poder hablar con los protagonistas (de hecho sólo el DT Arnaldo Sialle habló, ver página 3). Mientras tanto, el colectivo que iba a trasladar de vuelta a casa al equipo rival se ponía en marcha para sacarlo triunfante del estadio enemigo. Y algunos hinchas “santos” todavía resistían. Partieron un par de aplausos para ellos, los jugadores de la CAI, que después de tantos kilómetros recorridos desde su hogar (2.293 desde Comodoro Rivadavia), supieron sacar pecho y tomar aire para dar vuelta un partido que de antemano parecía complicado.
Los chubutenses lograron llevarse tres puntos e hicieron que los hinchas perdieran la paciencia con el equipo, un San Martín que desde noviembre de 2013 que no logra ganar en La Ciudadela (vs Chaco For Ever, por la fecha).
Perdió el invicto
Además, la derrota significó la pérdida del invicto de Sialle, que si bien hasta aquí no pudo ganar en La Ciudadela, tampoco había perdido durante los partidos que lleva dirigidos en San Martín. Lo que le queda ahora a su equipo es volver a apostar por traer tres puntos de afuera, y esperar que los resultados ajenos se le den para emparejar en la tabla. No es fácil, pero no queda otra.
Los que decidieron plantarse a la salida del vestuario para dar a conocer la bronca por el partido más importante ya perdido.
Hubo minutos calientes, donde sólo las vallas y los policías contuvieron a los más exaltados, cuando todavía el plantel no aparecía. Lo que más les dolía era el marco, la gente resaltaba que su parte en el asunto estaba hecha, porque la Ciudadela se presentó totalmente colmada. Para ellos, fue el equipo el que no pudo responder ni devolver gentilezas dentro del campo. Entonces los insultos volvieron a copar la escena.
Algunos integrantes de la comisión directiva tuvieron que tomar cartas en el asunto para evitar que los de afuera avasallen la zona. Hubo incertidumbre para la prensa, que en un principio recibió el mensaje de que no iba a poder hablar con los protagonistas (de hecho sólo el DT Arnaldo Sialle habló, ver página 3). Mientras tanto, el colectivo que iba a trasladar de vuelta a casa al equipo rival se ponía en marcha para sacarlo triunfante del estadio enemigo. Y algunos hinchas “santos” todavía resistían. Partieron un par de aplausos para ellos, los jugadores de la CAI, que después de tantos kilómetros recorridos desde su hogar (2.293 desde Comodoro Rivadavia), supieron sacar pecho y tomar aire para dar vuelta un partido que de antemano parecía complicado.
Los chubutenses lograron llevarse tres puntos e hicieron que los hinchas perdieran la paciencia con el equipo, un San Martín que desde noviembre de 2013 que no logra ganar en La Ciudadela (vs Chaco For Ever, por la fecha).
Perdió el invicto
Además, la derrota significó la pérdida del invicto de Sialle, que si bien hasta aquí no pudo ganar en La Ciudadela, tampoco había perdido durante los partidos que lleva dirigidos en San Martín. Lo que le queda ahora a su equipo es volver a apostar por traer tres puntos de afuera, y esperar que los resultados ajenos se le den para emparejar en la tabla. No es fácil, pero no queda otra.
Temas
Torneo Federal A 2015